
Uno de los pasos que dan las parejas, tras consolidarse, es crear una familia. Tener descendencia. Pero en ocasiones la biología no acompaña al deseo de procrear. Es ahí donde viene la frustración soterrada. Así se encuentran Bada y San, una joven pareja surcoreana que empieza a sentir la presión del entorno para que tengan descendencia. Tanto la sutil e indirecta que se desprende involuntariamente cuando en su entorno próximo comienzan a haber embarazos, como la explícita que manifiestan los familiares más próximos.
De ese punto de partida nace “Mañana será otro día” ( “Naeil-eun tto daleun nal” , 내일은 또 다른 날 , “Demain est un autre jour”), de Keum Suk Gendry-Kim, editado por Reservoir Books. Un tebeo que afronta el drama que viven muchas jóvenes parejas ante la imposibilidad de tener un bebé. Un hecho que la propia Keum Suk Gendry-Kim («Hiebra» o, entre otras, «La Espera«), vivió en sus carnes y que le sirve para tejer este relato que, aunque ficticio, tiene en esencia un componente emocional e íntimo que lo baña de un tono veraz.

Sin estridencias, Keum Suk Gendry-Kim planea un relato sobrio donde la frustración es una constante. Tanto como el anhelo de la pareja por ser padres. En un entorno como la sociedad surcoreana, donde la tradición aún pesa como una losa, la pareja protagonista, tomaran el camino de la fecundación in vitro. Mientras tanto, las expectativas que depositadas por la familia aumentarán la presión que sienten Bada y San.
Tan mesurado y delicado como inmisericorde, “Mañana será otro día” plasma lo vivido por sus protagonistas de un modo tan profundo como costumbrista. Un camino de dolor soterrado, el que experimenta cada progenitor frustrado, queda retratado en lo cotidiano. También en lo emocional con páginas y composiciones que, aún con una sobriedad formal, capturan el desgarro interno que supone una situación así.

Humano. Con todo lo ello implica. Con un halo de melancolía que recorre cada página. Con la tristeza de no haber podido quedarse embaraza en una sociedad donde aún resiste el prejuicio ante aquellas mujeres que no logran ser madres. Hecho que aumenta la soledad y desconsuelo que siente Bada, la frustrada madre.
Todo esto queda plasmado en las páginas creadas por Keum Suk Gendry-Kim, donde cada mirada dice más que el texto en que se apoya. Sobre todo cuando éstas son de los dos protagonistas, dando la sensación que se lo dicen todo con solo cruzarlas. Hecho que potencia lo contado de forma superlativa. Así como el ritmo gráfico que marcan las viñetas en cada página. Uno cargado de ternura y melancolía, donde las soluciones graficas aportadas redundan en cada momento emocional de este camino. Ejemplo de ello es la hábil utilización de las masas de grises a lo largo del tebeo, así como en las breves páginas a color que aparecen. Totalmente justificadas para lo que demanda esta historia.

Editado por Reservoir Books en formato rústica y traducido por Joo Hasun, las 232 páginas que componen “Mañana será otro día” suponen un relato duro en lo emocional pero preciso en su ejecución y desarrollo. Uno necesario, que captura a la perfección el desgarro interno que supone la maternidad y paternidad denegadas. Un camino de dolor, pero humano y cercano. Necesario de contar y recorrer. Más si está plasmado con la eficaz sobriedad de Keum Suk Gendry-Kim
