“Hijo mío… Nadie salva al mundo.

Lo mejor que puedes hacer es ayudar a que la gente sobreviva a él.”

Desde que el proyecto se anunció por DC comics, la expectación no dejó de crecer: Mark Russell, Michael Allred y Laura Allred iban a llevar a cabo una historia del Superman de la edad de plata en el contexto previo a lo ocurrido en las míticas “Crisis en tierras infinitas”. Además, Russell anunciaba que trabajar con Superman le permitía explorar todas las posibilidades filosóficas del concepto del primer superhéroe. No solo ello sumaba a esta propuesta, pues la “Distinguida Competencia” también apuntó que en este relato iba a desarrollarse junto a hechos trascendentales de la historia reciente del país de las barras y estrellas. Todo ello, sumado al hecho de que el último hijo de Kripton iba a verse en una tesitura nunca vista (o por lo menos nunca tratada de la forma que se ve en este tebeo) hizo que “Superman: La Era Espacial” (“Superman: Space Age”) fuera uno de los tebeos del hombre de acero más esperados a ambos lados del océano.

Publicado en Estados Unidos en tres entregas de 80 páginas en formato prestigio entre septiembre de 2022 y abril de 2023 (fechas de portada) , ECC ha estrenado en castellano esta obra directamente compilada en un volumen de 256 páginas en formato cartoné. Un tomo que ofrece de forma íntegra toda la obra, con reproducciones a página completa de tanto de las portadas principales a cargo de los Allred como de las variantes firmadas por Steve Rude, Nick Derington, Dave Johnson y Joe Quinones. Decisión acertada a nuestro juicio, pues lo que nos espera en “La era espacial” de Russell y los Allred se disfruta mejor si se aborda de forma íntegra, sin esperas entre cada uno de los capítulos que componen esta trilogía sobre una lúcida y madura visión del concepto superheroico.

Teniendo en el horizonte el apocalipsis implícito que son las “Crisis” en el Universo DC, Mark Russell (“Los Picapiedra”, “Billonaire Island” “Huyamos por la izquierda: Las crónicas del León Melquíades” o “Red Sonja”) conforma un guion que, como suele ser habitual en él, aborda mucho más de lo que a priori sugiere la premisa principal. Cierto es que la catástrofe de la «crisis» está presente en todo momento y será un hecho capital en el proceder de Superman durante el transcurso del relato, pero no es el elemento principal de la obra. Más bien uno secundario que sirve para edificar sobre las otras cuestiones que están en este tebeo, cuestiones de mayor calado y trascendencia.

Del mismo modo se presentan hechos reales de la historia reciente de Estados Unidos, sirva como ejemplo el famoso escándalo “Watergate”, el tiro de gracia a la maltrecha que desintegró lo que quedaba de inocencia en la política estadounidense tras los asesinatos de los Kennedy y Martin Luther King en los ´60. El asunto que llevó a dimitir a Nixon está presente en la obra, como otros más. Pero tampoco es ni son ninguno de ellos los elementos centrales de la obra, sino complementarios que enriquecen una obra de mayor empaque. Que sirven para hacer interactuar a los personajes principales en la ambiciosa propuesta de Russell y los Allred.

“Superman: La era espacial” supone un tebeo que va más lejos del mero entretenimiento, proponiendo una visión adulta de lo que expone, que si bien utiliza a priori versiones más puras y blancas de los héroes del universo DC (las de la “Silver Age”), las mezcla con dosis de realidad a pie del suelo. Y no nos referimos a las evidentes como la antes citada, sino las que subyacen en comportamientos empresariales cuestionables, focalizadas en un codicioso Lex Luthor, dispuesto a todo con tal de conseguir su objetivo.

Así mientras la amenaza del Antimonitor llega a la tierra, la codicia de los hombres estará presente en un relato en el que también tiene su papel destacado Batman, que descubre que los mayores crímenes no se cometen en callejones, sino en despachos. Alrededor de ellos florecerá la Liga de la Justica mientras las décadas de los 60 y 70 se suceden, hasta llegar al fatídico 1985.

Todo esto nos espera en unas páginas dibujadas por maestría por el gran Mike Allred (“Madman”, “Red Rocket”, “Estela Plateada” o “X-tasix”), que captura con su particular trazo la totalidad de este complejo fresco existencialista, siendo capaz de resolver tanto las situaciones más terrenales como las más extraordinarias. Sus dibujos, plagados de detalles como miradas y gestos que potencian cada una de las viñetas, vienen bañados por el excelente color pop “marca de la casa” de Laura Allred.  

Así se nos presenta esta “Era Espacial”, que en analogía con la época que se denomina así en muchos libros de historia (el periodo en el que la humanidad comenzó a mirar al espacio en una carrera espacial avivada por la Guerra Fría) presenta los mismos claroscuros. Donde Superman sirve a Mark Russell como elemento para meditar sobre conceptos como la esperanza y lo heroico.

Mucho más que una visión realista sobre aquella “Tierra Uno” (de hecho, no lo es en términos estrictos), “Superman La era espacial” es una reflexión existencialista que va más allá de utilizar algunos hechos de la historia reciente de Estados Unidos junto a la mitología pop superheroica de la edad de plata.  En sus viñetas albergan cuestiones de fondo sobre el sentido de la vida, la bondad y la codicia humana y la esperanza frente a lo inevitable. En definitiva, un relato sobre esperanza ante la tragedia. Y un ejemplo de que un héroe como Superman, si está en buenas manos, sirve de vehículo para construir tebeos fascinantes que sean algo más grande que mero entretenimiento. “Superman: La era espacial” tiene ese punch de las buenas historias, las que dejan poso. Las que merecen entrar en la división de honor de lo realizado con el primer superhéroe del cómic.