LightFall: La Última Llama. Bienvenidos a Irpa

Imagínate esto: en el corazón de un mundo lleno de maravillas y peligros, una chica humana llamada Bea se topa con Cadwallader, un Galduriano perdido que se creía extinto. Este encuentro casual no solo enciende una chispa de amistad entre ellos, sino que también tiene el potencial de cambiar sus vidas y, quién sabe, tal vez el destino de todo su mundo. De esa manera empezamos esta historia llamada “LightFall: La Última Llama” («Lightfall: The Girl & the Galdurian«). Tim Probert, su creador, nos lleva a Irpa, un lugar donde los humanos viven y trabajan codo a codo con animales antropomorfos. Sin embargo, hay un problema: el sol desapareció hace 500 años. Pero no te preocupes, los Galdurianos, una raza antigua y sabia, inventaron unas luces flotantes que mantienen a raya la oscuridad perpetua. Aunque los Galdurianos se consideran extintos, las luces siguen brillando, un testimonio duradero de su ingenio.

Desde el inicio vemos a Beatrice, o Bea para los amigos, que vive en el bosque con su abuelo adoptivo, Alfirid, conocido por todos como el cerdo mago. Su vida es bastante rutinaria: estudiar, recolectar y hacer pociones. Pero todo se pone patas arriba cuando el olvidadizo Alfirid decide salir a cumplir una misión arriesgada, dejando a una preocupada Bea con la tarea de traerlo de vuelta a casa. Se encuentra con Cadwallader, un personaje que se parece un axolote bípedo de piel gris. Este ambystoma mexicanum (buscadlo y veréis la imagen viva del personaje) no es el único que busca al anciano. Cad necesita que Alfirid traduzca unos textos en galduriano que podrían ayudarlo a encontrar a otros supervivientes de su raza.

A lo largo del camino, Bea y Cad se encuentran con una variedad de personajes y enfrentan numerosos desafíos. Desde criaturas sombrías que emergen de la oscuridad hasta enigmas antiguos que deben resolver, cada obstáculo pone a prueba su coraje y determinación. Estos encuentros no solo avanzan la trama, sino que también desarrollan la relación entre los dos protagonistas, mostrando cómo su amistad se fortalece con cada prueba superada. La amistad entre ellos es el núcleo de «Lightfall«. A pesar de sus diferencias, se complementan y apoyan mutuamente. Bea, con su determinación y sus miedos, como Cad, con su optimismo y valentía, forman un equipo de los más particular. Su relación evoluciona de una alianza casual a una  amistad que se engrandece al mismo ritmo que avanza el lector en la paginas del tebeo.

El historietista Tim Probert demuestra una notable habilidad para la narrativa gráfica en esta historia. Su estilo de ilustración muestra una clara influencia del manga, especialmente en cómo utiliza las viñetas para capturar momentos íntimos y emocionales. Como el juego en las expresiones faciales de los personajes son especialmente efectivas. Probert demuestra una notable habilidad para mantener un flujo narrativo cohesivo y atractivo. El diseño de las páginas es dinámico, con una variedad de estructuras que mantienen el ritmo de la historia y guían al lector de manera natural.

Las ilustraciones son simplemente deslumbrantes. Con colores vibrantes y una variedad de perspectivas, reflejan perfectamente la admiración y el asombro de Bea mientras explora más allá de su hogar. Además, Tim Probert hace un trabajo fantástico al retratar la ansiedad recurrente de Bea, que se muestra como cintas oscuras que se enredan alrededor de su cuerpo. Es un toque que te acerca mucho al personaje y ayuda a los lectores a comprender mejor sus luchas internas. Del mismo modo el uso de diferentes perspectivas y ángulos es otro punto fuerte del arte de Probert. Desde planos amplios que muestran la vastedad de los paisajes de Irpa hasta primeros planos están diseñados para involucrar al lector y profundizar su conexión con la historia.

Este maravilloso cuento fantástico se destaca por su enfoque inclusivo en la representación de sus personajes. Aunque Bea es blanca, el cómic presenta una gama de personajes con diferentes tonos de piel. Esta diversidad se muestra de manera natural y sin fanfarria, lo que es refrescante y necesario en la literatura juvenil. La inclusión de personajes diversos en un mundo de fantasía ayuda a normalizar la representación y ofrece a los lectores de todos los orígenes la oportunidad de verse reflejados en la historia. Como la convivencia de diferentes especies también sirve como una metáfora de la aceptación de todos los seres vivos que aparecen en este relato.

La edición original se publicó en bajo el sello de HarperAlley que pertenece al grupo HarperCollins. En España nos lo trae su filial española: HarperCollins Ibérica en un volumen de 256 páginas a color con la traducción de Diego de los Santos. En el primer libro Tim Probert ha creado un mundo lleno de maravillas y peligros, donde una amistad inesperada puede cambiar el destino de todo un planeta. Si buscas una historia que te haga reír, llorar y soñar, «Lightfall» es tu próxima lectura obligada. Prepárate para dejarte llevar por la magia de Irpa y acompañar a Bea y Cad en una aventura que desafiará sus límites y los unirá en una amistad que brilla tanto como las luces galdurianas que iluminan su mundo.

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