
Podría haber sido la película más celebre de terror, pero en la década de los 40 un incendio destruyó la copia original. Envuelta en un halo de misterio, el tiempo ha hecho su trabajo, relegándola al olvido. Hasta ahora. Pues un cineasta ha descubierto fragmentos de la misma y ha dado con el paradero del antiguo director que la dirigió. Puede ser todo un hallazgo recuperar dicha cinta, pero no solo por su valor artístico. También por la maldad que sus fotogramas esconden… Es “La noche del Gul”.
Esa es la nueva obra de Scott Snyder con arte de Francesco Francavilla, recién editada en castellano por Norma Editorial. “La noche del Gul” (“Night of the ghoul”) supone otra de las muestras de la creatividad del guionista para sus proyectos más personales que publica en su propio sello, Best Jacket Press, junto a otras como “Clear” o “Tenemos demonios”.

En esta ocasión, Snyder nos ofrece una declaración de amor hacia el cine clásico de terror en toda su extensión. A través de las seis entregas que consta esta “noche”, el guionista elabora una trama con los recursos y desarrollos propios del género, recreándolos con oficio. Tanto por ritmo como por tono, se aprecia la querencia por aquellos personajes de terror populares del celuloide clásico, por aquellas tramas que te metían de lleno en lo que querían contar, sin dejar espacio para desarrollos profundos en las caracterizaciones y centrando lo contado en el argumento lleno de golpes de efecto que apelan al miedo.
Así se ha construido “La noche del Gul”. Una noche donde Snyder ha contado con el socio gráfico ideal para un trabajo de este calibre. Francesco Francavilla (The Black Beetle, El más allá con Archie) pone todo su arte al servicio de esta amalgama que bebe del terror popular, el cine clásico y la mitología pulp para erigir unas páginas rotundas. Que beben conceptualmente de ese clasicismo conceptual en cuanto al horror que muestra o sugiere, con encuadres que refuerzan los sobresaltos que esperan. Con páginas que quedan en la retina por el efecto provocado en la lectura. Tanto por trazo, como por el color. Elemento indispensable éste último para que “La noche del Gul” se erija como el efectivo blockbuster de terror que es.

Si bien no inventa nada nuevo, la propuesta de “La noche del Gul”, funciona de forma eficaz. Llena de oficio en cuanto a estructura de su guion y ritmo, va a atrapando a quien lo lea entre una trama sencilla pero solvente, plagada de guiños y recursos de un género ya clásico. Con mucho de aquel cine popular donde el sobresalto estaba presente en sus fotogramas. A través de una potencia gráfica notable, la que desarrolla Francavilla en estas páginas.
Efectiva a todas luces, “La noche del Gul” recupera lo siniestro para envolverlo en viñetas notables. Donde la sensación de cine clásico está presente en todo momento, tanto por viñetas que por forma y fondo representan fotogramas del film perdido del cómic, como por el tono general de la obra. Un recurso que aumenta el propósito de lo contado, mientras que el guion se va intensificando con giros argumentales de manual, aumentando la sensación de homenaje que planea en todas sus páginas.

Editada en ingles en digital por Comixology entre 2021 y 2022. Dark Horse la llevó al papel y es ahora, con traducción de Hernán Migoya, cuando “La noche del Gul” se estrena en castellano de la mano de Norma en una edición en cartoné de 178 páginas que contiene las seis grapas que componen esta obra. Una opción para disfrutar más y mejor de esta “noche”. Todo un homenaje al cine clásico de terror en viñetas.
