“¿Habrá en este vasto mundo un lugar donde un dragón cobarde pueda vivir tranquilo?”
Letty es un joven dragón que no se caracteriza precisamente por su valentía. Repudiado por su familia, no tiene a donde ir. Es hora de buscar su lugar en el mundo, de encontrar una casa donde no sea molestado ni atacado. Letty solo quiere estar tranquilo y que no le moleste ningún héroe con ganas de alcanzar la gloria a costa de enfrentarse a él.
Pero la búsqueda de vivienda no va a ser fácil. Ni siquiera con la ayuda del peculiar agente inmobiliario que le va a acompañar: Deria, agente de la propiedad inmobiliaria, arquitecto superior y Rey de los elfos. El será quien asesore a Letty en la búsqueda del hogar ideal, tarea harto complicada para nuestro joven dragón. Esta es la premisa de partida de “Dragón busca casa”, (“Dragon. Ie wo kau”), obra de Kawo Tanuki y Choco Aya con el que Editorial Hidra ha inaugurado su línea manga en España.
Bajo estos parámetros comienza esta comedia ligera, plagada de referencias a la fantasía popular, el mundo de la animación y los videojuegos. Con un humor, y tono en general, accesible a todo tipo de públicos, Tanuki construye una saga en la que el ingenio y el absurdo se dan la mano mientras asistimos a la sucesión de gags que encierra este primer volumen de esta serie, que ya lleva siete publicados en Japón y una adaptación al manga recién inaugurado este año. Una premisa que quizá puede parecer a priori de corto recorrido pero que queda bien resuelta con frescura en este primer volumen. A lo que ayuda la coherencia que muestra en todo momento Tanuki en la colección de absurdos que nos esperan en estas páginas. Bien hilvanados con frescura, con referencias a la cultura popular bien introducidas y con un dúo protagonista que funciona de forma solvente, sobre todo por el divertido contraste de personalidades que supone.
Choco Aya en lo gráfico nos propone un arte plagado de detalles, capaz de dotar de mayor ensueño el mundo de fantasía clásica en el que viven Letty y Doria. Un estilo serio y deudor de los clásicos y el imaginario del género, planeando en todo momento la estética que desprende “El Señor de los Anillos” o “Dragones y Mazmorras”, por citar solo algunas referencias más evidentes. Referencias que, conjugadas con el tono humorístico de la obra, dotan de personalidad a la obra. De hecho, los mejores gags descansan en ese contraste estético que supone mezclar estos elementos.
Así se nos presenta “Dragón busca casa” en su primer volumen, que consta de 176 páginas editadas en formato rústica con sobrecubiertas. Un manga ideal para echar un buen rato. Una comedia para todos los públicos que consigue divertir y entretener a través del ingenio de lo absurdo de la búsqueda inmobiliaria de Letty y Doria.