Sargento Inmortal: «Este asiento pertenece a Jim Sargent, levántate o te la juegas»

Las relaciones familiares son una parte esencial de la vida de cada individuo. La familia, a menudo, es un refugio de amor, apoyo y comprensión. Sin embargo, para aquellos que tienen un miembro de la familia que trabaja como policía, las dinámicas familiares pueden volverse particularmente complejas. La vida de un oficial de policía no sigue el horario típico de 9 a 5. Es un deber que implica largas horas, noches en vela y turnos irregulares, con independencia de ser padre. Esto puede hacer que la vida familiar sea impredecible. Los eventos familiares, como cenas, celebraciones y actividades de los hijos, a menudo se ven interrumpidos por llamadas urgentes y responsabilidades laborales inesperadas. Todas estas situaciones y muchas otras las iremos viendo en el tebeo que tenemos abierto llamado “Sargento Inmortal” (“Inmortal Sergeant”), creado por el galardonado equipo de narradores Joe Kelly, conocido por sus notables trabajos en «Masacre» y «Soy una Matagigantes» (que realizó también con Ken Niimura), junto con el talentoso artista Ken Niimura, ganador de un premio Eisner por su obra «Umami«.

En las calles del Condado de Nassau, el detective Jim Sargent era una figura legendaria. Había servido en el departamento de policía durante décadas, y su nombre estaba asociado con la tenacidad y la determinación. Pero, a medida que se acercaba a su jubilación, Jim Sargent estaba a punto de enfrentar el mayor desafío de su carrera, uno que lo llevaría a un viaje inesperado de redención y justicia. La jubilación es un momento de reflexión y nostalgia para la mayoría de las personas. Para nuestro detective de la vieja escuela, el retiro se acercaba como una tormenta en el horizonte. Había dedicado su vida a la resolución de casos, algunos de los cuales nunca se habían cerrado por completo. Pero uno en particular lo atormentaba. Era un frío día de invierno cuando nuestro protagonista se topó con una pista que había estado buscando durante décadas. Se trataba de un caso de asesinato que lo había obsesionado desde que era un joven oficial novato. Había resuelto innumerables casos a lo largo de su carrera, pero este asesinato en particular lo había dejado con una sensación de impotencia y fracaso. Ahora, con su jubilación inminente, se dio cuenta de que esta era su última oportunidad para encontrar respuestas y cerrar un capítulo que lo había atormentado durante tanto tiempo. La vida de Jim Sargent no era solo su carrera, sino también es importante su familia: Tiene un hijo llamado Michael, con quien lleva una relación complicada. La obsesión de Sargent por sus casos había afectado su relación con Michael, creando una brecha entre ellos. Ahora, Sargent se encontraba en un dilema: arrastrar a su hijo a esta búsqueda obsesiva de justicia o enfrentar la posibilidad de perder el caso para siempre. Esta es la premisa de esta historia que se sumerge en la complejidad de las relaciones familiares y el proceso de perdón.

Los guiones de Joe Kelly parecen ser una carta de amor a su propio padre y una oportunidad para explorar los matices de una mente complicada. En este caso, el protagonista, un policía rudo y atormentado, se convierte en un reflejo de los aspectos contradictorios que existen en muchos seres humanos. En «Sargento Inmortal», este guionista utiliza el pasado como un punto de partida para la trama. Con sus alegrías y pesares, puede ejercer una fuerte influencia en la forma en que las personas se relacionan y toman decisiones en el presente. A través de su narrativa, Kelly explora cómo los personajes principales enfrentan los sucesos y las consecuencias de esos sucesos en sus vidas. Los personajes con sus contradicciones y luchas internas a menudo resultan más interesantes para el lector, ya que en algunas ocasiones podemos vernos reflejados en el relato que tenemos ante los ojos. En este caso, el viaje del protagonista se intenta reconciliar con sus propios problemas. La metáfora del «viaje en coche» mencionada por Joe Kelly puede ser significativa en la obra. Porque esta «road movie» no es solo un viaje físico en busca de respuestas, sino también un viaje emocional y de autodescubrimiento. A través de esta travesía, los personajes (y también el guionista) pueden encontrar las respuestas que buscan y experimentar una transformación personal.

El arte de José María Ken Niimura del Barrio, también conocido como Ken Niimura, es una parte fundamental de la obra contribuyendo a su intensidad emocional. Los diseños de personajes que realiza, empezando por el Sargento Sargent, son los más difíciles a priori. Tenia que ser un personaje chungo, con muy mal carácter que se reflejara en las páginas y con un pésimo corte de pelo. Un estilo con mezcla de varias películas como «Pozos de ambición» o «No es país para viejos«.  Mientras que su hijo Michael tenía que ser una contrapartida casi perfecta a su padre: un tipo más normativo, más cercano que fuera un diseño más simple para que la gente pudiera identificarse en muchas ocasiones con este personaje. Se nota que quiso dejar todo el protagonismo al relato de Kelly, pero con ciertos detalles: como que el hijo se parece físicamente a este dibujante. Enfrentó un desafío importante al decidir el estilo de dibujo que mejor se adaptaría a este tebeo. Este proceso lo entendemos crucial, ya que el arte de un cómic no solo debe servir como una representación visual, sino que también debe ser una parte integral de la narrativa. Niimura expresó su deseo de encontrar un estilo que no fuera «invasivo para la historia» y que no destacara demasiado. Esto refleja su intención de que los lápices sean una herramienta para transmitir la historia, en lugar de dominarla. Encontró el equilibrio adecuado al crear las líneas en papel con un lápiz y luego agregar tinta con un rotulador de punta de pincel y un pincel con tinta china negra. Esta técnica le permitió trabajar con un nivel de detalle preciso mientras mantenía la sensación orgánica y la expresividad deseada. La combinación de herramientas tradicionales y digitales le proporcionó flexibilidad y control para crear un estilo de dibujo que se ajustara a la historia que quería contar. Un aspecto interesante del proceso de dibujo de este artista hispano-japonés es su descripción de cómo las líneas de lápiz le permiten borrar fácilmente, lo que aporta dinamismo y ritmo a su trabajo. Este enfoque le permite ajustar y refinar constantemente sus ilustraciones, creando una sensación de movimiento y fluidez en el papel. Cada línea parece una parte de una danza coreografiada que cobra vida en las páginas del cómic.

Hay que destacar la colaboración con varios artistas que le ayudaron en diferentes aspectos de la creación de «Sargento Inmortal», entre los que se encuentran: Kays Kadar que hizo un modelo 3D del coche, Chihiro Inoue, Cristina Triana, Daniel Alías y Eri Kageyama que lo ayudaron a limpiar algunas páginas junto con la rotulación. También Fukuko Furugen ayudó con ciertos fondos para poder llevar a cabo las 350 páginas que consta esta obra.

La edición original se publicó en el mercado americano por parte de Image Comics consta de nueve números que completan la serie. En España disponemos directamente de esta obra de forma completa, publicada por Astiberri, con varios extras como dos epílogos escritos por Kelly y Niimura además de varios bocetos y el «making of» de la obra por parte de Niimura, presentando ideas de los personajes y también con sus storyboards. Una buena opción es presentar «Sargento Inmortal» de forma integral ya que es una historia que puede establecer lazos con el lector. Quién se acerque a este relato puede encontrar una conexión con los personajes, ya sea a través de sus propias experiencias familiares, sus luchas internas o sus búsquedas de redención. La obra es un recordatorio de que todos tenemos un pasado que moldea nuestras vidas y que la búsqueda del perdón y la comprensión es un viaje universal.

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