
Hubo un tiempo en que hubo un peligroso pirata asediando los mares. Fue durante la época a la que a Thorgal, el hijo de las estrellas, se le dio por perdido. Mientras tanto, “Shaigan el Despiadado”, saqueó los siete mares junto a Kriss de Valnor. Un pirata que, sin embargo, no tenía pasado, ni memoria… Porque Shaigan era… ¡Thorgal!
Los fans de la saga creada por Jean Van Hamme y Grzegorz Rosinski son sabedores de esa época. Una recordada con gusto. De cuando el personaje iba creciendo a cada aventura publicada, lo que le valió alcanzar el estatus de icono del tebeo europeo. Y a esa época nos retrotraer Yann y Surzhenko en el nuevo título de “Thorgal Saga” recién publicado por Norma en castellano: “Shaigan”.

“Thorgal Saga” es una de las colecciones que se ramifica de la serie principal para contar relatos que, dentro del canon oficial del personaje, permiten aportar más aventuras a lo largo y ancho de la vida de “el hijo de las estrellas”. Muy disfrutables para quien conozca el bagaje del personaje pero que igualmente pueden complacer, en mayor o menor medida, como primera lectura unitaria. Aunque bien es cierto que ”Shaigan” es casi una excepción, pues viene situada cronológicamente entre “La corona de Ogotaï” (“La couronne d´Ogotaï”) y «Gigantes” (“Géants”), dos clásicos de sus “años perdidos”. Lo realizado por Yann y Surzhenko encaja como un guante entre estos dos álbumes.
Consciente del terreno que pisa, Yann ha sabido jugar sus bazas en el contexto de la historia del personaje que presenta la aventura. Una en la que un desmemoriado “Shaigan” (o Thorgal) comienza a cuestionar los métodos de su compañera pirata. Y a sí mismo, pues desconoce su pasado. Ello le llevará a intentar recuperar la espada del rey Halvdan el Negro: Fiskhkryggr. Ese es el precio que ha fijado el hechicero que codicia esta arma. Si Thorgal la recupera para el brujo, éste le hará recuperar sus recuerdos…

Ese reto sirve de pretexto para presentar una aventura de una pieza. Donde el mar está presente junto a las conspiraciones de una flota donde pesan más los intereses que las lealtades. Al mando, la despiadada Kriss de Valnor. De fondo, las consecuencias de sus fechorías como piratas.
Esas son las dimensiones para que crezca este relato con sabor clásico, en las que otro viejo conocido del personaje, Surzhenko, aporta su resolutivo trazo para aumentar la sensación atemporal del cómic. Uno que crece a cada viñeta, donde los mitos yacen soterrados. Donde el olor de salitre se entremezcla con la sangre derramada. Donde lo mítico se encuentra con lo audaz. Eso es lo que plasma en páginas más que efectivas Surzhenko. Y es que el trabajo realizado por este tándem deja una sensación en el lector de estar leyendo un clásico olvidado, que bien pudiera haberse descubierto en un viejo cajón.

Por tono y tratamiento, las 96 páginas de “Thorgal Saga: Shaigan” conforman un relato a la altura de la época del personaje a la que remiten. Editado por Norma en formato álbum y con traducción de Diego de los Santos, se acompaña además de un goloso dosier gráfico de Surzhenko para deleitarse después de haber leído la aventura. Una con sabor clásico y, a la vez, con presencia atemporal. Señal del “savoir faire” desplegado por Yann y Surzhenko. A la altura de las dos aventuras firmadas por Jean Van Hamme y Grzegorz Rosinski que preceden y suceden a “Shaigan”.
