
En el corazón de Madrid, la exposición Marvel: Universe of Super Heroes ha transformado IFEMA en un santuario para los amantes de los cómics, el cine y la cultura pop. Esta espectacular muestra, que celebra 85 años de historia de Marvel, ofrece una experiencia inmersiva y educativa que combina nostalgia, asombro y descubrimiento. Desde páginas originales hasta los trajes icónicos utilizados en las superproducciones cinematográficas, la exhibición no solo rinde homenaje a los héroes y villanos que han definido generaciones, sino también a las mentes creativas que lo hicieron posible.

Desde el momento en que crucé la entrada, me sentí transportado a otro mundo. La exposición está dividida en tres secciones principales que te invitan a explorar la historia de los cómics, la vida de los superhéroes y el impacto cultural de Marvel. La muestra explica cómo se construyó el universo Marvel de cero (desde los años 30), cuando la entonces conocida como Timely Comics, publicó las primeras aventuras de la Antorcha Humana original y Namor, haciendo especial hincapié en el comienzo de la «Era Marvel de los Cómics» (años 60), como decía de forma grandilocuente Stan Lee.
Ver originales de Fantastic Four #1 (1961) y las icónicas ilustraciones de Jack Kirby y Steve Ditko fue como presenciar los cimientos del Universo Marvel ante mis ojos. La transición de los cómics a otros medios narrativos también me dejó reflexionando. Personajes como Spider-Man, la Patrulla-X o los 4 Fantásticos dieron el salto a la animación y más tarde al cine, revolucionando la forma en que percibe la sociedad a los superhéroes.

Sin exagerar, estar frente a los bocetos y páginas originales de Jack Kirby es como viajar en el tiempo al momento en que los Vengadores y los Cuatro Fantásticos cobraban vida por primera vez. Sus composiciones dinámicas, llenas de energía y movimiento, son algo que nunca había apreciado tan de cerca. Hay algo casi mágico en ver las líneas originales de Kirby, donde cada trazo parece estar cargado de electricidad. Luego están los trazos meticulosos de Steve Ditko, cuyo arte para Spider-Man y Doctor Extraño siempre me ha fascinado.

En la exposición, una de las piezas más destacadas es una página de The Amazing Spider-Man donde Ditko demuestra por qué es considerado un maestro de las viñetas. Sus detalles minuciosos y su habilidad para capturar la angustia y la emoción de los personajes son aún más impresionantes en persona. Pasar de Ditko a Bill Sienkiewicz fue un cambio total de perspectiva. Y luego, claro, está Frank Miller, un nombre que me hizo pensar en cómo los cómics pueden ser tan oscuros como emocionantes. Las páginas originales de Daredevil expuestas en la muestra son un testimonio de su habilidad para equilibrar el heroísmo y la crudeza en cada viñeta.

Lo que realmente me sorprendió fue la diversidad de estilos y enfoques artísticos que se pueden encontrar en esta exposición. Desde el trazo limpio y preciso de Neal Adams, hasta las composiciones surrealistas de Jean Giraud (Moebius), la muestra es un reflejo de cómo el arte de los cómics ha evolucionado para abarcar una riqueza visual impresionante. Jim Steranko, por ejemplo, es uno de esos artistas cuyo trabajo desafió todas las normas. Sus páginas de Nick Furia: Agente de S.H.I.E.L.D. son una explosión de creatividad, llenas de psicodelia y diseño experimental que parece adelantado a su tiempo incluso hoy. Además, me encantó ver cómo artistas contemporáneos como Sara Pichelli han dejado su huella en personajes modernos como Miles Morales. Sus páginas originales de Ultimate Comics: Spider-Man están cargadas de energía juvenil y emoción, algo que me recordó cómo los cómics siguen evolucionando para reflejar las experiencias de nuevas generaciones. También destacan los originales de Todd McFarlane, cuyo Spider-Man de los años 90 redefinió la forma en que veía al trepamuros cuando era pequeño. Sus poses exageradas, las redes detalladas y ese dinamismo casi teatral en sus páginas siguen siendo tan emocionantes como la primera vez que las vi.

Aunque el arte original es el corazón de esta exposición, no puedo dejar de mencionar otros elementos que la hacen especial. Los uniformes, accesorios y elementos interactivos expuestos en la muestra realmente te sumergen en el Universo Marvel. Desde el escudo del Capitán América hasta las garras de Lobezno o la máscara del Duende Verde, cada pieza cuenta una historia que conecta las páginas del cómic con las películas y series que todos conocemos. Además, hay una historia subyacente en toda la exposición que te hace reflexionar sobre cómo Marvel ha sido un reflejo de los cambios sociales y culturales a lo largo de las décadas. Desde los primeros días de lucha por la igualdad hasta los temas actuales de inclusión y diversidad, esta muestra celebra no solo a los héroes, sino también a los valores que representan.

Uno de los rincones destacados es el dedicado a Stan Lee. Allí, entre vitrinas, encontré un guion mecanografiado que se conserva de su etapa clásica en The Amazing Spider-Man. Este documento, con anotaciones manuscritas, es un testimonio de como trabajaba Lee y de cómo aplicaba el «método Marvel» con los dibujantes. Justo al lado, había una página original de John Romita Sr., cuya interpretación de Spider-Man sigue siendo la versión definitiva para muchos.

La exposición también destaca la relación de Marvel con España, donde los cómics de la editorial llegaron por primera vez en 1969 de la mano de Ediciones Vértice. Para celebrar esta conexión, se exhibe una portada original de Rafael López Espí, cuyas reinterpretaciones artísticas dieron un toque distintivo a las publicaciones españolas de Marvel. Esta pieza no solo subraya el impacto global de Marvel, sino también el papel de los artistas locales en su difusión. Además de disfrutar de un gran expositor con figuras, muñecos de acción actuales y clásicos que hacen las delicias de cualquier coleccionista de estos objetos.

Con todos estos detalles, y muchos otros que es mejor no desvelar, la exposición no se limita a la contemplación pasiva; las galerías inmersivas e interactivas permiten a los visitantes experimentar el universo Marvel de una forma única. Las recreaciones de decorados transportan a los aficionados al taller de Tony Stark, al Santuario de Doctor Extraño y al Reino de Dormammu. Además, los asistentes pueden posar junto a estatuas de tamaño real de Hulk, Spiderman o la adorable Cosa de ojos azules, lo que convierte la visita en una experiencia muy interesante tanto para niños como para adultos. En un momento en que los superhéroes son más relevantes que nunca, la exposición en IFEMA no solo permite mirar parte de los 85 años de historia de la Casa de las Ideas, sino también imaginar el futuro de Marvel como un fenómeno cultural que seguirá inspirando a las generaciones venideras.
