El regreso de Gerry Conway a las páginas de Spider-Man en 1988 marcó un punto crucial en la historia del trepamuros. Este primer tomo de la recopilación, que abarca Web of SpiderMan 35, 36, 47, 48, 50-52, The Spectacular SpiderMan 137-152 y Annual 8, y The Amazing SpiderMan 311-313, ofrece una visión integral de una etapa arácnida cargada de acción, dramatismo y enlaces muy sólidos entre las dos series principales bajo la batuta de Conway junto con David Michelinie en Amazing Spiderman. Todo ello, complementado con el arte de leyendas como Todd McFarlane, Alex Saviuk, Sal Buscema, Bob Sharen, Keith Williams y otros, crea una experiencia que rememora el espíritu de finales de los años 80 en Marvel Comics.

Gerry Conway, conocido por ser el responsable de una de las historias más impactantes de Spider-Man («La muerte de Gwen Stacy» en los años 70), regresó en 1988 con una visión fresca para abordar al personaje. Su enfoque en esta etapa combinó acción superheroica con un intenso drama humano, tejiendo historias complejas que exploraban las relaciones y los conflictos internos de los personajes secundarios. Un ejemplo brillante es su tratamiento de Joe Robertson y su pasado ligado al criminal Lápida, donde Conway construyó una subtrama cargada de tensión, secretos y redención. También reintrodujo conceptos clave del legado de Spider-Man, como el clon de Gwen Stacy (con la aparición del Alto Evolucionador y los Jóvenes Dioses) y el villano Carroña, aportando un toque nostálgico y al mismo tiempo renovado. Sus guiones, desarrollados tanto en The Spectacular Spider-Man como en Web of Spider-Man, muestran a un escritor en pleno control de la mitología arácnida, capaz de expandirla sin traicionar sus raíces. En paralelo, David Michelinie, quien brillaba en The Amazing Spider-Man, ofreció unas historias cargadas de acción, humor y espectacularidad. En colaboración con Todd McFarlane, Michelinie contribuyó con tebeos que combinaban la introspección de Peter Parker con grandes eventos como el evento Inferno(unos comics relacionados con la Patrulla X) en unos tie-in muy interesantes. Estos números se destacan por su enfoque en los dilemas éticos y emocionales de Peter, mientras enfrentaba amenazas sobrenaturales y urbanas por igual. Michelinie entendía perfectamente el equilibrio necesario entre el lado humano y heroico del personaje, y su habilidad para escribir diálogos ágiles y situaciones memorables complementó el dibujo de McFarlane.

En el aspecto gráfico en este integral tenemos mucha variedad de artistas. Todd McFarlane, quien contribuyó con los números de The Amazing Spider-Man recopilados aquí, revolucionó la estética de Spider-Man. Su estilo dinámico, caracterizado por poses extremas, redes detalladas y expresiones exageradas, redefinió cómo debía verse el personaje en los cómics. Además, McFarlane elevó a los villanos clásicos, como Misterio o el Lagarto, dándoles una presencia más inquietante y dramática. Su enfoque visual no solo capturó la atención de los lectores, sino que influyó profundamente en el diseño y la narrativa gráfica de Spider-Man durante décadas. La colaboración entre McFarlane y Michelinie es, sin duda, una de las más icónicas de esta época, y sus números en The Amazing Spider-Man siguen siendo referentes para los aficionados.

Por otro lado, Alex Saviuk dejó su huella en Web of Spider-Man entre otras series. Su estilo limpio y dinámico reflejaba la agilidad de Spider-Man en acción, mientras mantenía un enfoque claro y narrativamente coherente en las escenas más íntimas y cotidianas. Saviuk se destacó especialmente durante los números vinculados a Inferno, capturando tanto la atmósfera oscura y sobrenatural del evento como los momentos de sencillos de Peter Parker. Su habilidad para equilibrar la acción y el drama lo convirtió en un pilar esencial de esta etapa.

En The Spectacular Spider-Man, Sal Buscema continuó demostrando por qué es considerado uno de los artistas más prolíficos y confiables de Marvel. Su enfoque clásico, con un estilo fluido y a veces muy agresivo, destacó en historias clave como las que exploraron la relación entre Robbie Robertson y Lápida. Buscema entendía la importancia de las emociones en el cómic superheroico, y sus dibujos transmiten tanto la intensidad de las batallas como los conflictos internos de los personajes. Su estilo era ideal para las historias escritas por Conway, creando una sinergia que fortaleció cada número de la colección. Finalmente, aunque su contribución aquí es menor, Mark Bagley junto Mike Esposito y Bob Sharen ya comenzaba a demostrar el talento que más tarde lo convertiría en uno de los artistas definitivos de Spider-Man. Su trazo dinámico y juvenil capturó a la perfección la esencia de Peter Parker, mostrando tanto su vulnerabilidad como su heroísmo. Aunque todavía estaba en los inicios de su carrera, su trabajo ya evidenciaba la energía que lo llevaría a destacar en títulos como Ultimate Spider-Man años después.

En retrospectiva, este tomo editado por Panini Comics puede considerarse como uno de los más completos y satisfactorios del hombre araña. Cuenta, además, con una introducción de Julián Clemente y unos extras clásicos explicando las fichas de los personajes sacados del Handbook de Marvel Comics. Este tomo número uno, de un total de tres, tenemos a Conway, junto con un equipo artístico excepcional, que combinó el legado del personaje a la vez que añadió elementos que ampliaron el mundo arácnido y sentaron precedentes narrativos para décadas futuras. Historias como las de Lápida, el nuevo Tarántula y el equilibrio entre la vida heroica y civil de Peter Parker no solo entretuvieron, sino que mejoraron y darían una nueva vida a la mitología del personaje. Una lectura indispensable para cualquier aficionado del trepamuros que desee explorar una época en la que el drama, la acción y la innovación se entrelazaron con maestría. El legado del Spiderman de Gerry Conway no solo reside en los momentos inolvidables que regaló a los lectores de su tiempo, sino también en los cimientos que sentó para futuras historias de nuestro amistoso vecino. Desde la creación de Lápida como un villano inolvidable hasta los choques con el Castigador, estas historias son un testimonio de cómo la creatividad y la pasión pueden elevar incluso los rincones más inesperados del universo Marvel.