Más de cuarenta años lleva unido el nombre de Daniel Torres a su creación más célebre: Roco Vargas, el aventurero espacial “excepcional” del tebeo español. Desde la primera vez que lo dibujara, allá por 1982 y viera la luz en las páginas de “Cairo” un año después, Roco Vargas ha labrado una popularidad a lo largo de varias décadas, con títulos que ya son clásicos del cómic español.

Cuatro décadas y varias páginas y álbumes después, Daniel Torres vuelve a reencontrarse con Roco en su nuevo trabajo editado por Norma. Y nunca mejor dicho, porque en “Roco Vargas. Memorias de un futuro que no fue”, parte del encuentro del personaje con el autor y nos lleva a ese pasado alojado en ese futuro donde se desarrolla el universo de Roco, tan improbable como encantador. Donde un joven Daniel Torres se encontrará con Vargas y la necesidad del aventurero espacial de publicar sus memorias, las que el dibujante ilustrará.
Para ello Vargas recibirá a Torres en su casa y lo provisionará de recuerdos de su excepcional biografía. En forma de imágenes o grabaciones, la vida de Roco pasará por los ojos del lector y del joven becario. Recuerdos gráficos, que sirven para maravillar al Torres personaje y con las que el Torres autor se apoya para construir un álbum que es un viaje emocional a todo lo que supone Roco Vargas. Tanto por ese pasado que hemos leído y subyace en muchas ilustraciones, como por el que ha permanecido oculto hasta este álbum, revelado en la voz de Vargas, haciendo más intenso el camino.

“El culto a la aritmética narrativa no es sino una no confesada plegaria al caos.”
Un camino, por cierto, desarrollado entre el cómic formal (narrado de forma secuencial) y las grandes ilustraciones, a página completa o media. Es el que ha elegido Daniel Torres para dar mayor consistencia a las “memorias de Roco”. Donde el tiempo presente del tebeo, ese pasado donde el joven autor y personaje maduro se encuentran, se plasma en blanco y negro, quedando reservados los colores para los recuerdos gráficos que Roco va a mostrar al autor, y éste al público lector. Recurso con los que gana altura el tebeo, atrapando en varias ocasiones los ojos que se asomen a él.
Estas “memorias” toman así su consistencia del justo equilibrio entre el homenaje a la trayectoria (y lo que supone) Roco Vargas y la frescura conceptual con la que Daniel Torres ha abordado el cómic, donde la narrativa gráfica formal deja paso a grandes ilustración en las que trazos, línea, estilo y colores dan una fantástica profundidad contextual a lo plasmado. “Memories are made of this”, cantaba Dean Martin. Y lo recuerdos gráficos de un buen tebeo se hacen “de esto”: con dibujos que evoquen, que cuenten y hagan sentir y, a la vez, resulten frescos. Que te lleven a un universo tan personal como atractivo gráficamente. Como el de Roco Vargas.

Quedan pues plasmados en viñetas esos recuerdos que son más que un recuento de lo vivido, dibujado y leído, pues aportan tanto en forma plástica como en fondo conceptual. Que evocan ese futuro pretérito e imposible, pero conceptualmente rico y potente. Haciéndose así un dulce presente en las 96 páginas que componen “Roco Vargas. Memorias de un Futuro que no fue”.
