Giant Days es una de las series revelación que ha tenido esa catalogación mucho tiempo, hasta consagrarse en la última edición de los Eisner logrando dos premios: a la mejor serie de humor y mejor serie regular. Una vez llegado al consenso de industria, crítica y público, es momento de echar la vista atrás y retrotraernos al nacimiento de la serie de la mano de Boom! Studios, que Fandogamia en un alarde de olfato editorial logró traer a las librerías españolas.
Pero vayamos al comienzo, el 18 de marzo de 2015 aparecía bajo el subsello Boom! Box la primera entrega de esta serie, firmada por John Allison, Lissa Treiman y Whitney Cogar. Todo nacía de un webcomic previo del que el propio Allison había publicado tres entregas en la red. Boom Studios vio el potencial de esas páginas en la red de redes y contactó con el artista, que por motivos de agenda solo podía hacerse cargo de la parte literaria de la obra. La parte artística se completó con Treiman y Cogar. Aunque el origen de todo reside en Esther de Groot. Pero, ¿Quién es Esther?
“Es el pegamento que nos mantiene unidas…. Nuestra roca” (Daisy Wooton)
“Más bien es una puñetera reina del drama” (Susan Ptolemy)
Esther de Groot fue en origen la protagonista absoluta del germen de Giant Days. Creada por Allison para una obra previa (“Scary Go Round”), esta impredecible e impulsiva muchacha de aspecto gótico, tan dramática como protectora de sus amistades, se matricula en la Universidad de Sheffield en Literatura Inglesa. Allí conocerá a otras dos chicas universitarias que se harán tan inseparables como complementarias en sus días de Universidad.
Así conocernos a Daisy Wooton, la ternura e ingenuidad hecha mujer, y a Susan Ptolemy, la más pragmática del trío protagonista. Susan estudia medicina y quizá es la que más sentido común posea de las tres, aunque con (notables) excepciones. Aún con eso, ella misma afirma que: “Sin mí, posiblemente ambas estarían muertas, o en la cárcel, o muertas y en la cárcel.”
Con estos tres personajes principales, tan dispares como complementarias, se basta Allison para tejer una comedia universitaria con tintes costumbristas y guiños a esa época de “empezar a vivir” que supone el paso por una facultad y todo lo que conlleva. Con unos diálogos ágiles, que enseguida meten en situación, iremos conociendo las personalidades de las protagonistas mientras hacen acto de presencia el resto del elenco de secundarios.
“Somos hombres y eso significa que no tenemos que volver a hablar de esto” (McGraw)
Todo ello en una historia ágil y divertida con momentos humorísticos sobre los tópicos de género y el camino a la madurez, que el estilo caricaturesco del lápiz de Lissa Treiman agudiza y apuntala el sentido de comedia costumbrista, consiguiendo un trazo que define a los personajes y sienta las bases de lo que vendrá después.
Así hace acto de presentación Giant Days, con cuatro frescas entregas que sientan la base de una serie regular (por lo menos hasta que se gradúen sus protagonistas) que llegó para quedarse. Cuatro entregas que vienen compiladas en “Giant Days. Volumen Uno”, el TPB en formato rústica de 112 páginas, que incluye como extras las reproducciones a página completa de todas las portadas principales y variantes de la edición estadounidense en grapa, a cargo de la propia Lisa Treiman, Meredith Gran con Maarta Laiho, Shelli Paroline con Braden Lamb y Adam Vass. Un buen comienzo para esta simpática y divertida serie que entrega tras entrega ha ido ganado consistencia y aceptación, como comentaremos en próximas reseñas de los volúmenes posteriores. Por el momento, y para quien no haya leído la creación de Allison , nuestro consejo es que se siente en su mejor sillón y se disponga a disfrutar de una serie tan fresca como solvente. Eso sí, puede que el primer volumen se lo devore de un tirón.