“Había una vez, hace mucho tiempo, en otro mundo…
Un caballero
y un demonio que le daba caza por el desierto.”
Han pasado treinta años desde que aquella explosión lo cambió todo. El agua y los alimentos siguen contaminados. Todos enfermaron desde que la tierra se quemó y el mar hirvió, pudriéndose lo que antaño pudo ser un idílico reino de Camelot medieval… Treinta años de podredumbre que han dejado huella en todos y cada uno de los habitantes del reino. Pero el ha vuelto: el mejor caballero del rey, el que fuera mago de la corte y general de la armada real. Inmutable al paso del tiempo, nuestro caballero regresa tal y como desapareció hace tres décadas. Con el mismo aspecto de cuando el árbol de fuego asoló el reino… Esta es la historia del caballero y el demonio en su batalla final. Esta es la historia de “Príncipe Gigahercio” (“Prinz Gigahertz”) de Lukas Kummer, editado por Cósmica Editorial.
La batalla entre el bien y el mal siempre ha estado presente en el campo de la ficción a lo largo de la historia, alimentando leyendas y mitos. Como los mitos medievales y la épica que llevan implícita. Cogiendo elementos de esos mitos, Lukas Kummer (“El origen”, “El sótano” o “El rechazo”) nos va a proponer una obra que sorprende en el recorrido que propone. Porque en “Príncipe Gigahercio” nos vamos a encontrar una historia mucho más ambiciosa de lo que a priori podría parecer.
Ambiciosa en el sentido de ofrecer una mezcla de géneros clásicos (lo fantástico y la ciencia ficción) para llevarnos a una amalgama que funciona como perfecto punto de equilibrio, transitando entre los necesarios y elementales lugares comunes de género para llevarnos a cada paso a terrenos menos concurridos y más atrayentes. Todo medido en un relato donde la épica nos acompaña en este duelo final, mientras asistimos a la desolación de un mundo donde la magia quebró el encanto medieval que poseía.
También advertimos ambición en lo gráfico, pues estamos ante una propuesta de hábil resolución sintética en cuanto a trazo y desarrollo de sus viñetas, que dota de mayor dinamismo a lo contado y de un atractivo añadido en cuanto a su resolución, hecho que se potencia con el color vertido en el tebeo, marcadamente pop.
Unas ambiciones que dan su fruto en una golosina visual y conceptual, que cumple sobradamente su propósito de ofrecer entretenimiento en lo que cuenta. Utilizando lo clásico para retorcerlo llevándolo a paisajes menos transitados, pero si recorridos. Pero eso no le quita singularidad a Príncipe Gigahercio. En todo caso le da sentido dentro de la postmodernidad de revisar lo clásico aportando otras visiones, como la que baña la historia de Kummer, que revisa la fantasía clásica dotándole de un aire de sci-fi saludable.
Eso es lo que nos espera en las 112 páginas que componen “Príncipe Gigahercio”: Entretenimiento, referencias cruzadas y bien asimiladas y una propuesta grafica fresca y resolutiva. Un tebeo que se descubre mientras se recorren sus viñetas, tan esenciales y sencillas como sólidas en composición y desarrollo. Un pequeño tesoro indie originalmente publicado en alemán por Zwerchfell Verlag, que Cósmica editorial ha apostado por traer al mercado español en formatos digital y físico. Siendo este último bañado por el brillo que desprende su cubierta, singularizando más el neón que baña la ilustración de portada. En definitiva, estamos ante un gran destello que anticipa lo que nos espera en sus páginas: algo que merece ser contado. Por lo que ofrece, lo que mezcla y lo que desarrolla en forma y fondo. Un hallazgo.