Está en un espacio vacío. No hay nada a su alrededor excepto Ojo 3, el dispositivo de control y asistencia. Nuestro protagonista, Thomas Marriot, se está empezando a sentir agobiado, es empleado de Industrias Wortham. Le mandaron un trabajo de lo más peculiar y tiene que saber manejar la máquina de probabilidad como le indicaron o todo saldrá mal. Todo fue explicado en las reuniones de equipo, pero no se acuerda de todo en ese momento. Pulsa el botón y se produce la gran explosión que lo origina todo. Parece que todo funciona y hace unas preguntas en voz alta que responde Ojo 3. ¿Todo salió bien? ¿Qué hacemos ahora? La respuesta es de lo más sorprendente… esperamos diecisiete mil millones de años.
Así comienza el primer relato de ¡Universo! de Albert Monteys («Solid State» o «El Show de Albert Monteys«) . Monteys es un ilustrador español conocido por sus trabajos en la revista “El Jueves”, de la que llego a ser director. Después de varios años trabajando sin mucha estabilidad laboral, consigue por su puesto en la revista para tener cierto margen para trabajar en lo que más le gusta. Hasta que en 2014 no le permiten sacar unas historias de la monarquía española y decide trasladarse a la publicación online “Orgullo y Satisfacción”, coincidiendo con ese suceso, también comienza su trabajo en la editorial Panel Syndicate para la creación propia de la obra que estamos tratando en esta reseña. Panel Syndicate publica integramente todo de manera digital, para con posterioridad mediante colaboración con alguna editorial, (como pueda ser Image), editar en formato físico los tomos recopilatorios para el mercado de habla inglesa.
«¡Universo!» es una obra de ciencia ficción retro futurista, con la que fue nominado a los premios Eisner a “Mejor cómic digital” en 2017. La libertad creativa de Panel Sindycate permite a Monteys adentrase en temáticas elaboradas y ir un paso más allá en lo artístico. Así se ve en «¡Universo!», divido en varios relatos interconectados de manera brillante, donde el lector ira desentrañando todos los detalles que incluye Monteys en su obra. Alguien puede creer que estemos ante un tebeo humorístico, por la trayectoria más conocida de su autor, pero es justo lo contrario. Monteys deja rienda suelta a su afición por la ciencia ficción más pura y planta muchas cuestiones para pensar en lo que viven sus personajes..
Otro de los atractivos de la obra, además de los textos, son las magníficas viñetas de este autor. Con un aspecto caricaturesco, pero con ciertos aspectos realistas, consigue que te introduzcas mucho más en la historia sin que el cambio de capitulo suponga ningún problema. Toda la obra está llena de detalles con una aplicación del color que puede dejarte apabullado. El detalle que llama mucho la atención (que el propio autor reconoce) es el dibujo de los ojos. Es un sello personal de este dibujante que consigue que te adaptes a su estilo de manera rápida y que te guste ese estilo.
Esta obra esta editada en papel de la mano de Astiberri Ediciones en su colección “Sillón Orejero”. Comparado con la versión digital de Panel Syndicate puede verse la diferencia por la utilización de un papel mate que apaga un poco los colores, mientras que en la pantalla los colores brillan y prácticamente se salen de la misma. Después de releer esta imprescindible obra con los primeros cinco números, tengo que reconocer que te deja con ganas de saber más de este “Universo”. Y de hablar de ello, como ya hicimos en el episodio quinto de la segunda temporada del podcast de Heraldos de Galactus.
Pensar, por ejemplo, que si un extraterrestre nos viera por primera vez, quedaría horrorizado. Tenemos un cabeza llena de agujeros absurdos y las manos parecen grotescas, como si lleváramos pegada otra criatura. Esos son los detalles que hacen un tebeo de ciencia ficción con detalles de humor prácticamente prefecto. A día de hoy, Monteys continuó con un número más que se encuentra de manera online en la editorial Panel Syndicate. Esperemos que decida retomar esta cabecera para seguir deleitándonos con lo que aguarda en su particular «¡Universo!».