La semana en el Instituto de Secundaria de Gotham se presenta intensa. A las actividades dedicadas a la orientación laboral se le suma “la guerra de bandas”: el concurso de grupos musicales formados por alumnos. Para Dinah Lance además, será una de las semanas que cambiarán su vida, pues está a punto de descubrir muchas de las habilidades que posee. Una semana de descubrimientos y autoconocimiento para “el viaje del héroe” que emprenderá la adolescente. Todo ello se encuentra en “Canario Negro: Fuego” (“Black Canary: Ignite”), de Meg Cabot y Cara McGee. Un nuevo título de la línea de DC Comics para su publico infantil que Editorial Hidra ha editado recientemente en castellano.
“Nunca hables así de tu don, Dinah. Que sea distinto al de los demás no significa que no sea especial”.
En estas páginas no faltan guiños para los aficionados clásicos a DC Comics, pero sin duda este material está dirigido a nuevas generaciones de lectores, pues estamos ante una historia que, como todas las de la línea de novelas gráficas infantiles y juveniles de la Distinguida Competencia, no viene lastrada por la continuidad del universo tradicional de Superman y Batman. Una forma fresca y a la vez certera de acercar esta basta cosmogonía de héroes a targets nuevos, situando a los protagonistas en situaciones más cercanas a las que pudiera experimentar su público objetivo, como la adolescencia de una chica que está descubriendo lo que es capaz de hacer mientras pasa sus días de instituto con su inseparable pandilla de amigas.
Meg Cabot (“El Diario de la Princesa”, “Mediator” o “Heather Wells”) revisita el origen de la justiciera callejera para proponer una historia orientada al público infantil y juvenil, entremezclando los rasgos principales del personaje con las inquietudes que se puede encontrar una chica durante sus días de instituto. Manteniendo lo esencial de la caracterización de Dinah Lance, Cabot propone un viaje iniciático del personaje hacia su autoconocimiento. Todo ello de forma muy natural y a la vez con sentido de la maravilla. Ese sentido que solo se puede expresar y sentir cuando se está en secundaria.
A nivel gráfico, Cara McGee da el toque ligero necesario que precisa el relato con un trazo cercano al manga que le viene muy bien a la propuesta. Los colores naifs de Caitlin Quirk, con predominio de violetas y rosas, singularizan aún más el resultado final dejando una sensación cálida y confortable que planea a lo largo de todas las páginas, logrando el conjunto de dibujo y color una fortaleza gráfica evidente y solvente: unas páginas que a más de una pequeña lectora “le entraran por los ojos” y le permitirán, a través de esta aventura, descubrir el placer de la lectura.
“Fuego”, en definitiva, es una piedra más de la refrescante línea de DC Comics con la que apuesta por ampliar su base de lectores dirigiendo su producción a varios segmentos del público infantil y juvenil: “Harley Quinn: Cristales Rotos” estaba dirigido a lectores que están acabando su adolescencia; “¡Hola Liga de la Justicia!” y “DC Superhero Girls” cumplen la misma función para un público en plena etapa infantil; y en el caso de lectores un poco más mayores, entre 8 y 13 años, “Canario Negro: Fuego” posee la misma eficacia que los títulos anteriormente citados. Las 144 páginas que comprenden el volumen editado por Editorial Hidra en formato cartoné no se harán largas para ningún chaval que comience su lectura. Al contrario, puede que sea el comienzo del descubrimiento de que en Gotham hay mucho más que murciélagos.