No solo del aficionado clásico vive una editorial y en DC Comics lo saben. Por eso, mes tras mes continúan de forma imparable la expansión de su catálogo dirigido a targets concretos: bien sea lectores maduros (“DC Black Label”) bien sean publico joven (“DC Young Readers”). Tampoco descuidan a los más peques de la casa, ahí está el sello “DC Kids” que, en una acertada sinergia con sus series de animación infantiles va produciendo títulos dirigidos a las nuevas generaciones de lectores. Un público que ha de cultivar todavía el hábito de la lectura, incluso puede estar aprendiendo a leer. Para ayudarles en ese camino, y de paso introducirlos en el maravilloso mundo del noveno arte, el cómic que tratamos hoy se nos antoja ideal. Estamos hablando de “Superman de Smallville”, de Art Baltazar y Franco Aureliani, editado recientemente en castellano por Hidra.
Sin duda no es un público fácil. Habrá que seducirlo con un relato con suficientes puntos de interés para mantener la atención fugaz del peque que se asome a esas páginas. Convendrá plantear un argumento sencillo, que no plano, con suficientes puntos de interés para que la experiencia de lectura sea placentera. Para fomentar el hábito lector. A su vez, se deberían sintetizar los elementos icónicos del personaje que protagoniza el tebeo. Sin abrumar con detalles pero mostrando lo esencial para que sirva de primera toma de contacto con él. Éste es, en definitiva, el camino que han tomado Franco Aureliani, también conocido como Franco, y Art Baltazar a la hora de afrontar este trabajo. Un camino que resultara gratificante de recorrer a las noveles generaciones de lectores que se acerquen a este tebeo.
De esta manera el equipo creativo responsable de las divertidas “Tiny Titans” o “¡Superpoderes!” recoge el legado del hombre de acero y nos brinda una excelente historia infantil en perfecta consonancia con lo que suponen los más de ochenta años de vida editorial del último hijo de Kripton. Para ello, los autores conservan lo esencial del concepto del personaje y sitúan la acción en los años de instituto de Clark en Smallville, al igual que la recordada serie de televisión de culto de comienzos de siglo. Un Clark que está despertando como superhéroe, en clara analogía con el “despertar” que van viviendo los jóvenes lectores a los que está dirigida esta obra. Un Clark que curiosamente no será un “Superboy”, sino que directamente se hará llamar “Superman”. Así el elenco clásico de los años del joven Kent en Smallville hará acto de presencia, de forma natural y no forzada, y asistiremos a una historia donde Clark descubrirá quién es y de donde viene. Sin excesiva información, solo la imprescindiblemente necesaria para que recoja conceptualmente lo que implica en el personaje ese momento de su vida. De forma accesible para que sea atractiva la aventura para la chavalada que se adentre en estas páginas. En el justo equilibrio con lo que supone el icónico legado del primer superhéroe de la historia y la accesibilidad absoluta para una nueva generación de lectores.
El estilo “cartoon” de los dibujos, sencillo en trazo y ejecución, pero efectivo en su cometido, cumple a la perfección en un tebeo de estas características. Caracterizaciones graficas sencillas que capturan lo esencial en muy pocos detalles, reflejando que muchas veces “menos es más” y que lo importante no es dibujar mucho, sino quedarse con la esencia y adaptarla al lenguaje gráfico que vas a mostrar. Y sobre todo: saber contar. Tanto en el estilo como en capacidad narrativa, el tándem formado por Baltazar y Franco funciona a la perfección: Tan accesible a los peques como atractivo para ese adulto que pueda estar leyendo este comic con su descendencia.
Por todo ello “Superman de Smallville” puede ser una excelente primera toma de contacto con el primer mito superheróico de la historia. Yendo más lejos, puede suponer que jóvenes generaciones descubran el placer que encierra la lectura. En definitiva, este tebeo puede ser un buen comienzo en un hábito saludable. Una herramienta óptima para cuidar la cantera fomentando la lectura.