
Este cómic de Pep Domingo, conocido como Nadar, y Xavier Bétaucourt, llamado «Truman Capote: Regreso a Garden City» (“Truman Capote: Retour á Garden City”), nos invita a redescubrir una etapa esencial en la vida de Truman Streckfus Persons, universalmente conocido como Truman Capote. una figura central en la literatura estadounidense. Ambientado en marzo de 1967, la obra retrata su llegada a Kansas para asistir al rodaje de la película «A sangre fría» («In Cold Blood«), la adaptación cinematográfica dirigida por Richard Brooks e interpretada por Scott Wilson y Robert Blake en el papel de los asesinos. A través de una trama introspectiva y cargada de tensión emocional, el tebeo explora el proceso creativo de Capote y el costo personal que pagó por involucrarse tan profundamente en el crimen real que retrató, un homicidio que cambió su vida de forma irreversible y que le dejó en un bloqueo creativo que no llegaría a superar.
La historia de Capote con el asesinato de la familia Clutter es intensa y compleja; fue él quien convirtió un acto de violencia en un hito literario, revolucionando el periodismo con “A sangre fría”. En el cómic se evidencia que su regreso al pueblo donde se produjeron los asesinatos lo enfrenta no solo con el éxito de su obra, sino con los fantasmas y personajes que no les gustó como se les retrató. Nadar y Bétaucourt logran reflejar así cómo Capote revivió aquellos momentos de interacción íntima con los condenados Richard Eugene «Dick» Hickock y Perry Edward Smith, sobre quienes escribió con una mezcla de compasión y frialdad clínica. Capote, tras conocer a los asesinos, se encontró atrapado en un dilema moral: los veía como seres humanos, pero no podía perdonar sus crímenes.

Los autores de este tebeo enfatizan uno de los temas más desgarradores del trabajo de Capote: la línea borrosa entre escribir sobre la violencia y experimentarla. El cómic muestra cómo el autor se convirtió en un observador cercano de la ejecución de los asesinos, atestiguando el momento final de sus vidas y enfrentando el conflicto de retratar fielmente sus vivencias y emociones sin caer en el sensacionalismo. Vemos como manejan a la perfección y con sensibilidad la pesada carga emocional que esto le supuso y cómo le afectó en sus años posteriores, que no fueron los más productivos de su carrera.
La trama del tebeo avanza entre las percepciones de Capote sobre la violencia que describe en su libro y el peso de haberla experimentado casi en carne propia. En este cómic, Capote parece atrapado entre los dos mundos: el del narrador omnisciente, que observa y relata, y el de quien se ve obligado a revivir la intensidad de los crímenes de Holcomb al enfrentarse a Perry Smith y Dick Hickock, los condenados a muerte. A través de esta perspectiva, Bétaucourt y Nadar exploran cómo Capote proyecta sus propios traumas(un niño que sufrió mucho a manos de sus compañeros) y fragilidades(su madre no aceptaba su condición de ninguna manera) en la historia de los dos asesinos, a quienes llega a conocer tan bien que es difícil separar los sentimientos que lo arroyan según se relaciona con los estos personajes tan inquietantes. Eso hace que los protagonistas de su libro lo expongan a un deterioro psicológico evidente, retratado en el cómic con gran detalle y sensibilidad.

En el aspecto gráfico, el trazo de Nadar es elegante y a la vez sombrío, acorde con el tono trágico y reflexivo de la obra. La elección de una paleta de colores que prioriza los tonos apagados y fríos contribuye a crear una atmósfera de nostalgia y opresión, recordando visualmente la naturaleza sombría del crimen que inspiró a Capote. Las viñetas representan su lucha con la sombra de la obra: Capote ya no es solo el escritor famoso por el éxito de sus obras, sino un hombre que, al haber transformado en literatura su observación de la muerte y la violencia, se encuentra incapacitado para continuar escribiendo. Es, en esencia, un autor atrapado en la cúspide de su obra. Y por esos las caras que dibuja en la viñetas te cuenta casi sin palabras la agonía y sufrimiento que Capote estaba desarrollando.
Con todas estas premisas consiguen que la figura de Capote no solo se muestre como un narrador magistral, sino también como una víctima de su proceso creativo. En sus reflexiones, se enfrenta a las limitaciones de la realidad frente a la ficción: el trauma de vivir y, posteriormente, contar el asesinato de la familia de Kansas parece haber sellado una grieta en su vida. Las páginas del cómic reflejan la decadencia de un hombre que, aún con el reconocimiento literario y lo que la fama lleva consigo, se desmorona en la sombra de su creación.

Por eso con motivo del centenario de su nacimiento en septiembre de 2024, la obra que se editó en el mercado francés por parte de Futuropolis, y ahora publicada en España por Astiberri se convierte en una suerte de homenaje al legado literario de Capote, pero también a su compleja personalidad. El retrato de Truman Capote no está exento de contrastes: se nos presenta como un hombre excéntrico, brillante y seductor, pero también vulnerable y delicado. Con este cómic logran así equilibrar lo biográfico con lo introspectivo, ofreciendo un relato que no solo muestra el proceso de creación de una obra maestra, sino las consecuencias devastadoras que este proceso tuvo para su autor.
