Si hay un personaje real que tras su huella ha dejado una estela que ha alimentado toda la imagen que hoy en día se tiene del mundo de la piratería del siglo XVIII, no es otro que Edward Teach, más conocido para la posteridad como “Barbanegra” (“Blackbeard”) Su leyenda se ha extendido desde el Caribe colonial hasta nuestros días, siendo un autentico icono que ha inspirado múltiples personajes y relatos de ficción. Es quizá el pirata por antonomasia en el subconsciente popular. Hecho alimentado desde muy temprano por el Capitán Charles Johnson (de quien se cree que es un pseudónimo utilizado por Daniel Defoe) que, en 1724, seis años después de la muerte de Barbanegra, publicó la “Historia general de los robos y asesinatos de los más famosos piratas”, (“A General History of the Robberies and Murders of the most notorious Pyrates”) en el que Teach cobraba un protagonismo por encima del resto.

Los hechos de ese libro, con casi tres siglos a sus espaldas, son el punto de partida del tebeo que ocupa hoy: “Barbanegra” (“Blackbeard”), de Jean-Ives Delitte, recién estrenado en castellano por Norma Editorial. En él, el autor que ha deslumbrado a los aficionados a la BD con su excepcional arte en la serie “Las Grandes Batallas Navales”, nos propone un acercamiento lo más realista posible a la figura de Teach, partiendo de los datos que se toman como ciertos.

Dejando a un lado las leyendas, Delitte nos brinda una obra en dos actos, centrada en los últimos días del pirata, una vez ya había renunciado al indulto que el rey Jorge I de Inglaterra concedió a los piratas del Caribe si cesaban sus actividades, situando la narración justo antes de su sonado ataque a Charleston, en Carolina del Sur. Es pues el momento en que su reputación como el mayor enemigo del Impero británico en el Caribe es mas alta. Justo antes del fin y con las notas que presumiblemente escribió Daniel Defoe como mapa para guiarnos entre la leyenda y lo posible.

Esa es la ruta que nos propone Jean-Ives Delitte, una ruta con el rumbo acertado que otorga el pulso firme de su arte, con esplendorosas splash-page dobles donde se (y nos) deleita con majestuosas ilustraciones de los barcos de la época. Como es habitual el Delitte, su trabajo de documentación siempre es notable para dar una mayor sensación en sus páginas de veracidad. Así ocurre en su “Barbanegra”, tanto por lo contextual en cuanto a ambientación, vestuario y navíos dibujados. Del mismo modo en lo argumental, el relato discurre al pie de lo probable, de lo que quedó narrado sobre el pirata. Y de ese modo Delitte construye un guion solvente y verosímil, con alguna que otra sorpresa que nos cuidaremos de rebelar.

Al color, Douchka Delitte maximiza la potencia de las gloriosas viñetas de Delitte y sumergirnos de lleno en ese Caribe donde los piratas eran los verdaderos dueños y la armada inglesa se limitaba a resistir. Son antes de que la piratería se erradicase del Caribe. En estas páginas está vertida, dibujada y coloreada en todo su esplendor esa mezcla de exotismo y peligro que sugiere esa época.

“Hagamos que oigan la suave melodía de nuestros cañones..”

No queda más, pues que embarcarse a bordo del Queen Anne’s Revenge junto a Edward Teach y contemplar esta gozada hecha viñetas desde la popa. Editado en francés por Glénat, Norma estrena en castellano “Barbanegra” de forma integral, para que todo aquel que abra el volumen pueda disfrutar de “¡Colgados de una horca muy alta!” (“Pendez-les haut et court!”) y “Mi muerte dulce” (“Ma mort est douce”) en una sesión lectora allende los mares. De las que conviene recorrer con la dedicación que precisan estas páginas de tan bella factura.