
Una vez que el Ejército Rojo tomó Berlín aquel 2 de mayo de 1945 fue la constatación de la caída del Tercer Reich. Siete días después se firmaba la capitulación alemana en la capital en ruinas, que posteriormente quedaría repartida entre las cuatro potencias victoriosas en la contienda del viejo continente: Unión Soviética, Estados Unidos, Reino Unido y Francia. Posteriormente, como muestra palpable de que el “Telón de Acero” y la Guerra Fría eran una realidad, tanto Berlín como Alemania se repartieron en dos bloques: el occidental y democrático y el oriental y comunista. Hecho que continuaría hasta la caída del famoso Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989 y la posterior reunificación alemana.
Antes de eso, cuando el Berlín del Tercer Reich fue tomado por el ejercito soviético, lo más apremiante era saber que había ocurrido con Adolf Hitler, el líder nazi que llevó a Europa a la guerra y provocó uno de los mayores genocidios de la humanidad. ¿Seguía vivo y había huido? ¿O, por el contrario, había muerto? ¿Lo habían asesinado? ¿O se había suicidado en aquel bunker próximo a la Puerta de Brandeburgo? Muchos interrogantes en el aire. Conocer sus respuestas arrojaba una ventaja competitiva al Estado que las poseyera. Y eso, en el Kremlin lo tenían claro. De esto parte el excelente thriller en viñetas con base histórica de Jean-Christophe Brisard y Alberto Pagliaro: “Hitler ha muerto» (“Hitler est mort !”), recién editado en castellano por Norma Editorial.

Jean-Christophe Brisard ya realizó un extenso trabajo de investigación al respecto junto a Lana Parshina, cuyos resultados vieron luz en “La Muerte de Hitler: Los archivos secretos de La KGB que revelan el final del dictador” (“La mort d’Hitler – Dans les dossiers secrets du KGB”), con abundante documentación de campo al respeto, incluida documentación de los archivos del KGB. Un libro que a día de hoy ya ha sido traducido a 17 lenguas, prueba del interés que ha despertado.
Con esos mimbres y la documentación manejada para el libro, Brisard se traslada al noveno arte para brindar a los lectores un acertado thriller sobre la investigación (y contrainvestigación) que llevaron a cabo los servicios de espionaje e inteligencia soviéticos tras la toma de Berlin. Por un lado, el NKVD (El Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos de la Unión Soviética, Народный комиссариат внутренних дел СССР) de Lavrenti Beria, la policía secreta que luego pasaría a ser el KGB (“Comité para la Seguridad del Estado”, “КГБ”, Комите́т госуда́рственной безопа́сности”, quería llegar al fondo del asunto y resolver los enigmas en torno al líder nazi. Mismo objetivo tenía el cuerpo de contraespionaje militar creado por Stalin, el SMERSH (acrónimo de “SHpiónam, СМЕРть Шпионам, ‘Muerte a los espías’) organización creada por Stalin en 1943, encargada del contraespionaje militar, dirigida por Viktor Abakumov.

Ambas lo intentaron y, lejos de colaborar, compitieron. Las dos eran poderosas en la Unión Soviética y resolver el enigma en torno a Hitler suponía no solo complacer al «Camarada Stalin», sino desprestigiar al organismo rival. Era pues una misión ambiciosa, que iba más allá de cumplir con la tarea asignada. Era, en definitiva, una competición. El terreno, un Berlín en ruinas con sus civiles como víctimas. Un escenario donde los presos nazis que convivieron con el Führer eran piezas codiciadas por ambos. Al igual que esos cadáveres aparecidos en torno al Bunker de Berlín…
Esos son los ingredientes, basados en la investigación histórica, al que Pagliaro da vida con su arte y color, transportándonos a ese derruido Berlín y dibujando todo el horror de esos primeros días de posguerra. Tanto el que viven los civiles berlineses como el que practican tanto el SMERSH como el NKVD: Nada va a ser un obstáculo para llevar a buen puerto la investigación encargada. Así como los recelos latentes entre el bando aliado vencedor, mostrándose en que la información no la comparten, sino que la dan de forma parcial o sesgada, buscando esa ventaja competitiva en la nueva carrera por el poder mundial. Todo eso nos lo plasma Pagliaro en unas viñetas precisas, con un excelente ritmo narrativo que mete de lleno al lector en el tebeo.

Así se erige este excelente thriller histórico en viñetas, orquestado en tres actos “Vigilante e Implacable”(“Hitler est mort ! – Tome 1:Vigilant et impitoyable”), “Muerte a los espías” («Hitler est mort! – Tome 2:Mort aux espions!”) y “Dosier Mito”, («Hitler est mort! – Tome 3 :Dossier mythe”). Publicados en francés por entregas por Glénat, Norma los acaba de estrenar en castellano compilados en un integral de 208 páginas en cartoné con traducción de René Parra Lambiés, donde se incluye al final un excelente dosier que contextualiza mejor lo contado, mostrando tanto rostros como documentos con los que Brisard y Parshina trabajaron en su investigación. En conjunto, “Hitler ha muerto” se erige como un notable thriller con base histórica que nos lleva a aquellos días nada más caer Berlín. Una intriga de buena factura que muestra cuanta rivalidad e intereses hubo tras la victoria en Berlín, aun en un mismo bando y país.
