Esta noche en Gotham va a haber un traslado, el de un villano preso: E.M.P.. De Arkham a Blackgate, por decisión de la responsable de prisiones. Todos los medios de fuerzas de seguridad están preparados. Incluso el cruzado de la capa de la ciudad, Batman, va a estar pendiente del operativo para que discurra sin incidentes, aun con los riesgos que entraña. En principio, todo está controlado, pero siempre hay variables ocultas que pueden “trastocar” los planes. De un modo tan rotundo que lleven a la ciudad a pasar una de sus peores noches. Y a Batman también.

Eso es lo que espera en “Batman: Un Caballero Oscuro” (“Batman: One Dark Knight”), de Jock. La apuesta de DC comics en su etiqueta DC Black Label dio la oportunidad al artista escocés para poder llevar a cabo su propia miniserie de Batman como autor completo. Jock asumió el reto, tras haberse labrado un nombre entre el fandom con trabajos como “El Batman que rie”, “Espejo Oscuro”, “Los Perdedores”, o sus etapas en series como Detective Comics, Green Arrow o Hellblazer.

Bien es cierto que últimamente a Jock se le valora más como portadista, por sus impactantes composiciones que hacen de cada cover que ilustra una pieza de coleccionista. Como narrador gráfico, su impronta también es notable, y así queda demostrado en este trabajo. “Un Caballero Oscuro” no destaca especialmente por la trama que presenta, funcional y previsible en los términos que se puede esperar de un tebeo de Batman: un traslado fallido de un preso por Gotham que va a llevar al límite a la ciudad y al héroe. Discurre por esos lugares de confort que hacen de su recorrido algo entretenido, pero sin sorpresas contundentes.

No obstante, estamos ante el ejemplo de cómo elevar con lo gráfico un guion sencillo. Ese es el punto fuerte de Jock y de su “Batman: Un Caballero Oscuro”: páginas rotundas que hacen que no te despegues del tebeo. El guion, como digo, no ha inventado nada nuevo. Es efectivo y cumple con oficio. Pero el arte vertido es lo que sobresale aqui, su punto fuerte. Un auténtico festín narrativo y plástico. Jock sabe sacar partido a cada página y encuadre que elige, haciendo de esta aventura algo merecedor de ser leído.

Aplicando de forma acertada tanto las masas de negro como los colores, Jock nos mete de lleno en Gotham, en sus calles y cloacas. Nos hace sentir el peligro nocturno de la ciudad y da un magnífico sentido gráfico a esta “noche maldita en Gotham”. Espectacular e intenso es el recorrido dispuesto en unas viñetas que aprovechan el formato (las dimensiones) en que se presentan. Hecho que permite al autor desplegar todos sus encantos gráficos, haciendo de la obra un blockbuster de excelente factura.

Así es “Batman. Un Caballero Oscuro”, que ya fue publicado en tres volúmenes por DC comics en su sello “DC Black Label”, replicando en castellano esa edición ECC, que este verano lo acaba de compilar en una edición en cartoné de 168 páginas con traducción de Felip Tobar Pastor. Como extras, las reproducciones en formato «textless» de las ediciones de las tres entregas que componen la serie, a cargo de Cliff Chiang, Bill Sienkiewicz, Lee Garbett, Mike Mayhew, Paul Pope con José Villarrubia y del propio Jock. Cierra el volumen un efectivo, aunque breve, dossier sobre el proceso creativo.

Quizá sea esta la mejor forma de disfrutar de esta “Noche faltal” que propone Jock para Batman, pues de tirón es como se disfruta más esta aventura. Una en la que no hay nada nuevo en lo argumental, como ya hemos dicho, pero que es muy grata recorrerla por la excelencia plástica que ha dejado Jock en estas páginas. Sin duda, en “Batman: Un Caballero Oscuro”, Jock estuvo desencadenado, dándolo todo en cada trazo, sombra y encuadre.