En 1982, Chris Claremont ya había transformado a los X-Men en la serie más interesante y rompedora de Marvel Comics. Y en una de las más vendidas. Por eso, en la editorial decidieron ampliar el universo mutante con un nuevo grupo de jóvenes estudiantes que residirían en la Mansión X para aprender a usar sus poderes, como antes lo había hecho el grupo original.
Así nacieron Los Nuevos Mutantes, grupo que incluía en sus filas a un nutrido número de jóvenes con poderes de lo más diversos: Danielle Moonstar “Espejismo” (una nativa americana con poderes telepáticos y capaz de crear objetos sólidos con la mente), Rahne Sinclair “Loba Venenosa” (una salvaje licántropa), Sam Guthrie “Bala de Cañón” (capaz de generar energía termoquímica en su organismo para poder volar), Roberto Da Costa “Mancha Solar” (Con poderes de absorción y canalización de energía solar), Xi´an Coy Manh “Karma” (capaz de poseer a los demás), Magma (una chica brasileña con temibles poderes volcánicos), Magik (la hermana de Coloso, una especie de hechicera que también era la más poderosa del grupo) o Doug Ramsey “Cifra” (capaz de entender y traducir todos los idiomas, incluso los alienígenas).
La serie tuvo unas ventas relativamente buenas gracias al trabajo de los grandes profesionales que trabajaban en ella. Llevando las riendas de los guiones, estaba el legendario Chris Claremont y en el apartado artístico trabajaron autores de la talla de Bob McLeod, Sal Buscema o Tom Mandrake. Todos ellos, dejaron buenos números, bien realizados y aventuras mutantes que funcionaban bastante bien. Pocos imaginaban entonces que la serie daría un salto importante a partir del número 18 de la colección, con la aparición en escena del dibujante que lo cambiaría todo: Bill Sienkiewcz. Este singular artista, dibujó en sus inicios una excelente etapa del Caballero Luna, con un estilo muy similar al de Neal Adams en el detective nocturno de la «Distinguida Competencia».
Cuando los aficionados compraron ese número 18, pensaron que se encontrarían con un gran nivel por los precedentes en el dibujo, y en el momento de abrir el tebeo descubrirían un auténtico movimiento sísmico, tanto argumental como visual. Aquí apareció, sin ir más lejos, el personaje llamado Warlock; un extraterrestre de mentalidad infantil cuyo increíble y abstracto diseño le convirtió en uno de los más populares entre los lectores.
Ahora, nos llega este “War Children”, ambientado en el tiempo, después de la saga de las “Guerras Asgardianas” (trabajo realizado por Claremont y Arthur Adams) y que podría definirse como una especie de flashback del pasado de este equipo. Toda la historia se centrará en Warlock el cual, tras el despertar de unas pesadillas muy tenebrosas, quiere destruir a sus amigos. La locura se apodera de Warlock y el virus tecno-orgánico de este intentará infectar a todos los miembros del grupo para acabar con ellos, uno a uno. Al intentar invadir a Magik, se producirá una reacción en cadena que despertará la versión más oscura de la mutante. Se mezclarán varias tramas y todo este conflicto provocará la aparición de Magus y la sombra de la diosa Asgardiana “Hela”. Al final tendremos una lucha a vida o muerte de los personajes, llevando siempre presente que quien gane puede que acabe perdiendo.
Actualmente la obra de Los Nuevos Mutantes está considerada como una de las mejores historias del Universo Marvel y de las historias mutantes en general. Aunque cuando apareció en las tiendas no todos los compradores estuvieron de acuerdo con esa premisa. Los guiones de Claremont eran más maduros respecto a sus anteriores trabajos por lo que necesitaba un dibujante que realizara un trabajo diferente al mostrado antes. Bill Sienkiewcz usó esas páginas de Los Nuevos Mutantes para probar y crear diferentes aspectos gráficos que antes no se habían visto en los tebeos. En una misma página, combinaba dibujos hiperrealistas con modelos abstractos, consiguiendo que las manchas que plasmaba en la viñeta cobraran vida por sí solas. Un trabajo que marcaba un camino diferente en el mundo del cómic y que luego siguió demostrando en obras como ‘Electra Asesina’, con Frank Miller a los guiones. Lo único diferente de los números iniciales del los nuevos mutantes respecto a este nuevo one-shot es que el colorista es Chris Sotomayor (Escuadrón Supremo, Capitán América) y no el propio Sienkiewcz. Sotomayor, maneja con gran habilidad la paleta de colores para que no se note la diferencia con los números de los años ochenta y el resultado es realmente bueno.
Este One-Shot está diseñado como una instantánea de los grandes éxitos de Los Nuevos Mutantes, llevándonos a los arcos argumentales y artísticos de Claremont y Sienkiewcz en los años 80. The New Mutants War Children fue publicado en el mercado americano en septiembre con fecha de cubierta noviembre de 2019, por 4,99 dólares. En nuestro país, Panini Comics lo recopila en un tomo que fue puesto a la venta en enero de 2020 con el título de “Leyendas de Marvel: La Patrulla X” que contiene, además de esta historia, otras dos protagonizadas por Lobezno (Wolverine: Exit Wounds) y Alpha Flight (True North), a un precio de 12 euros.
Desde el punto de vista de un nuevo lector, puede que los guiones de Claremont en este número resulten complicados. No tanto por la trama sino quizá por la presentación de los personajes. Para este número, es recomendable leer al menos los inicios de Los Nuevos Mutantes y alguna historia más como la mencionada saga de las Guerras Asgardianas. El trabajo de Sienkiewcz sigue siendo simplemente espectacular y solo por ese motivo este pequeño número debería ser una compra obligada a todos los fans de los mutantes o del dibujante en cuestión. The New Mutants: War Children # 1 es una celebración diseñada para hacer que los fanáticos del equipo busquen en algunas cajas polvorientas de su colección y recordar así los años de su infancia.