La palabra Montessori les hará pensar a algunos en moda educativa, entornos elitistas y fotos de juguetitos de madera perfectamente ordenados en un halo de pulcritud, sin una mota de polvo. Sin embargo, para aquellos que conocemos y admiramos el trabajo de Maria Montessori, significa hablar de infancia, de desarrollo humano, de cultura de paz y de autoconocimiento, autonomía y visión cósmica. Esto es lo que Caroline Lepeu y Jérome Mondoloni han conseguido transmitir en “Maria Montessori. La escuela de vida” (“Maria Montessori. L’école de vie«), editado en castellano y catalán por Andana Gráfica.

La sensación de bienestar y calma se percibe nada más empezar las primeras páginas, igual que nos sucede cuando tenemos el privilegio de visitar un ambiente Montessori físico. Caroline consigue revisitar momentos cumbre de la vida de la dottoressa italiana (1870 – 1952) de una forma amable y vital, haciéndonos partícipes de esos diálogos íntimos que, imaginamos, tuvieron lugar a lo largo de su intensa vida.

Su historia estuvo plagada de sobresaltos y dramas personales, éxitos académicos y profesionales, y encuentros con personajes históricos que marcaron su trayectoria vital y profesional. La Doctora Montessori estudió varias carreras universitarias, la primera de ellas Medicina, en un momento en el que las profesiones recomendadas para las mujeres eran los de cuidadoras o maestras. Fue activista en la defensa de los derechos de las mujeres y de los cuidados de la infancia. Viajó por Europa, América y Asia y conoció diferentes formas de enriquecimiento espiritual, que se unieron a sus creencias profundamente católicas. Escribió multitud de libros y dio conferencias y cursos en varios países. Trabajó incansablemente hasta el final de sus días, a través de la observación científica del comportamiento de los niños y jóvenes y de la influencia del entorno psíquico y físico en su aprendizaje. Para Maria Montessori, la clave está en permitir que prospere todo el potencial interno del futuro ser humano, que está ya presente al nacimiento, y que se configura a partir de sus experiencias a lo largo de la infancia.

Esta historia ha sido antes narrada en numerosas biografías, largometrajes y algún que otro libro infantil. Esta vez llega en formato tebeo biográfico, con un cuidadoso guion ilustrado, fruto de un profundo trabajo de documentación sobre Maria Montessori. Los diálogos intercalan referencias a sus obras originales, y los diseños gráficos de los espacios son acordes con lo que podemos encontrar en las escuelas Montessori. Lejos de interesarse solamente por detalles biográficos, encontramos referencias abundantes a algunos conceptos fundamentales de la Filosofía Montessori, así como a algunos materiales y a lecciones, que en su pedagogía se denominan presentaciones. Podemos percibir de forma clara cómo fue la evolución de su pensamiento y del desarrollo de sus propuestas metodológicas a lo largo del tiempo y de la geografía mundial, enriquecida en gran medida por el intercambio de ideas con figuras referentes de su época y, por supuesto, por su profunda conexión con su hijo Mario. Todos estos elementos son fundamentales para comprender la apasionante vida de esta mujer pionera y visionaria.

Jérôme Mondoloni da forma gráfica a la historia con ricos detalles en la ambientación y un color finamente escogido; los episodios difíciles de la vida de Maria Montessori aparecen en colores oscuros o grises, mientras que para momentos enriquecedores se reservan los ocres. El contexto histórico-político también se diferencia perfectamente a través de cambios en la ilustración y el color. La propia Maria Montessori destaca como figura coloreada en negro, frente a otros personajes, a partir de un momento clave en su historia. Los colores vivos se reservan para simbolizar elementos específicos. Igual que sucede en los ambientes Montessori, nada en la estética es dejado al azar.

Editada en francés por Editions Marabout, del grupo Hachette Livre, Andana Gráfica se ha encargado de traer esta obra al mercado de la península ibérica en dos cuidadas ediciones en castellano (“Maria Montessori. La escuela de vida”) y catalán (“María Montessori. Escola de vida«), con traducción de Silvia Moreno Parrado y Llúcia Casanova, respectivamente. Todos podemos disfrutar de este cómic, dirigido tanto a aquellos admiradores de Maria Montessori que quieran revivir su biografía de forma gráfica, como a aquellos curiosos que se acerquen por primera vez a la fascinante historia de este referente femenino de la educación. Esta lectura nos recuerda, de nuevo, su mensaje: No perdamos la esperanza en el niño; observémoslo para entender lo que de verdad necesita. Esa es la ayuda más útil que le podemos dar.

“Ruego a los queridos niños, que todo lo pueden, que se unan a mí para la construcción de la paz entre los hombres y en el mundo”
«Io prego i cari bambini, che possono tutto, di unirsi a me per la costruzione della pace negli uomini e nel mondo.»
Epitafio de la tumba de Maria Montessori, sita en Noordwijk aan Zee (Países Bajos)