El segundo ómnibus de Spiderman 2099, bajo la pluma y el arte de autores de renombre como Tony Skinner, Grant Miehm, Pat Mills, Ron Lim, Pat Broderick, John Francis Moore, Jim Fern, Chris Batista, Peter David, y Rick Leonardi, contiene, además de la serie que recopila, varias cabeceras en su haber: a los Spider-Man 2099 #15 al #25 le acompañan Ravage 2099 #15, X-Men 2099 #5, Doom 2099 #14, y The Punisher 2099 #13, presenta un cruce épico que une varias de las principales series del «Marvel 2099«: «La caída del Martillo«. Este arco argumental se convierte en un punto de inflexión para el futuro distópico de Marvel, explorando la resurrección de viejos superhéroes y, en particular, el regreso de Thor y los dioses asgardianos. El enfoque central recae en cómo la reaparición de estas figuras míticas altera radicalmente el panorama de un mundo que ya vive al borde del caos, tanto política como socialmente.

Uno de los puntos más destacados de este tomo es la aparición del dios del trueno, quien no solo representa un dios venerado del pasado, sino también un símbolo que ha sido manipulado por corporaciones y fuerzas del poder en este futuro. En este crossover, las grandes corporaciones que gobiernan el planeta utilizan la imagen de Thor para sus propios fines, pero el regreso real del dios asgardiano pone en jaque sus planes. Esto genera un conflicto profundo, no solo para el mundo, sino para los héroes del 2099, quienes se enfrentan a un poder muy superior al suyo. El regreso de Thor se presenta de manera ambigua, pues mientras algunos lo ven como una figura de esperanza y redención, otros lo perciben como una amenaza. Para Miguel O’Hara, la presencia de un dios cambiará las reglas del juego. Este cruce entre la mitología nórdica y la ciencia futurista es una de las mejores muestras de cómo “la casa de las ideas” fusiona elementos clásicos del universo de superhéroes con una visión futurista.
El cruce con otros héroes del universo 2099 ofrece una rica exploración de cómo estos personajes encajan en la narrativa más amplia de ese futuro. Ravage 2099, uno de los personajes menos conocidos de esta línea, lucha por sobrevivir en un mundo corrupto mientras intenta preservar los pocos valores que le quedan. Su interacción con los eventos del crossover es clave, ya que Ravage se encuentra atrapado en un conflicto mucho mayor de lo que esperaba. La Patrulla-X, por su parte, sigue luchando por la supervivencia de los mutantes en un mundo donde la discriminación y la opresión continúan siendo fuerzas dominantes. Aunque esta vez es contra los dioses de Asgard que quieran que hinquen la rodilla y que sean unos meros esclavos. El Doctor Muerte 2099 es quizás el personaje más intrigante en este crossover. Siempre estratega, Muerte debe enfrentarse a un poder que ni siquiera él puede controlar por completo: los dioses. Su carácter implacable y su visión de sí mismo como el gobernante legítimo del futuro lo ponen en conflicto directo con las entidades divinas, y esto genera una dinámica fascinante en la que Muerte se ve obligado a considerar su lugar en un mundo donde los mitos se hacen realidad. Y por último, El Castigador, continúa su cruzada contra el crimen en un futuro donde la justicia se ha convertido en una herramienta de las élites. Su participación en este cruce lo coloca en un enfrentamiento inevitable con los poderes divinos, y aunque su enfoque es mucho más terrenal y violento que el de personajes como Spiderman o el Doctor Muerte, su lucha por imponer su propia forma de justicia se mantiene relevante en un mundo donde el poder ha cambiado de manos.

Con todos estos puntos que se han ido desarrollando lo más interesante es la evolución del propio Miguel. En los primeros números de Spider-Man 2099, Miguel se mostraba como un personaje relativamente frío, pragmático y distanciado emocionalmente, tanto de su entorno como de su propio alter ego como Spider-Man. No obstante, conforme avanza su historia, vemos una transformación significativa. Tras La caída del Martillo, Miguel empieza a mostrar una conexión más profunda con el papel que ha asumido como protector. Su sentido del deber se intensifica, sobre todo al enfrentarse a nuevas amenazas que no son tan claras ni definitivas como las corporaciones que ha combatido previamente. Además de encontrarnos una nueva amenaza como Risque o la incursión de las Maryjanes.
Uno de los grandes méritos de este volumen es la cohesión visual y narrativa lograda por un equipo creativo que combina estilos clásicos de Marvel con una sensibilidad futurista. El arte de Rick Leonardi, pilar de Spider-Man 2099 desde sus inicios, continúa destacándose por su fluidez y dinamismo. Leonardi logra capturar la esencia de un Spiderman que, a pesar de habitar un mundo completamente diferente, mantiene la agilidad y la fuerza visual características del personaje. Chris Batista, Ron Lim, y Pat Broderick también contribuyen con su arte a lo largo de varios números, trayendo diferentes enfoques estilísticos que complementan en resultado final. Ron Lim, con su dominio en la representación de escenas de acción épicas, aporta un sentido de escala monumental a las batallas y enfrentamientos de Miguel contra las amenazas cósmicas. Broderick, por su parte, tiene un enfoque más detallado y oscuro, lo que se ajusta a la naturaleza más sombría del mundo distópico de Marvel 2099.

En cuanto a la escritura, Peter David sigue siendo la rica fuerza principal detrás de Spider-Man 2099. Su capacidad para infundir humor, ironía y crítica social en la trama es evidente, equilibrando los elementos más serios del futuro distópico con momentos más ligeros y la personalidad sarcástica de Miguel O’Hara. David es un maestro en explorar la psicología de los personajes, y en este volumen lo vemos en plena forma mientras Miguel lucha con sus responsabilidades como héroe y con la carga emocional de su vida personal.
La edición de Panini Comics, con traducción de Santiago García, incluye una introducción escrita por Julián Clemente, quien contextualiza perfectamente el impacto de esta serie en su época y su relevancia en la evolución del universo Marvel. Uno de los añadidos de esta edición es la inclusión del Marvel Age Preview #2, publicado originalmente en 1992. Este material ofrece un vistazo histórico para los aficionados, ya que representa la primera introducción oficial de Miguel O’Hara como el Spider-Man del futuro. De esa manera, los lectores pueden sumergirse en el entusiasmo que generó el concepto de este superhéroe arácnido en sus primeros días, y apreciar cómo este personaje fue pensado como una evolución natural del legado de Peter Parker. Además de incluir una serie de extras visuales que complementan el contenido del tomo. Entre ellos, destaca un pin-up del artista Darren Auck y una pequeña historia de Fred Hembeck. Al final, este segundo volumen de Spideman 2099 no solo revive la magia de los cómics de los noventa, sino que reafirma que la leyenda del hombre araña. Incluso en aquel ya lejano futuro de la Marvel 2009 latía con fuerza.
