
“Nos miramos todos con el odio característico con que nos miramos los españoles”.
Pío Baroja
El tebeo «Pro» de David Galán Galindo y Manuel M. Vidal es una obra que se introduce en el caótico universo del humor ácido, la sátira y la crítica social, envolviéndonos en una narrativa tan irreverente como necesaria. Este cómic no solo se burla de todo y de todos, sino que también ofrece una profunda reflexión sobre la sociedad contemporánea, todo ello aderezado con un estilo visual que captura la esencia del caos. En este vasto y desternillante universo, el protagonista se convierte en nuestra versión del Capitán América, un símbolo de valores. También de contradicciones.
Aquí no hablamos de los valores impolutos y patrióticos del héroe americano, sino de un reflejo oscuro y satírico de un país que salió de su momento más oscuro del Siglo XX (la Guerra Civil) para abrazar casi cuarenta años de dictadura bajo el general Francisco Franco. En este contexto, el protagonista se convierte en una figura de controversia y reflexión, mostrando cómo los valores y las ideologías pueden ser manipulados y distorsionados con el tiempo.

Para vertebrar todo, los autores parten de nuestro presente para presentarnos a Galilea Gil, una joven cuya tesis de final de grado va a ir de una temática que no esperaba. En un giro de la trama que refleja la aleatoriedad de la vida y el destino, Galilea se ve obligada a realizar su tesis sobre ese personaje histórico y controvertido que era «El Español de Pro«. En el corazón de «Pro» está la exploración de la verdadera historia tras el mito. A lo largo de la narración, vamos desgranando cómo todo va cambiando a medida que avanzan y retroceden los años, con una sutileza que revela la paulatina caída de todo lo que hasta entonces había sostenido al protagonista. Lo que se oculta tras la propaganda oficial y cómo el discurso se ajusta para mantener una imagen coherente con los valores de Dios y Patria es un tema recurrente. De esta premisa se construye una narrativa rica en detalles y matices, que cuestiona la naturaleza de la verdad y el poder de la narrativa oficial.
En el aspecto gráfico tenemos al tristemente fallecido Manuel M. Vidal («Maestro del Terror«, «Vida de Muerte» o «Invasores en la escalera»), un ilustrador cuyo talento parecía sacado del mismo cielo. Capaz de mimetizarse en un sinfín de estilos. no importa si la viñeta requiere la dureza del noir, la suavidad del manga o la explosividad del estilo clásico de superhéroes; Vidal lo hacía todo, y lo hacía con una maestría que deja boquiabiertos a propios y extraños. En «Pro», cada viñeta es una fiesta visual. Vidal no solo complementaba las palabras de Galán, sino que las expandía, las transformaba y las llevaba a lugares donde el lector nunca imaginó que podrían llegar. Su capacidad para adaptarse y reinventarse en cada página es, sin lugar a dudas, una de las razones por las que «Pro» se sostiene y brilla con luz propia.

En «Pro», Galán y Vidal juegan con las expectativas, subvirtiendo clichés y ofreciendo nuevas perspectivas que mantienen la historia fresca y emocionante. Pero lo que realmente destaca en «Pro» es cómo los autores nos enseñan que no todo es lo que parece a simple vista. A través de una mezcla de humor negro, sátira y observaciones agudas, nos ofrecen una lección sobre cómo los tiempos cambian, se adaptan, encumbran y destruyen a sus mitos cuando el viento sopla en otra dirección. Un recordatorio de que, en el mundo del cómic y en la vida, nada es permanente y todo está en constante evolución.
Por esos motivos, Panini Comics decidió apostar por publicar esta obra tan personal con 208 páginas que además de los dos autores principales también participan Déborah I. Villahoz Mesa como colorista y Joseba Básalo como rotulista. Además de incluir un texto de Galán Galindo en homenaje al fallecimiento de Vidal en 2024. En última instancia, «Pro» no es solo un homenaje a los grandes autores de Capitán América, sino una celebración del medio del cómic en su totalidad. David Galán Galindo y Manuel M. Vidal crearon una obra que respeta y honra el legado de aquellos que vinieron antes, al mismo tiempo que empuja los límites de lo que un cómic puede ser. Este tebeo no solo entretiene y emociona, sino que también educa y enriquece. Los homenajes a figuras como Kirby, Brubaker, Waid, Simon, Englehart y Steranko no son meras referencias superficiales, sino integraciones profundas que demuestran un entendimiento y un respeto por el arte del cómic. Todo para conformar en «Pro» una historia que demuestra que la verdadera grandeza no reside solo en los poderes extraordinarios, sino en las decisiones que tomamos y cómo enfrentamos las consecuencias de esas decisiones.
