
“Después de «Nenúfares negros», tuve inmediatamente la intuición de que «No sueltes mi mano» debía ser adaptada.”
Así se expresaba Michael Bussi en Le Figaro en relación a la adaptación al cómic de una de sus novelas más redondas: “No sueltes mi mano” (“Ne lâche pas ma main”), que, como no podía ser de otra manera ha confiado a Fred Duval y Didier Cassegrain, la pareja artística que llevó a buen puerto sus “Nenúfares frescos” (“Nymphéas noirs”), que resultó ser uno de los tebeos de serie negra más frescos de la Bande Dessinée franco-belga de la década pasada.
En esta ocasión la nueva propuesta en viñetas nos lleva a escenarios totalmente alejados de Giverny, en concreto a la isla de Reunión, en pleno océano indico, donde están pasando las vacaciones Liane y Martial Bellion junto a su hija pequeña Sofa. De repente, Liane desaparece de su habitación de hotel. Todos los indicios, aparentemente, apuntan a su marido como sospechoso. Incluso se especula con que, detrás de la ausencia se halle un asesinato, pero el cuerpo de Liane no aparece….

De este punto parte la obra y discurre, por la isla de Reunión, de forma rotunda y sorpresiva, pues las historias de Bussi siempre guardan elementos, recursos y giros para sorprender al lector, sembrados de forma sutil previamente para que, al revelarse, se descubran como un puzle argumental perfectamente construido. Un puzle que, con oficio, Fred Duval ha trasladado al guion, en un gran ejercicio de síntesis donde la esencia de la trama se conserva y potencia, haciendo que fluya el relato por las magistrales páginas de Cassegrain.
De hecho Cassegrain, que también se ha hecho cargo de llevar los “Clavos Rojos” de Conan a la serie de Glénat del cimmerio, potencia al máximo la atmósfera del tebeo con su trazo. Tanto la contextual que implica la localización paradisiaca de la historia, como la psicológica que envuelve a esta “huida en viñetas”, humanizando de forma rotunda a todo el dramatis personae del relato. Un reparto del que, además de la familia protagonista, cabe destacar lo bien definidos que están la capitana de la policía local Aja Purvi, y el subinspector Christos, junto a su pareja Imelda. Con una caracterización totalmente tridimensional, tanto en lo gráfico como en lo literario. Hecho que dota de un baño de verosimilitud a esta ficción tan bien construida y dibujada.

Editado en el mercado franco belga por Dupuis, “No sueltes mi mano” lo acaba de estrenar Norma en castellano en una cuidada edición en cartoné de 136 páginas en formato álbum europeo y con traducción de Eva Reyes de Uña. Un tebeo ideal para acompañar las vacaciones de quien guste de buenos relatos de serie negra. Esos que aparentemente comienzan en un escenario de manual para ir sorprendiendo página a página, mientras los personajes atrapan por su excelente construcción. Eso es “No sueltes mi mano”. Aunque, pensándolo mejor, quizá no solo sea idóneo para los fans del thriller. Quizá sea un cómic perfecto para cualquiera que guste de tebeos excelentemente construidos. Por eso, es posible que el lector “no suelte de la mano” esta obra hasta culminar su lectura.
