
De toda la galería de villanos de Batman, al arriba firmante siempre le ha dado la sensación de que hay muchos personajes que tienen aún potencial por recorrer. Sobrexpuestos quizá el Joker, Pingüino, Dos Caras o, entre otras, Catwoman, quedan un elenco que, en buenas manos, podrían proporcionar buenos momentos al fandom. Entre ellos está Pamela Isley, “Hiedra Venenosa”, “Poison Ivy”: un atractivo personaje que siempre ha dado la sensación de que le queda por delante lo mejor.
Creada por Robert Kanigher y Sheldon Moldoff en 1966, su nacimiento vino determinado por la necesidad de que el Caballero Oscuro tuviera más villanas. Con el tiempo se le dio trasfondo y contexto a esta antigua bióloga ecologista, que acabó siendo una ecoterrorista letal. Pero con esos mimbres, además de ser una de las tres “Musas de Gotham” por antonomasia y formar pareja con Harley Quinn, apenas se había rozado lo mucho que ofrecían esas premisas. Hasta que G. Willow Wilson y Marcio Takara asumieron la posibilidad de realizar la primera serie limitada con el personaje.

La propuesta que recibió DC comics era, por concepto, muy potente. Tanto que en lugar de editar una miniserie, la “Distinguida Competencia” apostó por una serie regular. Una en la que el horror vegetal tiene un peso esencial, tanto como la caracterización de Hiedra, especialmente definida por esos diálogos interiores que G. Willow Wilson ha perfilado con esmero, dotando de una saludable tridimensionalidad a una villana que, por bien definida, logra mostrar sus motivaciones de forma empática en el texto, aún con todo el delirio que ello implica.
Junto a ella, Marcio Takara combina una amalgama de trazos firmes y otros tenues para tejer una flora de sensaciones que germinan en torno a una historia de búsqueda. Que no es otra que la de una Hiedra Venenosa despojada de los poderes y conexión con el verde. Sin ellos, y alejada voluntariamente de Harley, emprende un camino de venganza. Uno que le llevará a la américa profunda mientras siembra veneno vegetal allá por donde pasa. Siniestras espora que de florecerán de muerte en los cuerpos que invadan.

“La naturaleza no es cruel. Solo eficaz”
Con esos siniestros mimbres comenzó el primer arco de la serie. “El círculo Virtuoso» («The Virtous Cyrcle»), que comprendió sus seis primeras entregas. Uno donde el terror florece en la pluma de G. Wilow Wilson y el arte de Marcio Takara, que comparte lápices con Stefano Gaudiano y Jay Leistein. Todo regado por los colores de Arif Prianto y las efectivas portadas de Jessica Fong. Ese es el comienzo de la emancipación de Hiedra Venenosa, que Panini ha editado en formato TPB inaugurando la cabecera en español con “El circulo virtuoso”.
Este lugar geométrico en viñetas, donde confluye el terror orgánico y la búsqueda personal queda circunscrito a las 152 páginas que comprende. Traducidas por Santiago García y acompañadas de un prólogo a cargo de Lidia Castillo y una entrevista a los autores principales a cargo de Arianna Turrturo. Sin duda, viendo el resultado conjunto, este “DC Premiere” amanece con mimo y esmero, aún siendo una edición en rústica.

Un círculo que, además, se completa con dos complementos esenciales de esta etapa del personaje. El que pone en contexto la serie: “Fotosíntesis”, aparecido originalmente en “Batman #124, con dibujo de Dani y color de Thris Mudvihill; y “Ophiocordyceps Lamia” (Aparecido en “Gotham City Villains Anniversary Special”) con una siempre sublime Emma Rios, pintada en esta ocasión por Jordie Bellarie. Ambos relatos, escritos por la propia G. Willow Wilson, refuerzan la sensación global de emancipación del personaje que desprende el TPB. Por lo que apuntan, sugieren y muestran: un camino lleno de terror y humanidad. Uno es el que la naturaleza provee. El otro es el de el personaje en carne y hueso que resulta aquí Hiedra Venenosa, tan letal como cercana. Quizá este sea el momento de evolución de un personaje que pedía, a gritos y por potencial, crecer. ¿Se conseguirá con esta serie? Por lo pronto, esta emancipadora senda de terror vegetal que es «El círculo Virtuoso» conviene tomarla.
