La Mazmorra Integral 3: Monstruos en el Crepúsculo  

“¡Si! ¡Toma Tong Deum en la cara, pato!”

El tercer integral de “La Mazmorra”(«Donjon«) continua la gran saga creada por Joann Sfar y Lewis Trondheim. Con cada entrega, nos sumergimos más profundamente en este fascinante mundo, explorando sus rincones más oscuros y descubriendo sus secretos mejor guardados. Después de haber explorado exhaustivamente tanto el presente en “Zenit” y el pasado con ”Amanecer”, es el momento de mirar hacia el futuro, hacia un horizonte desconocido lleno de promesas y peligros con el ciclo ”Crepúsculo” (”Donjon Crepúscule”).

Este volumen integral nos lleva más allá de lo que habíamos imaginado. Es un cambio radical que nos invita a explorar territorios inexplorados y a sumergirnos en una experiencia completamente nueva. Si bien los primeros dos integrales nos introdujeron en un mundo de fantasía heroica clásica con Zénit y nos sumergieron en la intriga de la capa y espada, con “Crepusculo”, el título de esta tercera parte nos revela un giro aún más oscuro y misterioso. Nos sumerge en las profundidades de la fantasía oscura, un territorio donde la luz y la sombra se entrelazan en una danza eterna de misterio y peligro. En este nuevo escenario, nos espera un mundo envuelto en la penumbra, donde los límites entre el bien y el mal se desdibujan y la oscuridad acecha en cada esquina. Es un lugar donde los héroes son escasos y los villanos acechan en las sombras, esperando su oportunidad para desatar el caos y la destrucción.

Al dejar atrás Zénit y avanzar hacia Crepúsculo, el paso del tiempo ha hecho mella en los personajes principales y los roles que desarrollan: Herbert de Vaucanson y Marvin, el dragón rojo, siguen presentes en la historia, si bien en un segundo plano. En su lugar, el protagonismo absoluto recae en otro Marvin, un conejo rojo proveniente de la aldea de Zautamaxime, devastada en el pasado por un dragón rojo también llamado Marvin. Esta transición de personajes principales refleja la habilidad de los autores para crear nuevas dinámicas y mantener fresca la narrativa a lo largo de la saga. Aunque Herbert y Marvin (el dragón) continúan siendo parte de la historia, su evolución hacia papeles secundarios permite que otros personajes tomen el centro del escenario y lleven la trama en una nueva y fresca dirección .

En el oscuro ciclo de Crepúsculo, Herbert se transformó en alguien malvado y se ha convertido en el Gran Khan, un tirano despiadado que representa una amenaza para la tierra que habitan. Por otro lado, el dragón guardaespaldas, que conocimos en el primer integral, ha perdido su esplendor y se ha transformado en el Rey Polvo. Pasando de un ser colosal y muy intimidante a un ser verde, ciego y sin alas que ya no quiere realizar sus legendarios Tong Deum. Esta transformación dramática de los personajes principales muestra las consecuencias del paso del tiempo y las decisiones tomadas en el pasado. Como ya hemos dicho, el verdadero protagonismo recae en el conejo rojo llamado también Marvin. Un personaje que, con su destierro, se encontrará con unos problemas que no busca, pero que no rechazará en ningún momento.

Esta serie ha demostrado ser innovadora y fresca desde sus primeros tomos, y el hecho de traer a bordo a diferentes artistas para ilustrar las historias solo agrega más diversidad y dinamismo a la narrativa. En esta ocasión, con la participación de AndreasLa carta magna«) y BlanquetEl señor negro«) en el dibujo, los autores nos presentan dos nuevas entregas del ciclo «Monstruos«, ahondando en las posibilidades y potencialidades del universo creado por Sfar y Trondheim. La presencia del arte de Andreas y Blanquet en el equipo artístico seguramente aportan una nueva perspectiva visual a las historias, enriqueciendo gráficamente la saga. Algo que es una constante en «La Mazmorra», por otra parte, pues Joann Sfar y Lewis Trondheim han cedido en numerosas ocasiones el apartado gráfico en varios álbumes de la serie; hecho que a aumentado exponencialmente la riqueza de su rico universo.

Editado en castellano por Norma Editorial, cuenta con la traducción de Enrique Sánchez Abulí, e incluye los tres primeros álbumes de “Crepúsculo” (“El cementerio de los dragones”, “El volcán de los Vaucanson” y “Armagedón”), así como dos números de “Monstruos” (“La carta Magna” y “El señor negro”) que ofrecen una perspectiva adicional sobre los sucesos que ocurren en el ciclo. Juntos en este volumen, y en el orden diseñado para la edición integral por Joann Sfar y Lewis Trondheim, son la mejor opción posible para disfrutar del ciclo «Crepúsculo» del clásico moderno del tebeo francés que es «La Mazmorra«.

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