Los aficionados más veteranos aún recordarán como al calor de las vacaciones (navideñas o veraniegas) las editoriales surtían los quioscos (si señor lector: hubo una época que podías encontrar infinidad de cómics en cualquier quiosco) de especiales para el periodo vacacional. Tanto en Estados Unidos, con los añorados annuals donde Marvel y DC comics reservaban historias “más grandes que la vida” que protagonizaban sus superhéroes, como en nuestro país: Forum y Zinco (las empresas que por aquel entonces poseían los derechos de Marvel y DC para España) surtían de especiales para llenar los días de ocio. Normalmente, tanto Forum como Zinco solían aprovechar para publicar algún annual usa que otro; otras veces aprovechaban el gran formato para publicar una saga completa de la serie regular usa de una cabecera ya consolidada en España.
Hasta Forum consiguió en su época de máxima expansión, antes de la crisis del 93, publicar todas las celebradas (y discutidas) sagas de annuals que por aquel entonces sacaba la casa de las ideas (“La Guerra de la Evolución” o “Atlantis Ataca”). Especiales que hacían honor a su nombre. En aquellos periodos navideños muchos descubrimos con esos números estacionales obras tan mayúsculas como “Clavos Rojos” de Roy Thomas y Barry Windsor Smith o aquel estupendo annual de la Patrulla-X donde hacían su aparición Longshot y Mojo para incorporarse al universo mutante bajo la batuta de Chris Claremont, todo dibujado por el gran Arthur Adams, por citar solo unos pocos ejemplos de la calidad de material de la casa de las ideas que reservaba Forum para final de año.
Zinco no se quedó atrás, aunque su producción en términos de números especiales era cuantitativamente menor, de forma cualitativa su producción fue más que notable. Sirva de ejemplo diciembre de 1988, con la primera edición en España de la saga de Alan Moore sobre el hipotético final del Superman precrisis («¿Qué le sucedió al hombre del mañana?«) ofreciendo en la misma grapa los dos números usa que componían esta obra (Superman #423 y Action Comics #583) y ofreciendo de complemento el primer cómic de Superman (Action Comics #1). Y eso salía a la venta a la vez que un especial navideño dedicado a La Cosa del Pantano que brindaba por primera vez al aficionado español el majestuoso #34 de The Saga of Swamp Thing (uno de los mejores tebeos de “Swampy” de toda su historia) junto al #32.
Otro ejemplo, obviamente de menos calidad que las referencias antes citadas, serían los dos cómics que nos ocupamos hoy: “Christmas con los Superhéroes”, dos especiales navideños del universo DC que se publicaron en España en los diciembres consecutivos de 1989 y 1990. Dos tebeos que, si bien el paso del tiempo han hecho mella en ellos, son candidatos a recordar en estos días tan propios a la nostalgia.
Bajo ese título se englobó la edición española de “Christmas with the Superheroes”, una cabecera que la «Distinguida Competencia» publicó para la navidades de 1988 y 1989. Dos antologías de relatos en las que participaron muchos de sus personajes y autores más célebres. Dos Entregas que Zinco no reprodrució íntegramente tal y como salieron editadas en Estados Unidos. Hecho que, en aquella época sin redes sociales ni interconexión inmediata, pasó inadvertido. Aún con eso, lo publicado en España es motivo de entrañable recuerdo para muchos.
Así el primer número se recuperaba “Se busca a Santa Claus, vivo o Muerto” (“Wanted Santa… Claus Dead or Alive”), una historia de Batman publicada originalmente en 1979 en DC Special Series, obra de Denny O´Neill y nada menos que un joven Frank Miller a los lápices con las tintas de Steve Mitchell. La grapa continuaba con la primera vez que John Stewart formó parte como Green Lantern de la alineación de la Liga de la Justicia en “El hombre que asesinó a Santa Claus” (“The Man who Murdered Santa Claus”), de Len Wein, Dick Dillin y Dick Giordano, originalmente publicada en JLA #110 entre marzo y abril de 1974. Superboy y la Legión de Superhéroes cogían el testigo con “¡Esta noche brilla… la estrella más lejana”, una aventura a cargo de Paul Levitz, el gran José Luis García López y Dick Giordano que se publicó en 1979 en el #21 de DC Special Series. Como cierre final, cuatro excelentes páginas del Ambush Bug de Keith Giffen totalmente desencadenado. Todo eso es lo que encerraba aquel especial con la estupenda portada de John Byrne.
Un año después vió a la luz en España la segunda entrega navideña del Universo DC, en este caso con portada de Larry Mahlsted, que nos mostraba a la plana mayor de la Liga de la Justica ayudando a Papá Noel en su tarea de fabricar regalos. Dentro nos esperaban auténticos regalos: como el que protagoniza Superman en “El Encuentro” a cargo de Paul Chadwick, John Nyber y Tom McCraw) o Batman (“En las profundidades” de Dave Gibbons y Gray Morrow). John Byrne y Andy Kubert se aliaban para hacer de “Noche Silenciosa”, protagonizada por As Enemigo, la mejor de las historias de esta entrega. Seguía la fiesta con Flash y Green Lantern asumiendo los roles de Santa Claus en una amable historia que pasaba sin pena ni gloria, a cargo de de Bill Loebs, C. Doan y Ty Templeton. Para cierre Alan Brennert, Dick Giordano y Tom McCraw, retomaban el nivel con “Si se olvidase una antigua amistad”, un bello relato navideño protagonizado por Deadman y Supergirl.
Si bien en conjunto ambas antologías resultaban irregulares, por lo descompensado de las historias que la componían, el resultado no dejaba (ni deja) de ser entrañable. En primer lugar , porque recupera trabajos curiosos de artistas legendarios (como ese Batman de un Frank Miller previo a desarrollarse como el gran artista que ha llegado a ser) o relatos directamente bizarros y añejos, como los protagonizados por la Liga de la Justicia o la Legión de Superhéroes. Pero también ofrece historias maduras, que abren caminos a la reflexión (“El Encuentro” que protagoniza un hombre con Superman) o sirvió para que artistas de la talla de Dave Gibbons demostrara sus dotes como guionista con esa soberbia historia de Batman con el arte de Gray Morrow. También para encontramos pequeños tesoros del noveno arte (Ese As Enemigo de John Byrne y Andy Kubert). Todo eso englobado bajo ese halo de “holyday special” que tan bien se le da a la industria de superhéroes estadounidense. Entretenimiento para días festivos. Que cumplía su función, aunque no todas las dosis fueran igual de sólidas. Y servían, de alguna manera, para recordar lo especiales que eran esos días de celebración, esos días en definitiva de fiesta.