“El universo está lleno de probabilidades… Un montón, de hecho, al que añadir esta: es muy probable que me haya acostado con alguna de vuestras antepasadas, Con alguna bisabuela, alguna tía, o incluso con vuestra madre. ¡Y os puedo asegurar que les gustó!”
El que habla así es B.O. , el último robot sexual de la galaxia. Con 772 años de existencia a sus espaldas, pasa los días surcando las galaxias para satisfacer los apetitos sexuales de sus diversas clientas. Es el gigoló definitivo. No es barato, pero los servicios que presta son muy valorados y deseados, de un punto a otro de la galaxia. El es el protagonista de “B.O., como Dios” (“B.O, comme un Dieu”), el tebeo de Ugo Bienvenu editado en castellano por Ponent Mon.
Tras el aplaudido “Preferencias del Sistema”, Bienvenu sigue utilizando la ciencia ficción futurista para ahondar en los rasgos inherentes del ser humano. Si en “Preferencias…” la cultura como identidad era el eje sobre el que pivotaba un excelente relato, con “B.O., como un dios” será el sexo y el existencialismo los pivotes sobre los que se desarrolle este original y ambicioso relato.
“He visto cosas que vosotros, humanos, no creeríais…He conocido más mujeres de las que conoceríais jamás en mil vidas”
Un relato que no es más que el soliloquio del gigolo robótico durante sus jornadas laborales. Mientras satisface a sus clientes nos irá explicando y reflexionando que es lo que ve un robot insensible mientras practica toda practica sexual que le sea demandada, contrastando en todo momento la frialdad del artificial amante alquilado con el ardiente deseo de sus clientas.
Con el ingenio como herramienta, y sin ningún límite en cuanto a exposición gráfica sexual, Bienvenu diseña un original tebeo en el que lo pornográfico se encuentra con lo futurista. Con altas dosis de humor nos va metiendo en la historia del mejor amante del universo, el que no ha hecho otra cosa que practicar sexo durante más de siete siglos…
Todo lo expuesto es lo que quizá se podría ver en una lectura superficial. En “B.O., como Dios”, Bienvenu nos reserva un elemento más. Y es quizá este elemento el que eleva el tebeo de mero divertimento a la genialidad gráfica que es. Y ese elemento es el discurso existencialista que subyace en el soliloquio de B.O. Así, entre felaciones, cunnilingus y penetraciones varias, el hilo discursivo ahonda en las relaciones sexuales humanas reflexionando sobre el placer y el deseo, ahondando en la frialdad que puede mostrar un gigoló y la complacencia carnal como símbolo de cosificación de algunas relaciones sexuales. Con humor e ingenio, Bienvenu va a lo más profundo mientras nos muestra como B.O. da el máximo placer a sus clientas.
Un cóctel sin duda interesante el que nos espera en las 128 páginas que conforman “B.O., como Dios”. Que Ponent Mon ha editado en España apenas un año después de que Editions Les Requins Marteaux estrenara la versión original en francés. La versión española ha contado con una excelente traducción de Fabián Rodríguez Piastri, imprescindible labor para que el tebeo llegue al resulatdo creativo que alcanza. Un tebeo que, entre lo fantástico, lo pornográfico y lo humorístico descansa lo existencial y, en ultimo termino, lo divino y lo solitario. Entre coito y coito tenemos un excelente discurso reflexivo de los que leer con atención. Ese es el principal valor que atesora este cómic, un original relato para adultos y no solo por lo sexualmente explicito que muestran sus viñetas, sino por lo que encierran intrínsecamente, más allá de lo carnal. Un brillante acierto dentro del vasto universo del tebeo actual. Eso es lo que nos espera en “B.O., como Dios”