Gigantes. Cuando la codicia se antepone a la amistad

El mundo del cómic siempre ha sido un caldo de cultivo para la creatividad y la innovación, un espacio donde los artistas y escritores pueden dar rienda suelta a su imaginación sin límites. En este vasto universo de viñetas y superhéroes, a veces surgen obras que destacan no solo por su narrativa visual, sino también por la profundidad de sus temas. «Gigantes»(“Giants”) la obra de Carlos Valderrama y Miguel Valderrama, se encuentra entre esos caramelos que desafían las convenciones del cómic al explorar temas universales como la amistad, la familia, la ambición y la supervivencia en un mundo postapocalíptico plagado de monstruos gigantes.

En el corazón de «Gigantes» se encuentra ese mundo desolado y en ruinas, devastado por un apocalipsis de proporciones catastróficas. Este escenario postapocalíptico sirve como el telón de fondo perfecto para la narrativa, estableciendo un tono oscuro y desesperanzado desde el principio. La humanidad está al borde de la extinción, y la sociedad tal como la conocemos ha colapsado por completo. La verdadera amenaza en este mundo postapocalíptico son los monstruos gigantes que vagan por la tierra. Los Valderrama han creado una variedad de monstruos asombrosos, cada uno con sus propias características aterradoras. Desde gigantes parecidos a los Kaiju de la película «Pacific Rim» hasta pequeños monstruos voladores, estas aberraciones personifican la verdadera naturaleza destructiva de la humanidad. Lo que hace que estas deformidades sean aún más aterradoras es su aparente invulnerabilidad. Las armas convencionales son ineficaces contra ellos. Esta dinámica crea un sentido abrumador de impotencia que permea toda la historia, lo que hace que la lucha por la supervivencia sea aún más desafiante. En el centro de esta historia postapocalíptica, encontramos a sus dos jóvenes protagonistas, cuyos caminos se cruzan en circunstancias extraordinarias. Su desarrollo y evolución a lo largo de la narrativa son fundamentales para la historia de «Gigantes».

La relación entre Gogi y Zedo es el corazón de «Gigantes». Comienzan unidos pero ciertos acontecimientos los acaban separando. Uno de los temas centrales de este tebeo es la codicia y la ambición desenfrenada, que a menudo se manifiesta de maneras sorprendentes y devastadoras. A medida que los personajes interactúan con otros sobrevivientes en este mundo postapocalíptico, se enfrentan a la dura realidad de que algunos están dispuestos a hacer cualquier cosa, incluso traicionar a sus propios aliados, para obtener poder y riqueza. La representación de la codicia y la ambición en este comic es un recordatorio sombrío de cómo estos impulsos humanos pueden persistir incluso en los momentos más oscuros de la historia. Los autores ilustran este tema a través de varios personajes secundarios que buscan su beneficio personal a expensas de los demás. Estos individuos egoístas son un recordatorio constante de que, en un mundo donde los recursos son escasos y la supervivencia es incierta, la moralidad a menudo se convierte en un lujo que pocos pueden permitirse. En un mundo dominado por monstruos gigantes, la elección de huir, esconderse o luchar se convierte en una decisión crucial para los personajes de la creación de los hermanos Valderrama. Cada una de estas opciones tiene sus propias implicaciones y riesgos, y los protagonistas se ven obligados a tomar decisiones difíciles a lo largo de la historia.

La lucha contra los monstruos gigantes es un enfrentamiento desesperado y mortal. Los Valderrama pintan vívidamente la brutalidad de estas batallas, lo que subraya la aparente inevitabilidad de la derrota. Sin embargo, la lucha también representa la resistencia humana contra la desesperanza, una declaración audaz de que, incluso en las circunstancias más adversas, el espíritu humano puede prevalecer. La elección de huir y esconderse, por otro lado, es una estrategia de supervivencia más pasiva pero igualmente válida. Los autores exploran cómo algunos personajes eligen alejarse de los peligros en lugar de enfrentarlos directamente, lo que plantea preguntas sobre la moralidad de esta decisión y su impacto en los demás. La metáfora de la ambición devoradora es una de las características más poderosas de «Gigantes». A medida que la historia avanza, se vuelve claro que la verdadera amenaza en este mundo no son los monstruos gigantes, sino la ambición sin límites que puede crecer hasta devorar a las personas. Este tema se personifica en varios personajes a lo largo de la trama, cuyos deseos de poder y riqueza los llevan a cometer actos atroces. La ambición descontrolada se convierte ese un monstruo invisible que acecha en las sombras, siempre al acecho de su próxima presa. Esta metáfora es un recordatorio impactante de cómo la codicia puede ser más destructiva que cualquier monstruo físico.

Para comprender completamente la magnitud de «Gigantes», es esencial examinar tanto el arte como el guion que lo componen. Carlos Valderrama, en su papel como escritor, crea una narrativa sólida y conmovedora que guía al lector a través de este mundo postapocalíptico con maestría. Su habilidad para desarrollar personajes complejos y enfrentarlos a dilemas morales desafiantes es evidente en cada página. Miguel Valderrama, por otro lado, brilla con su arte impresionante. Su estilo meticuloso y detallado da vida a este mundo desolado y a los monstruos gigantes de una manera que es a la vez hermosa y aterradora. Su uso de colores y sombras contribuye significativamente a la atmósfera única de la obra.

La edición original americana se publicó bajo el sello editorial Dark Horse en entre 2017 y 2018 con cinco entregas en grapa. En España Astiberri lo acaba de estrenar en un formato TPB en tapa blanda que contiene todo lo anterior mencionado. Además de unas páginas de bocetos y notas de los hermanos Valderrama sobre la creación de Gogi y Zedo o el monstruo llamado Fantasma.

En resumen, «Gigantes» no es solo un cómic, es una experiencia literaria y visual que nos invita a reflexionar sobre la condición humana en un contexto extremo. Su continuación promete llevarnos a lugares inexplorados, enfrentándonos a nuevos dilemas morales y desafíos emocionales. La espera por el segundo volumen no será fácil, pero sin duda valdrá la pena, ya que nos sumergirá una vez más en este mundo postapocalíptico único y nos recordará que, incluso frente a monstruos gigantes, la narrativa humana sigue siendo la más cautivadora de todas.

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