Bachi Buzuk #2: Adiós con clase

Bachi Buzuk #2 Texto 01

Antes de que la red de redes lo cambiara todo hubo un tiempo editorial en España en el que las revistas de cómics dominaban los quioscos. Era una época en la que las librerías especializadas eran una especie exótica, más propia de países foráneos. Tampoco el acceso a la información era automático, pero si se era inquieto había ventanas para descubrir nuevas texturas gráficas y estilos. Todo por recorrer y revelarse en las páginas de aquellos magazines que, casi me atrevería a decir, cumplían una función divulgativa además de entretener a los lectores. Fueron los años de “El Víbora”, “Cimoc”, “Makoki”, “1984”, “Totem”, “Creepy”, «Dossier Negro» “Rambla” o “Cairo”, por citar solo unas cuantas. Los años en los que muchos descubrimos autores, estilos y formas que, de no haber existido este formato, tener acceso hubiera sido más difícil.

Comprar una revista implicaba un pacto táctico en el que el lector iba sorprenderse, a descubrir nuevos autores, personajes y relatos. Bien pudiera ser que no todo fuera de su agrado, pero la posibilidad de tenerlo entre las manos era algo valioso para quien tuviera querencia por ahondar en el noveno arte. También el formato permitía a los autores, noveles y veteranos, darse a conocer o experimentar con texturas y recursos nuevos, resolver propuestas en un formato breve y en definitiva, crecer. Quizá ese es el verbo que mejor resumía a las revistas de cómics: aumentar las capacidades de los artistas o su difusión entre los aficionados. También el ensanchamiento de géneros y estilos en el horizonte del lector que entraba en estas páginas.

Bachi Buzuk #2 Texto 02

Que nadie se llame a engaño. Lo aquí escrito no nace de la nostalgia. Nace de la constatación de un hecho: el de poder acceder a una amalgama de tipos de comics tan rica como variada. Quizá ahora esta función la tenga la red de redes, por las posibilidades de promoción e inmediatez tiene. Si bien, el encanto y valor añadido de una revista de cómics sigue siendo algo constatable y palpable. Aunque sea un formato cada vez más minoritario y sostenido con respiración asistida.

Todo esto viene a cuento de las sensaciones agridulces que dominan al arriba firmante tras leer el segundo y último número de “Bachi Buzuk”, el proyecto en el que Sergio Bleda y Belén Carrillo se embarcaron el pasado año, cuyo recorrido acaba, de momento, en su segunda entrega. ¿La razones? Las que otorga la ley de mercado al no haber alcanzado el objetivo necesario en el crowdfunding de la segunda entrega. Razones implacables e inapelables que hacen inviable a corto plazo el proyecto tal y como se concibió en origen.

Bachi Buzuk #2 Texto 06

Los sueños, sueños son. Y el de “Bachi Buzuk” ha logrado materializarse en dos entregas. Toda una proeza, y más teniendo en cuenta, que el proyecto nacía con el objetivo de remunerar a los artistas con unas tarifas acordes al mercado internacional. Y eso, en un país en el que los lectores somos los menos, es digno de mención. Así como la nómina de artistas con los que han contado Bleda y Carrillo en la vida breve de la revista. En el caso del segundo número es más que notable: Hernán Migoya, Patricia Breccia, Rafa Fontériz, Rubén Pellejero, Santi Navarro, Man, José Tomás, Joan Tharrats, Tha, Cristina Florido, Ruizge, Pau, Sebas Martín, Enrique Sánchez Abulí, Toni Garcés, Joan Mundet, Roberto Barreiro, Sergi San Julián y Oriol San Julián. Ahí es nada.


Todo presentado bajo una portada de varios quilates de Sergio Bleda que homenajea a una de las icónicas de Blueberry de Jean Giraud, de cuando firmaba como Gir, antes de convertirse en Moebius. Una ilustración protagonizada por un viejo conocido de “El Baile del Vampiro”: Jakob, cuya realización se ha visto truncada al no tener continuidad Bachi Buzuk. Si bien, desde aquí confiamos en que Bleda y Alberto López Aroca la lleven a buen puerto en el futuro y los fans de la vampírica saga española de culto tengan ocasión de leerla.

Bachi Buzuk #2 Texto 03


Pero abandonemos lo que está por venir y centrémonos en lo que ya es una realidad. Poque lo que aguarda en las 72 páginas de este último Bachi Buzuk es digno de mención. Por variado y fresco. Porque la acidez de Hernán Migoya vuelve a encontrar a su socia ideal en Patricia Breccia y las “Comidas” en la que se encuentran. Porque Rafa Fontériz derrocha oficio en “Un extraño compañero”, al igual que Pellejero en “El Imán”, una historia corta e inédita que se ha recuperado en esta entrega para que viera la luz.

Del mismo modo, un guion del recordado Santi Navarro cobra vida con el arte de Man en “A las chicas les gusta pasárselo bien”. José Tomás, Joan Tharrats, Tha, Enrique Sánchez Abulí y Tony Garcés se encargan de poner la guinda humorística con ingenio y resolución; mientras que el tono intimista es aportado con oficio por Cristina Florido y Ruizge.

Bachi Buzuk #2 Texto 05d


Hay espacio para todo en estas páginas. Joan Mundet nos lleva a la Guerra Civil Española en “Dos (1939)” y Sebas Martin recuerda a donde pueden llevar los «Deseos» en una relación de pareja. Lo fantástico tiene su recorrido y expresión notable en la “Egagrópila” de Pau y “Emil el hábil”, de Roberto Barreiro, Sergi San Julián y Oriol San Julián.

Este es el menú del último Bachi Buzuk. De resultado irregular, pues dependerá de cada lector en función de sus gustos personales, pero de calidad incuestionable. Realizado con oficio y, aunque las leyes de mercado hayan dictado sentencia, destinado a perdurar. Quizá con el tiempo la cabecera continúe. ¿Quién sabe? El concepto de partida es potente y la libertad artística que hay en sus páginas garantiza el mejor abono para la creatividad, así como el nivel de los artistas que han pasado por estas páginas. Quizá los lectores, ante la avalancha constante de títulos, no prestaron la atención que merecía esta joya del independiente español. De cualquier manera, quien tenga un ejemplar del “Bachi Buzuk #2” tiene un pedazo de la historia reciente del tebeo español. Romántica en su concepción y que ha brillado, como las mejores estrellas, de forma intensa y fugaz.

Bachi Buzuk #2 Texto 04

De ahí la sensación agridulce al cerrar la última página de la revista. Porque, aunque se haya hecho con oficio es una despedida. Ojalá sea un hasta luego. Lo único cierto es que es innegable que se ha realizado con clase y estilo.

Deja un comentario