“Makabros”, de Pablo Stanisci y Matias De Vincenzo, es todo un descubrimiento de las historietas argentinas, que hará las delicias de los aficionados a las viñetas. Explicito homenaje a la película del clásico de cine de terror llamado: “Creepshow”. Dirigido por George A. Romero y escrito por Stephen King, estaba formado por cinco cortometrajes de terror: «Father’s Day», «The Lonesome Death of Jordy Verrill», «Something to Tide You Over», «The Crate» y «They’re Creeping Up On” You!». Analogamente, el cómic que tratamos compila cuentos angustiosos, en la línea delos comics que se publicaban en los años 50 por parte de EC Comics, como “Tales from the Crypt”, “The Vault of Horror” o “The Haunt of Fear”.

Centrándo la atención en «Makabros», estamos ante una antología temática. Es así porque engloba siete historias distintas, no conectadas entre sí a nivel del relato, pero se puede considerar que su hilo conductor es el mismo en todas. Ese enlace, son las historias de terror (con diferentes tipos de horror). Y cuando hablamos de miedo, también hay diferentes posibilidades para definir a las historias. La división más clásica en los relatos del género es cuando aparecen, o no, elementos fantásticos o mágicos. Si aparecen, estamos con obras como «Roman Ritual» o los clásicos de mundos Lovecraftianos como «Providence«. Y si vemos la otra opción, que sería sin fantasía, se suele hablar de suspense o terror psicológico: lo que se ve en tebeos como «Gideon Falls«. En las historias de Makabros tenemos ambos mundos. Esta recopilación está compuesta por siete historias: «Herencia», «Ritos», «Arcanos», «Terapia», «Destino», «Insectos» y «Encierro». Es destacable como los autores no se autoimponen una extensión fija para cada relato, variando entre tres y dieciséis páginas, haciendo que cada experiencia resulte distinta. También exploran diferentes fuentes de miedo, desde lo más familiar a lo más ajeno, desde lo más pequeño a lo más grandilocuente. Personalmente destacaría la historia de «Arcanos»: La mezcla entre los videntes y lo paranormal, junto con la lujuria y el asesinato. Con muy pocas páginas que te atrapan sin ningún miramiento.

A los guiones tenemos a Pablo Stanisci, que muestra una interesante versatilidad con las historias que, como acabo de mencionar, son para diferentes gustos. Si bien todas comparten una ambientación cercana, a medio camino entre lo urbano y lo pueblerino. Con personajes que no poseen grandes presencias en la página sino que son carriles por los que transita el relato. En el terror es así, lo que importa es el miedo y el cosquilleo en la parte de atrás de la nuca que se produce al no saber que puede pasar. Stanisci lo logra, con menor o mayor cantidad de aciertos en cada historia.

En la parte artística, tenemos a los lápices a Matías De Vincenzo (también conocido como Matías Chenzo). Los trazos de este dibujante son interesantes. El uso de diferentes técnicas hace que sea un punto a su favor, y un entretenimiento para el lector. El nivel de su expresividad en los personajes consigue que veas sus miedos en distancias cortas. La narración en las viñetas muestran la experimentación en cada relato. Arriesgándose y, sobre todo, sumando puntos al tebeo. Para cada una de las historias elige una paleta de colores distinta pero que sin embargo logran dar una sensación de coherencia a todo el conjunto. Su trabajo con los blancos y negros, y el uso de las tintas en determinados momentos son momentos para destacar en su trabajo.

Esta historia se pensó y se editó en 2020, por parte de la editorial Libera la Bestia. Se realizó durante la pandemia, al principio de manera digital. Bajo el sello de su revista llamada «Bestiasuelta«. Posteriormente se editaría en papel, con una tirada muy limitada y firmada por sus autores. En España, la publicación de este libro de relatos viene de la mano de Tengu Ediciones. Con un formato en tapa dura con un grosor de paginas considerable y lomo curvo para que se puede abrir mucho mejor. Son 80 páginas a todo color que se puede ver en librerías desde abril de este año.

Con este volumen, vemos que las publicaciones de terror siempre tendrán vigor en nuestra sociedad. Al final de la lectura se necesitaría una continuidad de muchas historias, que tienen mucho jugo detrás de ellas. Únicamente para terminar me sale una frase: “Abrid las paginas y disfrutad de este interesante tebeo”.