La obra que hoy nos ocupa no alberga ficción, ni humor ni épica. Nace de los apuntes, dibujos y bocetos que Ferran Vidal tomó de su realidad laboral durante los cinco años que estuvo trabajando como encargado de mantenimiento de Centro de Atención y Seguimiento a las Drogodependencias (CAS) en una “ciudad cualquiera”. Así nació “Fuerza. Notas desde un centro de rehabilitación”, editado este verano por Norma.

Más que un cómic, “Fuerza” es un un cuaderno de notas que navega entre el ensayo gráfico y la urgencia del sketchbook, donde a lápiz se dibujan y capturan rostros y escenas en un instante. Son los momentos vividos por el autor desde la experiencia que compartió junto a los profesionales y pacientes del centro. De todo ello, nace una narrativa gráfica con voluntad pedagógica, la de mostrar una de esas realidades que, aunque se mire para otro lado, está ahí: la drogadicción.

Nada más comenzar este viaje por el cómic, se advierte que aquí no hay espacio para ligerezas. Tampoco para moralinas ni moralejas. En sus páginas no hay eslóganes fáciles, tan conocidos como inútiles para evitar las dependencias. Ferran se centra en lo que vio y lo retrata con su lápiz como único testigo de esa realidad que suponen los combates cotidianos de los que sufren adicciones, también de los profesionales que los cuidan.

El volumen supone, en sí mismo, una toma de conciencia sobre un problema que está ahí. Y como cualquier toma de conciencia que se precie, es contundente en lo que muestra. En el sentido que Ferran, maridando texto y dibujo, refleja con nitidez veraz tanto las derrotas como las pequeñas grandes victorias de sus retratados. Todos dispuestos en un discurso tan certero y sincero como inmisericorde. Sin anestesias ni dobleces. Pues solo así se puede conocer la realidad de una problemática tan compleja como es el del impacto de las drogas.

Así las notas y dibujos conforman un discurso coherente y sólido, con una solvente potencia tanto gráfica como literaria. Sobrio en lo formal, muestra un problema universal que puede afectar a cualquier ciudadano, con independencia de los recursos que posea. Pero va más allá, mostrando a esos supervivientes que combaten cada día con su adicción. Hay días que ganan. Hay otros que no. Pero el combate es constante. Como el que afrontan en cada centro, donde las necesidades materiales de recursos siempre son muy superiores a los presupuestos con los que cuentan. Todo eso esta aquí retratado como si Ferran estableciera un dialogo con cada lector. De manera informal, pero muy cercana, metiéndonos de lleno en ese mundo.

Junto a ello, quedan recogidos testimonios de muchos pacientes y profesionales, que sirven para dar profundidad al mensaje. Dobles Splash pages sazonan el hilo discursivo para reforzar muchas de las sensaciones y conceptos de la obra, perfectamente contextualizada. Pues aunque se de en “ciudad cualquiera”, ésta es perfectamente identificable en muchas de las urbes españolas; siendo las situaciones y vivencias que se muestran perfectamente extrapolables a cualquiera de ellas.

Así es este paseo literario. No es agradable, pero si certero y necesario. Humano, en definitiva. Las consecuencias de la drogadicción es una de las verdades incómodas de nuestras sociedades. Pero hay que mostrarla, con transparencia y nitidez. De forma pedagógica, pero sin moralejas y cuestionamientos morales. Quizá por todo ello, esta obra obtuvo el VI Premio Novela Gráfica Social Divina Pastora en 2018. Desde el comienzo del verano, la obra está disponible en una cuidada edición de 184 páginas en cartoné a cargo de Norma Editorial. Necesaria a todas luces, “ Fuerza. Notas desde un centro de rehabilitación” se erige como un acertado retrato de la lucha contra la droga. La más humana: la que sufren los adictos y en la que trabajan muchos profesionales sanitarios y de asuntos sociales. Por todo eso, y por la forma tan cercana, sincera y veraz que esto se expone y cuenta, este trabajo se erige como una obra necesaria. Tan certera como contundente.