Doctor Extraño de Donny Cates y Gabriel Hernandez Walta. El Mal está en todas partes

Este volumen, que recoge los números americanos de Doctor Strange #381 al #390 y el evento Doctor Strange: Damnation #1 al #4, representa una etapa única en la vida del Hechicero Supremo, con un cambio de guardia tan sorprendente como ambicioso. Donny Cates acompañado de artistas como Gabriel Hernández Walta, Niko Henrichon, Rod Reis, Jordie Bellaire y otros. Así como Cates y Nick Spencer (quien coescribe Damnation) nos presentan una historia que juega con las expectativas y, al mismo tiempo, explora nuevos terrenos en la mitología del personaje.

El primer arco de esta etapa arranca de manera muy atrayente: el Hechicero Supremo ya no es Stephen Extraño, sino Loki, el Dios de las Mentiras. Este giro, que podría haber sido solo un truco pasajero, pero es desarrollado por Cates con una sorprendente profundidad. Loki, lejos de ser el villano caricaturesco que muchos podrían esperar, asume su nuevo rol con una mezcla de responsabilidad y astucia que resulta refrescante. El personaje, en ese momento del universo Marvel, ha pasado por una evolución (como se pudo ver en los tebeos de Kieron Gillen), y en lugar de ser el viejo Loki malvado y burlón, vemos una versión un poco más joven, ambiciosa y, en cierto modo, sincera en su intento de reformarse.

Desde el principio, Cates establece un tono de incertidumbre: ¿Cómo ha perdido Stephen Extraño el manto del Hechicero Supremo? ¿Cómo ha llegado Loki a ocupar su lugar? Estas preguntas no se responden inmediatamente, sino que se nos ofrecen a cuentagotas, lo que mantiene la intriga y el interés en los primeros números de la serie. Además, el autor aprovecha la situación para explorar las diferencias filosóficas entre Loki y Extraño: mientras que Stephen ha sido un guardián cauteloso de las artes místicas, Loki, como era de esperar, adopta un enfoque más caótico y manipulador. La relación entre ellos es uno de los pilares de la trama. Mientras Loki asume el manto con una mezcla de seriedad y engaño, el otro no está dispuesto a dejarlo todo en manos del Dios de las Mentiras. La tensión entre ambos personajes es palpable, y Cates maneja brillantemente los diálogos y las dinámicas entre ellos, creando momentos de humor, tensión y drama que mantienen al lector cautivado. De la misma manera que incorpora personajes como Wong o El Vigía dando ese toque tan especial en este relato.

Mientras Loki asume el papel de Hechicero Supremo, Stephen se enfrenta a una crisis personal. Ya no tiene acceso a sus poderes mágicos y, en su lugar, ha tenido que volver a una vida mucho más mundana. Es un enfoque que recuerda a los mejores momentos de personajes como Thor, cuando se ve despojado de su martillo y de su identidad heroica. Extraño, sin embargo, no es un héroe dispuesto a rendirse tan fácilmente. Cates utiliza este descenso para explorar la resiliencia del mago, su ingenio y su capacidad para adaptarse incluso en las circunstancias más adversas. La introducción del perro parlante Bats, un fiel compañero canino que aporta momentos de humor y ternura a la historia, es uno de los toques más memorables de esta etapa. Bats, con su actitud despreocupada y sus interacciones con Extraño, añade una capa de humanidad y cercanía a un personaje que, en ocasiones, puede parecer distante y frío. Aunque este pequeño perro sea uno de los personajes que más emociones generen en las páginas de este tomo.

