
El cómic que hoy nos ocupa, a pesar del título, no es un tebeo de superhéroes al uso. Si que aparece Batman en sus páginas, junto a varios villanos y otras criaturas de ficción, pero su trama se mueve en la vida real. En concreto, la de uno de los guionistas que ha contribuido a engrandecer la figura del Caballero Oscuro tanto en la pequeña pantalla como en las viñetas. Nos referimos a Paul Dini. Un escritor cuyos guiones han sido protagonizados por Batman tanto en las series animadas de los noventa, videojuegos (“Arkham Asylum” y “Arkham City”) y cómics. Creador junto a Bruce Timm de Renée Montoya y de uno de los iconos de DC comics más potentes estos últimos años: Harley Quinn, suyo es el guion del celebrado “Batman; Amor Loco” dibujado por Timm, que gano un merecido Eisner en el 94.
Como se puede comprobar, Paul Dini merece un lugar destacado entre los escritores que han contribuido al rico universo que envuelve al centinela de Gotham. Pero “Noche Oscura: una historia verídica de Batman” (“Dark Night. A true Batman story”), realizado junto a Eduardo Risso, no está protagonizado por Bruce Wayne, aunque aparezca. Más como una inspiración o un ideal, como un motor ante la adversidad. ¿La de quién? La que atravesó el propio Dini cuando dos delincuentes le dieron una paliza que le llevó directamente al quirófano.

Ese episodio traumático espera en estas páginas. También su superación. Sin épicas de ficción, pero con mucha creatividad e imaginación. La que posee el guionista con esas creaciones que le acompañaron desde la infancia, con las que ha podido desarrollar una carrera como escritor en su madurez. En este cómic ese “acompañamiento metafórico” no es una mera vía de escapismo de lo real, sino que es un recurso certero para que el protagonista (y guionista) del tebeo se explique a sí mismo y reflexione sobre lo que ocurrió enfrentándose a sus demonios interiores. Sin épicas, como hemos dicho, y con una voz que establece lazos cómplices con quien lea la obra, apelando a cuestiones más trascendentales que la mera evasión superheroica.
“Noche Oscura” amanece así como un relato de superación. Una vivencia dolorosa con sabor a verdad y a valentía. La de contarlo de forma certera, con los “compañeros de trabajo” que han protagonizado muchos de sus guiones. Con la cercanía necesaria para dar con lo esencial en su relato. Como catalizador de esos logros tenemos a un Eduardo Risso pletórico, que potencia al máximo cada una de las páginas del cómic. Jugando con colores y recursos, para que funcione cada aspecto de la obra de forma precisa. Estableciendo, en definitiva, una simbiosis perfecta y rotunda en esta historia verídica de Batman. Pues, aunque no sea un relato ficticio protagonizado por Batman, sí que el personaje está presente como motor de superación, simbolizando un ideal o valor para superar los reveses de lo real. Como un motor frente a la adversidad. Al igual que, en definitiva, los mitos, cuya utilidad a lo largo de la historia ha sido la de explicar el mundo desde lo fantástico para destilar una enseñanza real de sus relatos.

Todo eso, bien sintetizado, está en “Noche Oscura”. Un tebeo que ya en el 2016 cosechó a ambos lados de Atlántico una gran acogida y que ECC acertadamente ha reeditado este pasado verano en formato cartoné y con traducción de Guillermo Ruiz Carreras. Estamos ante uno de los títulos de Batman que esos que siempre han de estar disponibles, aunque no lo protagonice directamente Bruce Wayne ni esté ambientado en la ficticia Gotham. Que más que entretener, conmueve. Por lo que cuentas estas magníficas viñetas surgidas del arte de Risso y del guion de Dini. Por su capacidad de conexión y de tratar lo que tratan de forma tan sintética y certera, esta “Noche Oscura” sigue brillando.
