“Existe una pasión por dar caza a algo que está fuertemente arraigada en el corazón humano”.
Charles Dickens

Gotham City, la megalópolis sumida en sombras y enigmas, experimenta una transformación fascinante cuando se acerca la Navidad. En los callejones peligrosos, donde la desesperación a menudo se fusiona con la oscuridad, la temporada festiva arroja un resplandor inesperado, un destello de luz en medio de la umbría. Siguiendo los pasos del clásico «Cuento de Navidad» de Charles Dickens, Lee Bermejo ofreció su interpretación en “Batman: Noel”. En un tebeo explora de forma magistral la psique del Caballero Oscuro, llevándonos más allá de las batallas físicas y adentrándonos en el tumultuoso territorio de su moralidad y humanidad. A través de las gélidas calles de Gotham, Bermejo teje una narrativa que nos desafía a reflexionar sobre el significado de ser un héroe y el precio que conlleva la búsqueda de la redención. La historia se despliega en medio de una persecución helada, donde Batman persigue a su más odiado enemigo, el Joker, a través de las calles desoladas de Gotham. La relación entre estos dos arquetipos opuestos se convierte en el hilo conductor de la trama, mediante uno de las personas que el payaso intimida para que se haga su voluntad. Bermejo no se contenta con simplemente retratar a Batman como ese ser solitario y a veces irascible, sino que logra dar un punto de cuento a todo el relato. El cómic se sumerge hábilmente en el pasado de Batman a través de una serie de flashbacks conmovedores. Estos no son meros retazos de la historia, sino ventanas hacia la esencia misma del héroe atormentado. A medida que los recuerdos se despliegan, descubrimos las cicatrices emocionales que han marcado a Bruce Wayne y le han convertido en el vigilante enmascarado que conocemos.
La narrativa de «Batman: Noel» sigue la estructura básica de” Un cuento de Navidad” (“A Christmas Carol«) de Dickens, pero Bermejo la rehace adaptándola al mundo oscuro y complejo de Batman. El entorno navideño de Gotham sirve como un lienzo sorprendente para lo que aquí aguarda. Mientras las luces destellan y los copos de nieve caen, la ciudad resplandece con un encanto inquietante. Bermejo nos lleva por las calles nevadas, donde la Navidad y el crimen coexisten en una danza extraña. A través de sus ilustraciones detalladas captura esa dualidad de Gotham en esos días aparentemente festivos. El presente de Batman se revela como un laberinto de desesperación y soledad. Aquí, Bermejo nos sumerge en las luchas internas de Batman, cuestionando no solo su papel como vigilante, sino también su propia humanidad. ¿Puede un héroe, incluso el indomable Batman, enfrentarse a la oscuridad sin sucumbir a ella?

Además, «Batman: Noel» presenta interpretaciones únicas de personajes icónicos que a menudo son relegados a roles secundarios. Superman y Catwoman desempeñan aquí los roles de los “fantasmas” cruciales en la trama, mientras que Batman es una suerte de Señor Scrooge. La interacción entre estos personajes no solo añade detalles a la historia, sino que también ofrece una perspectiva única sobre la naturaleza de la justicia. La figura de Superman, tradicionalmente opuesta a la oscuridad de Batman, encuentra un terreno común en esta narrativa. Bermejo nos presenta a un Superman comprensivo, que ve más allá de las apariencias y comprende la lucha interna de Batman. Esta dinámica resalta la complejidad moral de la narrativa y plantea preguntas intrigantes sobre la naturaleza de la justicia en un mundo lleno de grises. Selina Kyle, por otro lado, aporta una perspectiva única sobre la dualidad de Batman. Su presencia en el cómic no solo agrega un elemento de intriga y romance, sino que también cuestiona la naturaleza de la conexión entre héroes y villanos. En este escenario inusual, Bermejo nos invita a reflexionar sobre las líneas borrosas que separan a aquellos que buscan justicia de aquellos que desafían la ley.
La fuerza del cómic realmente radica en las ilustraciones de Bermejo, que sirven como una poderosa forma de contar la historia. Cada viñeta está impregnada de detalle y emoción, capturando la esencia de los personajes y el paisaje gélido de Gotham. La paleta de colores que Barbara Ciardo, predominantemente fría, resalta la atmósfera invernal y la melancolía que envuelve la historia. El diseño de los personajes, desde las facciones duras en el rostro de Batman hasta la sonrisa cálida de Superman, refleja la maestría de Bermejo en capturar la profundidad psicológica de sus sujetos. Las expresiones faciales, los gestos y los fondos meticulosamente elaborados se unen para crear una ciudad que amplifica la fuerza de la narrativa.

«Batman: Noel» se alza así como un homenaje a la atemporalidad de los cuentos de Dickens y a la capacidad de la figura del Caballero Oscuro para encarnar la lucha eterna por la luz en medio de las sombras. Bermejo logró fusionar dos mundos icónicos, otorgándole a la historia del Caballero Oscuro una supuesta dimensión diferente. Este cuento moderno nos recuerda que, incluso para aquellos atrapados en las garras de la oscuridad, el espíritu de la Navidad puede iluminar el camino hacia la redención. Este tebeo, con su dibujo soberbio y un guion en horas bajas, redefine la forma de contar historias, demostrando que, en el mundo del cómic, la imagen puede hablar más fuerte que las palabras. No queda más que decir… Bueno. Solo una cosa ¡Feliz Navidad a todos!
