Contrapaso. Mayores, con reparos: elevando el nivel



En la música, “Contrapaso” es la segunda voz que hace la inflexión mientras la voz principal sigue interpretando. Si bien ésta última se mantiene en primer plano, se ve complementada por esta cobertura, aportando matices al conjunto. Aunando ética y estética, en regímenes totalitarios, suele imperar una sola voz impuesta con la pretensión de silenciar a las disidentes. Tanto en la batalla ideológica, la información como la cultura, el discurso oficial será una de las armas de propaganda más utilizadas mientras se intenta acallar cualquier atisbo de libertad. Sin embargo, como la hierba, otras voces crecerán, entonando un “Contrapaso”, que quizá se oiga en segundo plano, pero alterara con sus contrastes el resultado final de la “canción oficial”.

Contrapaso” también es el título de la célebre serie de Teresa Valero, cuya segunda entrega “Mayores, con reparos”, acaba de ser editada en España por Norma. Tras cuatro años desde la saludable sorpresa que supuso “Contrapaso. Los hijos de los otros, León Lenoir, Emilio Sanz y Paloma Ríos vuelven a llevarnos al Madrid de 1956 para protagonizar una historia de una pieza, tanto en forma como en fondo.

En la forma, por las habilidosas dotes con que Teresa Valero ha dado forma a un guion preciso y bien documentado. En el que el thriller convive de forma natural con otras expresiones literarias más autóctonas, como el esperpento de Valle-Inclán o el absurdo Berlanguiano. Todo para llevarnos a octubre de 1956. La época en la que España iba abandonando tímidamente la autarquía mientras ingresaba en la ONU. Un momento en el que lo liberal (en términos económicos) iba ganando posiciones en la política española. Las carencias y el estraperlo seguían siendo constantes, si bien la tímida apertura que supusieron las bases americanas en suelo español comenzó a marcar una senda. Un camino en el que se iba colando el glamour del cine a la vez que se comenzaron a rodar muchas películas internacionales en nuestro país.

Es en ese Madrid donde transcurre el relato. El Madrid que se evoca como el de Ava Gardner, por su mítica visita a la capital, bañando de glamour una España necesitada. El Madrid de oportunidades, carencias y silencios. Un lugar donde la especulación y el contrabando fue “pan de cada día” durante un tiempo. Donde las barriadas del exterior convivían con el glamour del centro de la ciudad mientras gentes llegadas de todos los rincones del país emigraban a la capital, buscando una oportunidad. Un país donde el cine, y la televisión, comenzó a extenderse, mientras la censura intentaba controlar cualquier forma de expresión artística. Es en ese terreno donde se construye “Contrapaso. Mayores con reparos” que parte de un asesinato para componer un acertado fresco de la época.

Cargado de costumbrismo y bien documentado, el tebeo ofrece otro misterio notable. En sus páginas y viñetas, ese Madrid que ya no existe cobra vida en los expresivos rasgos con los que Teresa Valero los perfila. Tanto en lo literario, con diálogos y voces creíbles, como en lo gráfico, maridando a la perfección palabra y dibujo y dotando, a la vez que la historia avanza, de un rico trasfondo que amplifica lo contado, dotándole de mayor sentido. Por lo que muestra y lo bien que sintetiza esa época que fue.

De esta manera, las 196 páginas que componen “Mayores con reparos” no solo mantienen el nivel de su predecesor, sino que lo elevan dando en esta segunda entrega una pieza robusta e impecable en ritmo y ejecución. Ahí está la razón de porque este cómic va a seducir a quien se acerque a estas viñetas con una notable ambientación llena de guiños al cine clásico y la época. Sirvan de ejemplos el cameo de un célebre cantante de ojos azules en el tebeo, o la ambientación de los rodajes que aparecen. Junto a eso, las consecuencias de una guerra cainita se mantienen en el texto y edifican un relato tan complejo y lleno de matices como la vida misma. Con el fin de entretener, pero a la vez capturando época y lugar de forma precisa, que sirven como escenario para que el tebeo florezca como una de esas historias que no dejan indiferente a quien la lee. Por todo eso, con “Contrapaso. Mayores, con reparos”, la serie de Teresa Valero se ha hecho mucho más grande.

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