1949 Berlín. Janos y Chan, del escuadrón “Blackhawks”, bajan a un búnker desierto cubierto de ratas y lleno de cadáveres. Los dos buscan un arma secreta alemana de la que Janos oyó hablar a un personaje misterioso. Se encuentran con una extraña linterna verde de ferrocarril enterrada en un montón de basura. Intrigado por el objeto, ya que recuerda vagamente una leyenda que rodea a un farol verde, aunque es incapaz de recordar que pasaba con ese objeto , decide llevárselo con él.
Así comienza nuestra historia de Green Lantern, que siempre ha contado con grandes autores a lo largo de toda su trayectoria editorial, como Gil Kane, Neal Adams, Dennis O´Neil, Len Wein, o en tiempos más recientes, Geoff Johns o Grant Morrison. En el tebeo que hoy tenemos con nosotros aparecen más grandes autores que hicieron este relato.
Un inspirado Neil Gaiman (creador de la versión más celebrada de Sandman), nos ofrece “Green Lantern/Superman: Legend of the Green Flame”. Este especial comenzó a gestarse en 1989 cuando la antología Action Comics Weekly daba sus últimos coletazos para volverse a convertir, simplemente en Action Comics, uno de los títulos habituales del Hombre de Acero. Gaiman propuso al editor Mark Waid un número único que serviría de homenaje a los personajes que protagonizaban esos tebeos, con hincapié en Linterna Verde y el propio Superman, pero sin olvidarse de otros como Deadman o Catwoman. Por desgracia aquella aventura no llegó a publicarse en ese momento porque DC Comics no quería contradecir la continuidad canónica de ambos protagonistas. Según esta, resultaba imposible que Hal Jordan conociera la verdadera identidad de Clark Kent, un hecho que, para el escritor, resultaba imprescindible para poner en marcha la trama.

Las historias situadas en lineas temporales alternativas y universos paralelos han sido una constante en los cómics durante más tiempo del que muchos de nosotros nos acordamos. Todos los «¿Y si…?», los “si tan solo…” y muchas más historias imaginarias… relatos de cosas que no podrían haber pasado en realidad sin llevar a una colección a su abrupto fin. El cómic que tenemos entre manos es uno de esos casos. Es el universo DC con el que estamos familiarizados pero una década antes. Situémonos en el año 2000. Este tebeo ve la luz, no sin una infinidad de problemas para recuperar el relato original, con la ayuda de grandes estrellas como Eddie Campbell, Kevin Nowlan, Mark Buckingham, Jim Aparo, Matt Wagner y John Totleben. La portada, por cierto, corre a cargo de Frank Miller.
El cómic se divide en varias secciones dibujadas cada una por un artista diferente. Con un prólogo dibujado por Eddie Campbell («From Hell«), fechada en 1949. Continua con un primer capitulo 40 años después con una primera arte dibujada por el gran Mike Allred («Madman» o «Silver Surfer«, entre otros) y la las tintas Terry Austin; y una segunda parte dibujada por Mark Buckingham, uno de los autores de Fábulas. Sigue el relato con un capitulo dibujado por John Totleben, curiosamente, las páginas dibujadas por este maestro, donde los protagonistas se encontraban con Deadman, rendían homenaje a Abajo entre los muertos, uno de los episodios imprescindibles de su etapa como entintador de Steve Bissette en «La Cosa del Pantano« de Alan Moore.

Tendremos dos interludios en el tebeo, que hacen un enlace con los capítulos. Cada interludio es dibujado por artistas diferentes, como Matt Wagner («Grendel«, «Demon«) o Jim Aparo («Batman») dándonos una visión cada autor del Fantasma Errante que es el protagonista que nos enlaza la historia. Un tercer capitulo dibujado por Eric Shanowercon el entintado del gran Arthur Adams. Para finalizar tenemos un último capitulo dibujado por el gran Kevin Nowlan ( «Doctor Extraño» ), y un epílogo de Jason Little, creador de la obra “Shutterbug Follies”,con un estilo de lo más peculiar para el momento en el que se hizo.
De esta manera DC Cómics publicó una obra que a todas luces parecía muy difícil de editar. Gracias a Mark Waid, que se acordó del guion de Gaiman, de manera posterior a la publicación de Sandman y el éxito que eso conllevó. Si Neil Gaiman no hubiera tenido el éxito arrollador que consiguió, lo más seguro esta historia seguiría archivada entre los miles de documentos de la editorial DC Comics. A nuestro país lo llevo al mercado nacional la editorial Norma por primera vez, y posteriormente cuando Planeta adquirió los derechos de DC hicieron dos ediciones en cartoné, que solamente incluía el tebeo de La Leyenda de la Llama Verde y otra edición en un recopilatorio de historias de Green Lantern, que incluían la historia de Gaiman, una de John Byrne con Larry Niven (creador de Mundo Anillo) y una historia escrita por Alan Moore. Ahora mismo es una obra que no está reeditada por parte de ECC Ediciones. Un “ElseWorlds” a todas luces, aunque no esta incluido en ese tipo de línea.
Una vez terminado de leer esta historia, se nota bastante que fue uno de los primeros trabajos de Neil Gaiman y que tampoco es una maravilla de guion, pero mantiene un nivel que hoy en día se podría considerar alto. La parte más interesante del tebeo es la artística, viendo los diferentes estilos de los autores y como mantienen la historia aunque el guion baje un poco el listón. Si no te acuerdas que hacer con una linterna verde, recuerda el consejo del padre de uno de los personajes: “Hijo, nunca salgas a beber con un héroe de guerra polaco”.