
Las páginas elegidas para comenzar esta reseña no están elegidas al azar. En ellas se puede observar un dialogo entre dos personas. El ambiente carcelario ya determina el contexto de la conversación, mientras que el lenguaje gestual de los personajes va dando matices y pinceladas sobre el tipo de personas que se tratan, aportando una visión más profunda a lo que dicen. Los encuadres y primeros planos dibujados son las armas para que ese dialogo aumente su efecto. En una viñeta se puede apreciar una foto dibujada, que remite cincuenta años atrás… a 1973 cuando en Milwaukee la nieve se tiño de rojo… De rojo sangre…
Fueron unas navidades siniestras. Un psicópata, disfrazado de Papá Noel, mutiló y asesinó a dos adolescentes. El sospechoso acusado del crimen sigue en prisión, aunque las pruebas para detenerlo no fueron todo lo concluyentes que debieran. Los años han hecho mella en el recluso, el cual no muestra un especial arrepentimiento sobre los crímenes que se le imputan. El tiempo, por su parte, ha hecho su trabajo, convirtiéndole en una leyenda dentro de los “serial Killers” que pueblan la memoria colectica. Quizá por eso, Michael, un joven guionista, quiere llevar al cómic aquel episodio traumático del 73 y para ello se dispone a hablar, cincuenta años después, con Randall Olsen, el sospechoso de asesinar, hacha en mano, a aquellos adolescentes.

Ese es el punto de partida de “El Depravado” (“The Deviant”), la nueva serie de James Tynion IV y Joshua Hixson, recién estrenada en castellano por Norma. Un siniestro cuento de navidad que no va a dejar indiferente a quien lo lea. Puede parecer que parte de elementos y lugares comunes a los relatos clásicos de “serial killers” que han germinado varias leyendas urbanas sobre lo más oscuro y grotesco que alberga el alma humana. De hecho, de esos parámetros parte el relato, e incluso algunos de los caminos que toma son los esperables. De hecho hay una efectiva referencia explícita a «El Silencio de los Corderos» («The Silence of the Lambs«) que el guionista muestra a modo de guiño.
Pero esto es mucho más que recursos y referencias propias del género plasmadas con oficio, en la senda argumental, Tynion IV se reserva suficientes elementos para que lo contado resulte fresco, aportando cuestiones que dotan de una mayor complejidad psicológica a lo que va a ir plasmando en viñetas Hixson. Procuraremos diseccionarlos a continuación, sin caer en ningún hachazo en forma de spoiler que abra en canal las sorpresas que aquí aguardan.

“- ¿Qué opinas de la Navidad?
– ¿Qué?
– A mi antes me encantaba la navidad. Este mundo tiene poco de elegante, pero la navidad siempre lo era”
Uno de los elementos consustanciales a las fechas navideñas, sobre todo en el mundo anglosajón, es la figura de Papá Noel. Con su traje rojo, se dedica a dejar regalos para los niños la noche de Nochebuena, haciendo de las mañanas de navidad algo mágico. Una costumbre entrañable y enternecedora que Tynion IV (“The Nice House on the Lake”, “Hay algo matando niños” o “El Departamento de la Verdad”) da un giro siniestro al vestir de Santa Claus al psicópata de la historia, consiguiendo un notable shock cada vez que aparece en el cómic. Tanto en el pasado como en el tiempo presente en el que discurre el relato. Porque, mientras las conversaciones entre guionista y recluso se mantienen, hay un asesinato que sigue la pauta del cometido cincuenta años antes…
“You better watch out, you better not cry
Better not pout, I’m tellin’ you why
Santa Claus is comin’ to town”

Junto al elemento navideño, bien sazonado de sangre y horror, Tynion introduce una mayor profundidad en el relato al situarlo en un ambiente de prejuicios homofóbicos. Pues tanto el recluso como el guionista son homosexuales. En ese contexto, aparecen personajes en el relato que confunden la orientación sexual con la depravación. Hecho que sirve a Tynion para ahondar en aspectos intolerantes del alma humana, pero también en los miedos. En medio de todo esto, un personaje principal, Michael, tan obsesivo como magnético. Junto a él, un elenco de secundarios tridimensionales, que cobran vida en cada interacción gracias a unos diálogos reales, que casi se escuchan cuando se leen.
“He’s makin’ a list and checkin’ it twice
Gonna find out who’s naughty, and nice
Santa Claus is comin’ to town”
Así se va elevando un relato que se engrandece conforme se avanza en su recorrido. A través de gestos y miradas, secuenciados de forma precisa por composiciones de página efectivas. Con los shocks dosificados de forma magistral y sin estridencias va creciendo “El Depravado”, perfilado con el eficaz arte de Joshua Hixon (“Shanghai Red” o “Batman / Fornite: Fundación”), que se revela como un rotundo narrador gráfico, metiéndonos de lleno en el suspense y terror de estas páginas. Atrapando en cada golpe de efecto sangriento, pero, sobre todo, seduciendo en todas las páginas donde importa más lo que se sugiere que lo que se muestra, aportando matices en miradas y gestos. Dando énfasis en los encuadres y composiciones que potencian lo narrado y las sensaciones que desprenden. En algunas ocasiones, de una incomodidad que va sembrando intensidad al horror que se intuye o aparece, como un hachazo que se espera. Pero que, no por ello, desgarra menos.

Estrenado por Norma en un volumen de 152 páginas en formato rústica, “El Depravado” cuenta con una efectiva traducción al castellano de Hernán Migoya. Al igual que la edición en inglés de Image, este primer volumen (de dos) contiene todas las portadas de las grapas que compone, a cargo del propio Joshua Hixson, Andrea Sorrentino, Christian Ward, DANI con Brad Simpson, Lee Bermejo, Sean Phillips, James Stokoe, Alex Eckman-Lawn, David Talanski, Tyler Boss, Jenna Cha, Ricardo López Ortiz, Matt Levsniewski, Alison Sampson y Martin Simmonds. Así queda conformada esta efectiva pieza de terror navideño, tan contundente como el efecto que consigue la sangre roja sobre la blanca nieve…. Un efecto que hace pedir a gritos que se edite en breve la segunda parte con la que concluye la historia. Señal de que el trabajo aquí realizado es notable.
