«La Espada Salvaje de Conan» (“The Savage Sword of Conan”) es, sin lugar a dudas, una de las publicaciones más emblemáticas dentro del género de espada y brujería. También en la historia de los cómics. La revista fue lanzada en 1974 y rápidamente se convirtió en un escaparate perfecto para las aventuras brutales y grandiosas de Conan el Bárbaro, el famoso personaje creado por Robert E. Howard. Los números 56 a 58 que tenemos en este tomo 18 de la «Biblioteca Conan«, obra de Roy Thomas, John Buscema y Tony DeZúñiga, son una joya particular dentro de la vasta colección de aventuras de Conan, ofreciendo una adaptación brillante de la novela La Espada de Skelos de Andrew J. Offutt, así como historias independientes llenas de la brutalidad y complejidad propias de la saga del cimmerio. Estos números exploran las cualidades que hacen de Conan un personaje fascinante y perdurable: su brutalidad, su código de honor, su astucia, y su continua lucha contra las fuerzas oscuras y los tiranos que buscan dominarlo. Lo que hacen Thomas, Buscema y DeZuñiga en estos números es tomar esa esencia pura de Conan y expandirla en un contexto de lo más atractivo.

Uno de los aspectos más fascinantes es la representación de Conan en su habitual papel como un guerrero rudo y pragmático, pero también como un hombre con un código moral particular. Conan es alguien que confía en su fuerza y habilidades, pero que siempre ha desconfiado de la magia y la hechicería. En esta historia, esa aversión se vuelve aún más palpable, ya que la magia es una fuerza central y, vemos cómo desafía los valores fundamentales de Conan. Por otro lado, Zafra, el hechicero que manipula los eventos detrás de escena, es otro personaje clave. Representa el arquetipo del mago ambicioso, dispuesto a sacrificarlo todo para alcanzar el poder. Su relación con Conan es la de un manipulador que subestima su espíritu indomable. Zafra intenta usar la espada encantada y al guerrero para sus propios fines, pero a lo largo de la historia, vemos cómo subestimar al bárbaro y tratar de esclavizarlo siempre lleva a la ruina. Conan no es alguien que busque el poder a través de objetos mágicos o reliquias; él prefiere confiar en su acero y en su habilidad como guerrero. Sin embargo, en esta historia, está obligado a usar la espada debido a las circunstancias. Pero también ha de resistir la tentación y los efectos corruptores de la magia, que intentan convertirlo en una marioneta del mal que encierra el arma.

Si bien el guion de Roy Thomas captura la intensidad y la complejidad del relato original, es el arte de John Buscema y Tony DeZúñiga lo que eleva la historia a otro nivel. Las ilustraciones son absolutamente icónicas y se destacan en cada página, desde las épicas batallas hasta los momentos más silenciosos donde Conan lucha con su propia moralidad. Buscema tenía la capacidad única de capturar el físico imponente de Conan, haciéndolo parecer tanto una fuerza de la naturaleza como un hombre de carne y hueso, dando con la imagen gráfica más icónica del cimmerio. En este tomo, Conan irradia poder en cada viñeta, pero también desprende una vulnerabilidad sutil cuando se enfrenta a la magia. De la misma manera, sus acompañantes femeninas destacan por su sexualidad exuberante. Los paisajes de Hiboria, ya sean ciudades o desiertos salvajes, están bellamente representados, proporcionando una sensación palpable del vasto, brutal y exótico mundo donde habita Conan.

Por su parte, la tinta de Tony DeZúñiga añade una textura y una profundidad que complementa perfectamente el trabajo de Buscema. Sus sombras y detalles oscuros dotan una atmósfera de peligro constante, lo que refuerza el tono sombrío de la historia. Las escenas de acción son espectaculares, con Conan enfrentándose a hordas de enemigos, cada una dibujada con una fluidez que transmite tanto el dinamismo como la brutalidad del combate. Queda así el trabajo combinado de Buscema y DeZúñiga, tan detallado y expresivo que el lector casi puede sentir el peso del acero en cada batalla.

Cabe destacar la magnífica edición de este tebeo, cuidadosamente publicada por Panini Comics dentro de su Biblioteca Conan. No solo ofrece una calidad impecable en la reproducción de los trazos y las páginas clásicas de John Buscema y Tony DeZúñiga, sino que también incluye contenido adicional del material de las entregas estadounidenses de «Savage Sword…»: introducciones, notas y portadas originales, permitiendo sumergirse aún más en el universo de Conan y en la magia que desprendía esta serie. Para nuevos lectores, esta colección es una puerta de entrada perfecta al mundo del cimmerio. En concreto, este volumen de “La Espada Salvaje de Conan” no solo ofrece grandes escenas de combate y aventuras, sino también presenta un retrato complejo de Conan como un hombre atrapado entre su rechazo a la magia y la necesidad de usarla para sobrevivir. Todo en una historia sobre cómo el poder puede corromper incluso al más fuerte, y sobre cómo la verdadera fortaleza radica en resistir ante esa corrupción.