
“Un hombre con un murciélago en el pecho nos mantiene a salvo”
De la producción contemporánea en torno a Batman la etapa más destacable, con sus luces y sus sombras, es la de Tom King. El trabajo del guionista de «La Visión”, “Mr. Miracle”, “Rorschach” o, entre otros, “Strange Adventures” supuso un gran soplo de aire fresco para la cabecera del Caballero Oscuro a partir del “Renacimiento”. Unos nuevos bríos en los que combinó la vuelta a la esencia del personaje, necesaria tras la rupturista etapa (en algunos aspectos) de Scott Snyder y Greg Capullo, con elementos más introspectivos que enriquecieron las propuestas que ofrecía la cabecera. Una etapa para el recuerdo, de la que muchos citan el número de “La boda” (“Batman #50 USA”) como la entrega más controvertida de su etapa. Un número con tantos admiradores como detractores, que bajo nuestra opinión sirve de preámbulo para el arco de tres entregas que vino después: “Días Fríos”, (“Cold Days”), posiblemente el mejor relato que ha llevado a cabo Tom King con Batman.
Tras los hechos mostrados en el esperado Batman #50, donde la esperada unión matrimonial entre Bruce Wayne y Selina Kyle deviene en ruptura, Batman ha de asumir su nuevo estatus emocional. King lo muestra en este cómic, si bien no es el eje principal de la trama, pero si es el elemento contextual que determina su recorrido. Así nos vamos a encontrar a Bruce Wayne como miembro de un jurado que ha de evaluar la culpabilidad de Mr. Frío, acusado de haber cometido tres asesinatos.

“Dice que Batman se equivoca… Pero si quiere que yo piense lo mismo… ¡Demuestre eso, señor Wayne!”
Bruce Wayne se postulará como el único miembro del jurado que cree en la “no culpabilidad” del villano, que paradójicamente ha sido capturado por Batman. Ese es el punto de partida de esta historia, en la que Bruce deberá debatir con el resto del jurado el destino del villano. Un elemento que nos retrotrae al clásico del cine “Doce hombres sin piedad” (“12 Angry Men”), de Sidney Lumet, y del que Tom King toma como una de las bases para la construcción de este relato. Pero no la única. Porque a través de esa estructura, King se sirve para ahondar en la psique de Bruce Wayne, revelarnos cual hondo es el desequilibrio provocado por Selina (“Catwoman”) en todos los aspectos de la vida de Batman. A su vez, la esencia del personaje aparece de forma cristalina en unos diálogos que rebelan las complejidades que supone llevar el disfraz del murciélago y lo que llevó a Bruce a tomar ese camino.
Todos esos elementos aparecen de soslayo en las deliberaciones del jurado, magistralmente colocados por King, que conforme la trama se resuelve va relevando al lector el dolor que siente Bruce Wayne ante el sufrimiento que lleva a cuestas, tanto el que hizo nacer a Batman como el que le ha provocado Catwoman. Así aparece, bajo la imagen del playboy multimillonario la figura del hombre herido en lo más íntimo, que siempre ha llevado ese dolor consigo mismo. Al igual que el manto del murciélago.
“Necesito recordar quien soy.”

Así se eleva este relato de tres entregas, publicadas en Estados Unidos en los números #51 a #53 de “Batman” durante el verano de 2018, hasta erigirse como la mejor historia de Batman de la etapa de Tom King. Mérito que ha de compartirse con el equipo artístico que lo plasma en viñetas. En primer lugar un superlativo Lee Weeks que, a través de composiciones de página notables, que mantienen el tono y secuenciación de la historia en lo más alto, perfiladas con su potente trazo realista y urbano, ideal para un guion de estas características. Al igual que el color con el que baña cada página Elizabeth Breitweiser en estas tres entregas, que refuerza el tono emocional de esta trama y nos plasma con colores acertados tanto la frialdad de la sala de deliberaciones del jurado como el infierno personal que está viviendo Bruce Wayne durante esta aventura.

Por todo eso, no es de extrañar que la primera edición en castellano, editada por ECC en el “Batman # 82/27” de la actual colección en grapa, se agotara rápidamente tras su publicación en enero de 2019. No es para menos, pues estos “Días fríos” componen uno de los mejores relatos contemporáneos de Batman. Quien los ha leído los sabe, y quien no lo haya hecho, puede saldar esa deuda pendiente consigo mismo con las ediciones posteriores que ha llevado a cabo ECC. Dos para ser exactos. Una dentro de la compilación en tomo de la etapa de Tom King, en “Batman vol. 11: Días fríos”, que además de estos tres números se completa con los cuatro siguientes de la colección del Señor de la Noche. La otra, es la delicatessen en blanco y negro editada en 2021 de forma limitada, pero aún disponible, que es “Batman: Días fríos – Edición Deluxe en blanco y negro”, donde además de este arco el volumen nos ofrece el Batman Annual núm. 2 USA, el Batman 67 USA (junto a Jorge Fornés), y el one-shot protagonizado junto al clásico personaje de Elmer. Una opción ésta última que, si bien nos priva de disfrutar del excelente color de Elizabeth Breitweiser, nos muestra toda la fuerza y grandeza del arte de Lee Weeks en esas páginas donde su tinta potencia cada una de las viñetas. En este caso es difícil quedarse con una de las dos opciones, pues estamos ante un tebeo majestuoso en sus dos versiones (color y a tinta), quizá el mejor de lo publicado con Batman en los últimos años.

Magnífica reseña. Sabes si Ecc tiene pensado publicar el integral de Tom King y Lee Weeks aparecido en USA? Weeks es buenísimo en blanco y negro pero la colorista es soberbia, a juzgar por la planchas que veo.
Gracias y enhorabuena por el blog
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Gracias!
Pues de momento creo que van sacando la etapa completa de Tom King en tomos. Así que te puedes hacer con «Días Fríos» en el tomo correspondiente, que está linkado en la reseña. En cuanto al integral en concreto, creo que tarde o temprano saldrá, dado el nivel de lo que contiene.
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