Elektra Lives Again: entre lo mundano y lo místico

Desde su debut en las páginas de los cómics de Marvel, Elektra Natchios ha sido un personaje fascinante que ha dejado huella en «la casa de las ideas«. Creada por Frank Miller, Elektra ha evolucionado desde sus primeras apariciones hasta convertirse en una figura icónica que ha trascendido las viñetas para encandilar a audiencias en diversos medios. Ejemplo de ello es “Elektra Lives Again” de Frank Miller y Lynn Varley. Toda una declaración de amor de los autores hacia el personaje.

El viaje de Elektra en el universo Marvel comenzó en las páginas de Daredevil #190 en 1981. Frank Miller, quien ya estaba redefiniendo el tono y el enfoque del cómic del «diablo de la cocina del infierno», introdujo a Elektra como un personaje complejo y misterioso. Elektra, una letal asesina griega con habilidades marciales excepcionales y un manejo magistral de las armas, se convirtió rápidamente en el interés amoroso de Matt Murdock, también conocido como Daredevil. La rica herencia de Elektra se remonta a su educación en la isla de Kirinos, donde fue entrenada en las artes mortales por el maestro Stick, quien también enseñó a Matt Murdock. Este lazo compartido entre Elektra y Daredevil estableció un terreno fértil para una narrativa emocional y llena de conflictos. La dualidad de Elektra, atrapada entre la lucha del bien y el mal, la convirtió en un personaje fascinante para los lectores desde el principio.

La creación de «Elektra Lives Again» no fue un acto fortuito, sino el resultado de la visión única de Frank Miller. A medida que el escritor y artista se sumergía más profundamente en el universo que había ayudado a moldear en Daredevil, la necesidad de explorar las complejidades de la relación entre Matt Murdock y Elektra se volvía cada vez más evidente. Miller, conocido por su enfoque innovador y narrativa oscura, encontró en Elektra un lienzo perfecto para expresar sus inquietudes y explorar temas más allá de la acción superficial de los cómics tradicionales. La elección de Lynn Varley como colorista fue crucial, ya que su colaboración previa en «The Dark Knight Returns» ya había demostrado ser una combinación excepcional.

La historia de «Elektra Lives Again» se inicia con la resurrección de Elektra por parte de la mística organización conocida como La Mano. Este elemento sobrenatural establece el tono de la obra, fusionando lo mundano con lo místico de una manera que solo Miller puede lograr. Elektra, ahora de vuelta a la vida, se encuentra atrapada en un estado onírico, enfrentándose a demonios internos y externos. El viaje de Elektra se convierte en una odisea a través de la psique y la historia de Daredevil. Miller utiliza la estructura narrativa para explorar los recuerdos y las emociones enterradas, llevando a los personajes y a los lectores a un viaje introspectivo. Cada viñeta está impregnada de simbolismo, con la filiación católica de Murdock sirviendo como marco para imágenes poderosas y alucinantes . El conflicto central gira en torno a la relación entre Elektra y Daredevil, destacando la complejidad de sus sentimientos y las cicatrices dejadas por la tragedia. Miller no teme explorar las zonas oscuras de la psique humana, presentando una narrativa que se adentra en la naturaleza del amor, la pérdida y la redención. El aspecto visual de «Elektra Lives Again» es tan impactante como su narrativa. Miller, a diferencia de su trabajo en «Diablo Guardián», adopta un estilo más áspero y menos pulido. Su autenticidad resalta, acentuando la crudeza emocional de la historia. Aquí, Miller se encarga de la tinta, proporcionando un toque personal que contribuye a la singularidad de la obra.

Lynn Varley, la genial colorista, despliega su maestría, dotando a cada página de una paleta única. La elección de colores refleja el estado emocional de los personajes y la atmósfera de la historia. Los tonos oscuros y saturados sumergen al lector en un mundo donde la realidad se mezcla con la fantasía.

Publicado originalmente en Estados Unidos en 1990 por Marvel Comics en 1990, en abril de 1991 llegó su edición en castellano de la mano de Forum, siendo desde entonces un título muy valorado por los aficionados. Panini Comics lo reeditó en la línea de su “Colección Frank Miller”, aunque su valor está muy por encima de un relato más en torno al personaje. Esta joya atemporal combina lo emocional, lo poético con el frio del acero y la suciedad de las calles. Por todo ello «Elektra Lives Again» sigue siendo una referencia ineludible en el cómic. No solo en el mainstream o en los tebeos más orientados al entretenimiento, sino como ejemplo de las posibilidades narrativas que puede dar de sí el noveno arte. En resumidas cuentas: un imprescindible.

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