Se entiende como “La profecía del armadillo” a cualquier previsión optimista basada en la subjetividad e irracionalidad absoluta que llevará al sujeto a alimentar decepciones y frustraciones futuras. Si bien quien enarbole una de estas profecías creerá que lo mueve la lógica y objetividad absoluta, no es más que un falso espejismo. Lo que se desea no es lo que vaya a ocurrir. Y lo que ocurre, mientras que se establecen las previsiones, es la vida.

También “La profecía del armadillo” (“La profezia dell’armadillo”) es el tebeo que situó a Michele Rech, más conocido como Zerocalcare, en el panorama del cómic internacional. Este cómic lo llevó del underground independiente al más absoluto reconocimiento, traspasando las fronteras de su Italia natal.

Autoeditado en 2011 en blanco y negro, “la profecía” levantó tal revuelo que llamó la atención de la editorial BAO Publishing, reeditando la obra en color. Lo que siguió fue la constatación de que estábamos ante uno de los autores a tener en cuenta del fumetto italiano: un premio Gran Guinigi en el 2012, la adaptación al cine del cómic en 2018 con la dirección de Emanuele Scaringi y más de dos millones de ejemplares vendidos en todo el mundo. A ello súmese la serie estrenada en Netflix. Por todo ello, comenzamos hoy un ciclo dedicado a sus obras editadas en España. La primera parada, como no podía ser de otra manera es este ya clásico moderno del tebeo generacional que es “La Profecía del Armadillo”.

Un Armadillo. Ese es el animal que escoge Zerocalcare para retratar su conciencia y plasmar sus reflexiones en un dialogo metafórico con ella. Situando la acción en esa edad indefinida en la que la veintena se difumina en la treintena, este tebeo atrapa rasgos generacionales muy nítidos. Las expectativas no logradas y la sensación de “fuera de lugar” de una generación de (no tan) jóvenes planean en estas viñetas como escenario donde desarrollar una trama amable y humorística, donde subyacen muchos elementos componen la amalgama de sensaciones que deja su lectura.

El primer parámetro evidente es el retrato generacional que aborda el autor, plagado de referencias culturales y urbanas. Si bien no es ni el único ni el más importante. Lo psicológico, el camino de la madurez y lo vivencial son las partes que elevan al cómic. Marcado por la ausencia de una antigua amiga de la adolescencia que ha fallecido, el tebeo discurre entre las ausencias y los recuerdos soterrados, que nos llevan al pasado del protagonista; y ese presente donde vive el duelo que le toca. Plagado de metáforas en muchas viñetas, “La profecía del armadillo” se erige como un relato a corazón abierto sobre esa fase en la madurez es un camino que ya ha empezado, con todo lo que conlleva.

Tras leer estas líneas puede parecer que estemos ante un tebeo solemne. Todo lo contrario. Y ahí es donde reside el mérito de Zerocalcare: todo esto está cohesionado con un certero humor que hace muy lúcido el camino propuesto. Así es “La profecía del armadillo”. 144 páginas que ya va por la quinta edición desde que en 2016 Reservoir Books apostara por la obra en castellano, con traducción de Carlos Mayor Ortega.

Una “profecía” certera y agridulce. Repleta de gags, con la comedia existencialista al frente y el poso amargo de lo perdido al fondo. Acaso también del sinsentido de muchas cosas que se hacen cuando se entra en la edad madura. También con el pasado que viene a recordar momentos vividos. En conjunto, una «verdad» sintetizada en acertados golpes de efecto, que deja una sonrisa tras su lectura, por la dirección donde apunta ese recorrido único, que de tan íntimo se torna universal. Y con el humor como mejor aliado. Así se construyó “La profecía del armadillo” y por eso estamos escribiendo sobre el trece años después de que se editara por primera vez en Italia. Porque deja huella.