La historia de «Adou«(“亜童”) escrita y dibujada por Amano Jaku(天野雀) se desarrolla en un futuro cercano en Japón, en el que la tecnología ha avanzado hasta el punto de que experimentos genéticos y la modificación del ser humano se han vuelto una realidad. En este mundo distópico, los gobiernos y corporaciones realizan experimentos con seres con habilidades sobrehumanas. Estos individuos son conocidos como «adou«, seres humanos que tienen unas modificaciones genéticas muy peculiares.

En el Japón futurista que nos presenta este manga las dinámicas sociales y culturales han sido radicalmente alteradas por la llegada masiva de inmigrantes. Este fenómeno ha transformado el país en un crisol de razas, un lugar donde la diversidad es la nueva norma, pero también donde surgen nuevos conflictos y desafíos. En medio de este complejo panorama, emerge la figura de Riko Saeki, una joven de 19 años cuyo carácter impulsivo y directo la convierte en una protagonista única e intrigante. La historia inicia cuando Riko, tras salvar a un misterioso niño llamado Eight de un accidente, se ve envuelta en una conspiración que involucra al ejército y a fuerzas más allá de su comprensión. A medida que se revela el gran secreto de Eight, Riko toma una decisión crucial que la colocará en el centro de una lucha épica contra un enemigo desconocido.

El personaje de Eight es central en la trama. Desde el momento en que Riko lo salva de un accidente, queda claro que no es un niño común. Su incapacidad para ser identificado por la policía añade una capa de misterio a su figura, lo que despierta tanto la curiosidad de la chica como la del lector. Sin embargo, el verdadero enigma del niño se revela cuando el ejército intenta asesinarlo, un acto que sugiere que este niño posee secretos que podrían ser peligrosos no solo para él, sino para todo el país. A medida que la historia avanza, se desvela que no es un simple niño, sino que encierra un poder o conocimiento que lo convierte en objetivo para fuerzas poderosas. Este descubrimiento cambia el rumbo de la vida de Riko, quien decide proteger al muchacho a toda costa, incluso si esto significa enfrentarse a un enemigo formidable. La relación entre los dos protagonistas se convierte en el corazón de este inicio de historia, con Riko asumiendo el papel de protectora para este niño que, a pesar de su apariencia inocente, podría tener el poder de cambiar el mundo.

El intento del ejército por asesinar al niño marca un punto de inflexión en la narrativa de este manga. Este acto agresivo sugiere la existencia de una conspiración más grande que envuelve a múltiples actores, incluidos el gobierno y las fuerzas armadas. El manga explora las motivaciones detrás de este ataque, insinuando que Eight representa una amenaza para el statu quo o posee información que podría desestabilizar el equilibrio de poder en el país. La introducción del ejército como antagonista añade una dimensión de thriller a la historia, con el pequeño constantemente en fuga, tratando de mantenerse un paso por delante de sus perseguidores.

En el aspecto gráfico, el trabajo de Amano Jaku se distingue por su manejo de las líneas. En sus dibujos, las líneas son precisas, con un control deliberado que denota una clara intención detrás de cada trazo. Sin embargo, a pesar de esta precisión, el estilo de Jaku no carece de dinamismo. Utiliza líneas más gruesas para enfatizar la fuerza o el poder de un personaje o situación, mientras que las líneas más finas se emplean para detalles delicados o para transmitir una sensación de fragilidad y vulnerabilidad. Este enfoque se extiende al manejo de las sombras y el sombreado en sus dibujos. Prefiere evitar los patrones de sombreado tradicionales en favor de un enfoque más limpio y minimalista. Sin embargo, cuando utiliza el sombreado, lo hace con un propósito específico, añadiendo profundidad y volumen a las formas, pero siempre manteniendo la claridad y la legibilidad de la imagen. Por otro lado, se debe destacar que no se limita solo a los perfeccionar a los personajes; su habilidad para crear ambientes y escenarios también es digna de admiración. Los fondos en sus obras no son simplemente decorativos; cada uno está cuidadosamente diseñado para complementar la historia. Este mangaka presta tanta atención a los detalles del entorno como lo hace con sus personajes, asegurándose de que cada elemento en la página contribuya al todo para que el lector se imbuya en las páginas.

Este manga todavía se está publicando en Japón bajo el sello editorial Kodansha y en España ha comenzado a editarlo Héroes de Papel. Es un formato tankōbon presentado en encuadernación rústica fresada con sobrecubierta (tapa blanda), con traducción de Gabriel Álvarez Martínez. Las 255 páginas del primer volumen deja un poso que recuerda en muchos momentos al icónico Akira de Katsuhiro Ōtomo. “Adou” cierra así su primera entrega con más preguntas que respuestas, que no hacen más que aumentar la intriga, dejándonos con una innegable necesidad de seguir adelante, ansiosos por descubrir qué nuevas sorpresas y desafíos aguardan en los próximos capítulos de esta fascinante saga.