
“Se dice que la historia arraiga en la leyenda”. En estas palabras resuena la verdad oculta de la antigua Escocia y de casi todos los países. Una tierra donde la historia y la leyenda se entrelazan hasta volverse inseparables. En la bruma de los tiempos, en un lugar donde las verdes colinas y los páramos desolados esconden los secretos de una era pasada, la guerra entre los romanos y los pueblos celtas, que ha dejado cicatrices profundas en el alma de la tierra. Sin embargo, en medio de esta contienda humana, algo mucho más antiguo y temible despierta de su letargo: “Las Sombras de Thule”(“Les Ombres de Thulé”), criaturas que no pertenecen a este mundo, sino a un reino oscuro y olvidado. Eso han concebido Patrick Mallet, Lionel Marty y Alex Gonzalbo en este cómic épico que fusiona mitología celta y horror lovecraftiano, con el trasfondo de la conquista romana en Escocia.
La guerra entre los romanos y los celtas es el telón de fondo de esta historia. Es una lucha marcada por la brutalidad, donde cada colina y valle ha sido testigo de sangre derramada y vidas truncadas. Los romanos, con su disciplina militar y tácticas avanzadas, representan el orden y la civilización; sin embargo, son también invasores en una tierra que no les pertenece. Por otro lado, los celtas, con sus tradiciones ancestrales y su conexión con la naturaleza, son los defensores de una libertad que corre el riesgo de extinguirse. Pero esta guerra, que parece decidir el destino de Escocia, es solo el preludio de un enfrentamiento mucho más aterrador. En medio de esta contienda, algo antiguo comienza a despertarse. Durante siglos, las sombras de Thule se han ocultado en otra dimensión, esperando el momento adecuado para resurgir. Este despertar no es casualidad; es provocado por la misma violencia y desesperación que la guerra ha esparcido por la tierra. Estas bestias se alimentan del miedo, del dolor y de la muerte, y la guerra entre los romanos y los celtas les ha proporcionado un festín sin fin.

Pero, ¿qué son exactamente las sombras de Thule? En las leyendas más antiguas, se habla de un tiempo antes de que los hombres caminaran sobre la tierra, un tiempo en el que criaturas de otro mundo gobernaban. Estas entidades no tienen forma humana, ni siquiera animal; son monstruosidades vivientes, manifestaciones de oscuridad pura que pueden asumir cualquier forma, pero que prefieren la de criaturas que evocan los miedos más profundos de los hombres. Algunos las describen como seres con cuerpos esqueléticos cubiertos por una piel negra y viscosa, con ojos que brillan con una luz maligna en la oscuridad. Otros dicen que son capaces de aparecer como una niebla oscura que se arrastra por el suelo, consumiendo todo a su paso. Cualquiera que sea su forma, lo que es seguro es que las Sombras de Thule traen consigo la muerte. Dondequiera que vayan, las plantas se marchitan, los animales huyen o perecen, y los hombres caen en la locura antes de ser finalmente devorados por la oscuridad. Las sombras de Thule no son simples depredadores; son manifestaciones de una antigua maldición, un eco de una guerra mucho más antigua que la que los romanos y los celtas están librando ahora. Su regreso es una señal de que el equilibrio del mundo se está desmoronando, y que algo terrible está a punto de suceder.
La trama de este tebeo se inicia con una imagen poderosa: una mujer embarazada viaja en un convoy a través de los salvajes territorios de Escocia, más allá del Muro de Antonino, con la determinación de reunirse con su esposo, el general romano Horatio, destacado en un campamento militar. Guiada por la profecía de una sacerdotisa, que predice que su hijo debe nacer junto a su padre, la mujer se aventura en las peligrosas tierras pictas y gaélicas. Sin embargo, el convoy es emboscado por nativos y, pese a sus esfuerzos, la joven madre muere tras dar a luz a su hijo. Este último es acogido por sus atacantes y crece ajeno a su herencia romana, marcando así el inicio de una trayectoria destinada a confluir con poderes oscuros y decisiones trascendentales. Años más tarde, después de una tragedia manipulada por su consejera, una hechicera de Cartago, el general se ve obligado a liberar a las temibles «Sombras de Thule«, criaturas míticas provenientes de otro mundo, para enfrentar una amenaza creciente. Estas entidades insaciables amenazan con destruir todo a su paso, desencadenando así una carrera contra el tiempo y la adversidad. En medio de este caos, el rey de los pictos emerge como una figura central, buscando la unidad de los pueblos para evitar la aniquilación total.

Con esto hilos teje la estructura del guion Patrick Mallet. Este guionista tiende a construir sus narrativas de manera que mantengan un equilibrio entre la acción y la introspección, lo que permite que la historia avance de manera dinámica mientras los personajes evolucionan y se enfrentan a sus dilemas internos. Mallet es particularmente hábil en el manejo del ritmo narrativo. Este guion comienza con una introducción que sienta las bases del conflicto y presenta a los personajes principales, seguidos por una escalada de tensión que lleva a un clímax intenso. Los personajes de Patrick Mallet son otro punto fuerte del cómic. Aunque la historia a menudo se centra un gran evento histórico o en un enfrentamiento entre el bien y el mal, Mallet nunca pierde de vista la importancia de los personajes individuales y sus arcos de desarrollo. Los protagonistas y antagonistas son figuras complejas, con motivaciones claras, pero a menudo conflictivas, lo que los hace más humanos y accesibles.
En lo gráfico, Lionel Marty tiene un estilo de dibujo que equilibra el realismo con un toque estilizado, lo que le permite crear personajes y escenarios que son a la vez detallados y evocadores. Su línea es precisa y dinámica, capturando tanto la acción como los momentos más introspectivos con igual habilidad. Tanto en los personajes como en los fondos, Marty presta una atención meticulosa a los elementos que componen la escena. Esto se refleja en la precisión con la que dibuja armaduras, armas, y la arquitectura de los entornos en sus obras, especialmente en contextos históricos o fantásticos. Cada elemento visual está cuidadosamente pensado para reforzar la autenticidad del mundo que está creando, haciendo que el lector se sienta inmerso en la narrativa. Por otro lado, el dibujo de Marty cobra una nueva vida cuando se une a la paleta de colores de Alex Gonzalbo. Gonzalbo es un colorista que entiende profundamente cómo el color puede influir en la atmósfera de una escena, así como en la percepción emocional del lector. Su enfoque en el color es tanto técnico como artístico, utilizando una combinación de colores vivos y apagados para crear contrastes que resaltan la narrativa gráfica.

Este libro se publicó en el mercado francés bajo el sello editorial Les Humanoïdes Associés y ahora disponemos de la edición en castellano, traducida por Fernando Ballesteros, de la mano de Tengu Ediciones. Con un total de 144 páginas y con varios extras, como una entrevista a los autores realizada por Elisa Moncada y Séréna Tanchis. Además de muchos bocetos de los personajes y una portada realizada a tintas para el primer número. Y de esas tintas surge la lucha contra “Las Sombras de Thule”: Una alegoría sobre el conflicto entre la luz y la oscuridad, entre el orden y el caos, entre la vida y la muerte. Y así, en la bruma de la leyenda, la historia del rey Picto y las hirudineas se convierte en un relato que podría salir perfectamente de la pluma de Robert Ervin Howard, un recordatorio eterno de que la historia, por más lejana que parezca, siempre estará arraigada en la leyenda.
