Será todo para mí: Incomunicación y descubrimiento

“Será todo para tí”. Es una frase que remitirá a una gran parte de quien lea estas líneas a afirmaciones similares que hayan dicho sus progenitores. Como un mantra ante el fin de la existencia, sus bienes los legarán a sus descencientes. A Michelle Rech, más conocido como Zerocalcare, tampoco le es ajena. Es una que le ha repetido su padre de forma constante a lo largo de su vida. Y es la que ha inspirado el título del último cómic que ha editado Reservoir Books por estos lares: “Será todo para mí” (“ Quando muori resta a me”).

Un título que ya apunta y sintetiza lo que nos espera en su interior: la comunicación intergeneracional en la familia. En este caso centrada, a corazón abierto, en la que tienen el autor italiano y su padre. Existente, pero difícil y frágil. Por momentos, de fluidez obtusa. Normalizada con el paso de los años, se ha ido levantando una especia de velo de asuntos que no se verbalizan, que sin embargo permanecen latentes en esos silencios. Un viaje al pueblo de sus ancestros, situado en el Véneto pondrá a prueba esos silencios que mantienen padre e hijo.

De ese punto nace este cómic, con un marcado carácter íntimo y confesional. Donde Zerocalcare explora , a corazón abierto, su pasado y la relación con su padre desde la infancia. Como paisaje, la tierra de sus antepasados. Esa montaña que se mantiene inmóvil al paso del tiempo y  “que nunca olvida”, con rencores entre vecinos que se mantienen de generación en generación. Por el camino quedará la resolución de enigmas del pasado que quizá expliquen muchas cosas al hijo sobre su padre. Descubrimientos que ayudarán al protagonista a entender mejor a su padre y lo que vivió antes de que naciera él o durante su infancia y adolescencia.

Así la incomunicación generacional será uno de los ejes del tebeo. El otro lo formaran los descubrimientos que se revelarán a modo de revelaciones de tiempos pasados. De esos que nunca se habla, pero se siguen sintiendo. Asuntos que, a todas luces, contienen alta carga emocional y que, en manos de Zerocalcare, se convierten en excelente material para construir un argumento potente. Uno emotivo, sin duda, pero con suficientes puntos de comedia para que el viaje propuesto sea tan agridulce como la vida. Donde cada rato bueno pesa y define tanto como cada momento de dolor.

El trazo característico de Zerocalcare culmina la fórmula que hace que el cómic funcione de forma solventemente sólida. Ese trazo donde la caricatura define y expresa, como un elemento narrativo más que potencia cada pasaje del cómic. Uno que crece entre drama y comedia, donde las heridas se curan a modo de revelaciones que exorcizan.

Todo eso espera en “Será todo para mí”. Con traducción de Carlos Mayor, sus 304 páginas comprenden una lectura que cala, por lo que abarca y expone. Por su grado de conexión y la forma en que es contada, este cómic supone un paso adelante más en la carrera de Zerocalcare. Otro más.

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