El prolongado sueño del sr. T. : onírica y reflexiva joya

El prolongado sueño del sr T Texto 01

“Perdí el equilibrio y me caí.”

Del latín «somnus«, “Sueño” designa a la actividad restauradora del cuerpo humano (y de otros animales) en las que éste permanece inconsciente a lo que le rodea, cumpliendo una necesaria función biológica. Fisiológicamente vital y restaurador, es también el momento en el que nuestro cerebro consolida lo aprendido, la memoria. Dormir nos supone restaurarnos físicamente y cognitivamente cada noche. Durante ese proceso, también se produce de forma involutaria estímulos esencialmente anímicos, hechos que el sujeto percibe como reales y que , el la fase de sueño “REM” (“Rapid Eye Movement” o MOR, «movimiento ocular rápido»), recordará al despertarse.

Es entonces, bajo ese halo de ensueño, cuando el cerebro manda mensajes, mientras se procesan recuerdos y vivencias. Algunas conscientes, otras no. Sensaciones, momentos o pasajes se recordaran al abrir los ojos. O no. Muchas personas, en ocasiones, apuntan recien despertados lo soñado, para evitar el riesgo del olvido. Como es el caso de Cristóbal T., que durmió 40 días seguidos y que, al despertarse, plasmó detalladamente todo cuanto había soñado.

El prolongado sueño del sr T Texto 02

Ese es “El prolongado sueño del Sr. T”, el clásico de Francesc Capdevila, más conocido como Max, que La Cúpula ha reeditado este año. Pues este es un tebeo de los que merece una disponibilidad eterna para que nuevos lectores queden seducidos por lo que aguardan estas páginas. Tan oníricas como solventes. Tan certeras como únicas.

“Me caí, y me pareció que atravesaba mundos, y que los dejaba atrás a una velocidad inconcebible…”

Galardonado con el Premio al Mejor Guion en el Salón Internacional del Cómic de Barcelona de 1998, “El prolongado sueño del sr. T.” vio la luz por primera vez de forma serializada en las páginas de la recordada “El Víbora”, para después verse recopilado en formato unitario por la editorial. No es más ni menos que “un sueño en tres actos”(“El sueño de Su”, “El sueño de Sara” y “El Sueño de Scallywax”) donde el protagonista va a disponer de un viaje onírico a modo de catarsis psicoanalítica, plasmado por Max con una destreza descomunal en la que juega con varios elementos.

El prolongado sueño del sr T Texto 03

En un sueño todo es posible. En el cómic, si se es creativo, también. Max lo demostró en esta joya, maridando texto y dibujo en un tebeo, a ratos íntimo, otras lisérgico. Donde su inconfundible trazo dialoga con el lector en páginas soberbias, donde lo dibujado son puntas de iceberg que apuntan hacia el psicoanálisis del personaje principal. Del que conoceremos más a la vez que él mismo. Pues el subconsciente es un terreno por explorar y eso es lo que haremos junto a Cristóbal T. para llegar al corazón de este largo viaje, en el que significante y significado van fluyendo en la trama, hasta encontrar el sentido que subyace en lo onírico que se nos muestra. Con un rumbo poético y, a la vez, lúcidamente reflexivo.

“… porque solo ahora que la cáscara ha sido vaciada, podrá usted llenarla con lo que realmente desee.”

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Viñetas certeras. Emocionales. Rotundas en definitiva. Mostradas de forma primaria o sofisticada, en todo caso hábilmente secuenciadas en el crescendo que supone caminar por estas páginas tan catárticas como brillantes. “El prologando sueño del sr. T.”, lejos de envejecer, demuestra una vigorosa y creativa fuerza al recorrerlo décadas después de cuando fue creado. Claro que, tratándose de un trabajo de Max, eso es habitual. No por nada es uno de los grandes del cómic y la ilustración de nuestro país. Como muestra, este tebeo.

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