
El motivo de escribir estas líneas es quizá el mismo que muchas veces nos mueve a vaciar sensaciones y conclusiones tras una buena lectura. Como una llama avivada, que nace de la creatividad contemplada en muchas de las obras reseñadas en esta web. Puntos de interés que conviene poner en valor para que, a quien le pueda interesar, pueda tener más información sobre aquel título por el que siente curiosidad. O también para toda aquella persona que disfrute de descubrir nuevas obras por recorrer en el vasto mundo editorial del cómic.
Esa misma llama ha prendido este fin de semana al subir a Sabiñánigo al VI Salón del Cómic Hispano Francés. Un evento que ya ha demostrado que, si había que subir al Pirineo oscense a disfrutar de un buen salón de cómic, este es el sitio y lugar. Una evidencia palpable, que se ha podido constatar en los talleres y charlas celebrados; en la sección de stands donde, además de la tradicional parte de “feria” que tiene cualquier evento, se respiraba un amor al medio por encima de todo. Como toda buena muestra, abierta a cualquier tipo de público, de todas las edades, no solo al aficionado. Pues certámenes como estos sirven para, ante todo, dar a conocer un medio de expresión tan rico como variado.

Y es que siempre puede haber un tebeo para cualquier persona, en función de gustos y afinidades. De eso saben mucho al otro lado de los Pirineos, donde a la Industria del cómic se le considera un pilar fundamental de la cultura del país Galo, más allá del entretenimiento. Y digo eso por el acierto y lucidez que supuso que este Salón naciera con voluntad transpirenaica como el “Salón Hispano Francés del Cómic”, y a la vez “Festival Franco Espagnol de la BD”. Hermanarse con una de las industrias culturales más potentes del continente ha sido sin duda un acierto. Como lo ha sido que Sabiñanigo se ofreciese para albergar el evento en sus calles este año. Y el hecho de que el “VI Salón del Cómic Hispano Francés” se haya podido llevar a cabo ya es, de por sí, un éxito.
Así en Sabiñánigo se va a poder disfrutar de una exposición de “Los Lápices de Paco Roca”, uno de los dibujantes nacionales de cómic más importantes. Una muestra que estará en la localidad oscense hasta el 28 de septiembre y que supone uno de los platos fuertes del evento, pues realiza una interesante retrospectiva del artista valenciano a través cuarenta piezas originales, entre ellas varios bocetos nunca antes expuestos, storyboards y estudios de personajes. Comisariada por Ricardo Engra, el mismo ha sido el encargado de realizar las visitas guiadas a la exposición mientras ha durado el salón.

Además, por las calles de Sabiñanigo, muchos comercios han participado en la exposición “Estampas del viejo Aragón”, albergando en sus escaparates obras de Carlos Azagra y Encarna Revuelta, Bernal, Juanfer Briones, David Daza y David Cobos, Daniel Foronda, Sara Jotabé, Violeta Latorre, David Maynar, Carlos Morote, Héctor Pisa, Dionisio Platel, Mik Remacha, Gonzalo Royo, Alfonso Miguel Sánchez, Óscar Sanz, Piter Saura y Alicia Soravilla; consiguiendo así un paseo por Sabiñánigo con sabor a tebeo aragonés, donde poder contemplar la visión de los autores sobre lugares singulares del Alto Gállego y la Jacetania.
El resto de actividades del Salón han estado a la altura de las muestras. Unas actividades dirigidas a todo tipo de público. Como la “Masterclass La Palabra en acción”, realizada con magisterio por Mariana Shina Charlot. La charla de “Didáctica y Cómic” de Ricardo Engra, donde la física se encuentra con las viñetas. Cabe mencionar la proyección de la adaptación al cine del cómic de Artur de Pins “Zombillénum”, en colaboración con el Institut Français . O el interesante “ IV Encuentro de críticos entre la Association des critiques et journalistes de bande dessinée (ACBD) y la Asociación de Críticos y Divulgadores de Cómic de España (ACDCómic)«, en el que Yaneck Chareyre y Kiko Sáez de Adana conversaron, con la asistencia en la traducción de Natalia Gascón, sobre el estado de la crítica y el medio a ambos lados del Pirineo en una charla moderada por Montu, de “El Diario de Kovacks”. También hubo espacio para los peques, con los talleres infantiles que llevó a cabo Gonzalo Royo. Y para los autores, en una mesa redonda formada por Paco Sordo, Cristian Robles, Lucie Deroin, Manuel Granell y Alicia Soravilla, cuyo título ya de por sí es más que interesante: “El lector al final del túnel”.

Autores que también han estado a disposición del público para firmar y dedicar sus obras, a los que se suman Héctor Cisneros “Kaise”, Juanarete, Natalia Díez, David Daza, Óscar Sanz, Philipe Charlot, Gregorio Muro “Harriet”, Daniel Foronda, Hombre Picaraza, Daniel Viñuales, Xcar Malavida, Jordi Bayarri, Víctor Alos, Anabel Cuenca, Luis Gallego, Kalitos, José Antonio Rubio, Dani Zar o entre otros, Gonzalo Royo, Paola Craver y Marco Pericleanu. En la zona comercial, jóvenes artistas con sus fanzines se han dado a conocer junto a sellos editoriales como Ediciones La Cúpula, Cascaborra, Bang, GP, Unrated comics, Harriet, Ponent Mon, Malavida / Editorial Cornoque, Aftercomic, entre otras, además de presencia de diversas instituciones, como “Amigos del Serrablo” y librerías.
Esta mañana también ha habido actividades, como la “Batalla de Dibujantes” que han coordinado Hombre Picaraza y Daniel Foronda (los artífices del entrañable “Adoquín”) y, como broche final, la entrega del “Premio TRAN a la memoria” cuyo ganador ha sido Miguel Navarrete García de Galdeano.

En estos “apuntes al natural” del evento, casi a vuelapluma, ya podemos afirmar que lo mostrado en Sábiñanigo estos tres días ha estado a la altura del cartel del evento realizado por Stéphane Bouillet. Sin duda, un éxito y una buena noticia para los amantes al cómic de la provincia poder seguir disfrutando de eventos de este calibre. Un evento que ha logrado dar un paso adelante, de gigante. Queda dar, pues, la enhorabuena a la Asociación Aragonesa de Autores de Cómic (AAAC), al Ayuntamiento de Sábiñánigo, la Asociación Amigos del Serrablo y el Ayuntamiento de Billère, ciudad francesa hermanada con Sabiñánigo, por hacer posible la continuidad de este Salón que tiende puentes tanto en España como en Francia.