Una de las grandes fortalezas de esta etapa es cómo Cates teje el tejido conectivo del universo Marvel. Aunque estamos en una serie del Doctor Extraño, Loki, como Hechicero Supremo, inevitablemente nos lleva de vuelta a Asgard. La situación en Asgard en ese momento es crítica: Cul, el hermano de Odín, gobierna con mano de hierro, y Jane Foster es Thor. Esta conexión con el mundo de Thor añade una dimensión adicional a la historia y refuerza la idea de que, en el universo Marvel, todo está interconectado. Loki, aunque genuinamente interesado en mejorar el mundo mágico, sigue siendo Loki, lo que significa que siempre hay un truco oculto. A medida que la trama avanza, descubrimos que Loki tiene sus propios motivos para querer ser el Hechicero Supremo, y estos motivos no son tan altruistas como podrían parecer. Esto culmina en un enfrentamiento inevitable entre Extraño y Loki, donde ambos personajes muestran sus verdaderos colores y habilidades.

El segundo gran arco de este tomo reúne a varios héroes del universo Marvel en una batalla contra el mismísimo Mefisto. La premisa es tan grandiosa como extravagante: después de los eventos de Imperio Secreto, Las Vegas ha quedado destruida, y el hechicero supremo, en un intento por redimirse, utiliza sus poderes para resucitar la ciudad. Sin embargo, este acto tiene consecuencias desastrosas, ya que Mefisto reclama la ciudad como su propio reino infernal. Lo que sigue es una aventura cargada de acción que recuerda a los cómics clásicos, donde los héroes se unen contra amenazas sobrenaturales. En este caso, nuestro ex cirujano no está solo; lo acompañan personajes como Puño de Hierro, Doctor Vudú, Elsa BloodStone, Caballero Luna, Blade, el Motorista Fantasma o El Hombre Cosa. Y para los que les gusta el tema místico y lo sobrenatural de la casa de las ideas, este equipo, recuerda a los Hijos de la Medianoche, que se enfrentan a las hordas de Mephistopheles en una lucha desesperada por salvar Las Vegas y, en última instancia, sus propias almas.

Por otro lado, en el aspecto gráfico, uno de los aspectos más notables de este volumen es la variedad de artistas que trabajan en él. Los cinco primeros números están ilustrados magistralmente por Gabriel Hernández Walta, cuyo trazo fluido y expresivo captura a la perfección la atmósfera mágica y surrealista de la historia. Walta es sin duda el artista estrella de este tomo, y su trabajo en estos números es un placer visual. Su capacidad para transmitir emociones a través de los gestos y las expresiones faciales de los personajes, junto con el magnífico color de Jordie Bellaire, elevan el nivel artístico de la serie. Sin embargo, después de Walta, la rotación de artistas como Szymon Kudranski, Niko Henrichon, Frazer Irving, y Rod Reis crea un cambio notable en el tono visual de la serie. Aunque todos ellos son muy buenos artistas, la inconsistencia en el estilo puede resultar desconcertante para algunos de nosotros. La historia comienza con una estética visual definida, pero esta cohesión se ve afectada a medida que cambian los artistas. A pesar de esto, cada uno de ellos aporta su propio toque distintivo, y hay momentos visualmente impresionantes a lo largo del tomo, especialmente en las secuencias más sobrenaturales y llenas de acción.

Esta edición especial que edita SD distribuciones junto con Panini Comics para su venta exclusiva en librerías incluye un prologo de Lidia Castillo y todas las portadas alternativas realizadas por Gabriel Hernandez Walta, Mike Deodato Jr, Rain Beredo, John Tyler Christopher, Mike McKone, Rachelle Rosenberg, Steve Ditko, Pascual Ferry, Chris Sotomayor, Phil Noto, Javier Garrón, Jason Keith, Greg SmallWood y Ron Lim. Además de muchos bocetos de las páginas originales realizados por Szymon Kudranski y Rod Reis. En conjunto, esta edición es una excelente incorporación a la colección de cualquier aficionado al Doctor Extraño o de las historias sobrenaturales de Marvel. Nos recuerda que el camino del bien no siempre es claro y que, a veces, los actos más nobles pueden tener consecuencias imprevisibles y aterradoras. Al final el tebeo de Doctor Extraño de Donny Cates y Gabriel Hernandez Walta no solo redefine a nuestro querido doctor para una nueva generación de lectores, sino que también destaca por su capacidad para equilibrar lo familiar y lo novedoso, manteniendo a los lectores atrapados en cada página.

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