Notre Dame de París: viñetas monumentales

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Abrir el cómic que hoy nos ocupa es casi un acto de celebración. Por todo lo que implica adaptar a Victor Hugo (Besanzón, 26 de febrero de 1802-París, 22 de mayo de 1885) al cómic a estas alturas y llevar a cabo algo que sea sobresaliente, que deje huella y se coloque por encima de lo ya realizado previamente. No es la primera adaptación (ni será la última) de algún texto del célebre autor francés. Si encima estamos hablando de uno de sus mayores clásicos como es «Notre Dame de París» («Notre-Dame de Paris«), realizar algo que no solo genere expectación sino que las cumpla con creces, es ya, de por sí, notable. Ese es el mérito que han logrado Georges Bess y Pia Bess adaptando la historia de Quasimodo y Esmeralda en una obra que, tras leerla y contemplarla, la palabra que viene a la mente es «monumental».

Desde que se publicó en 1831, “Notre Dame de París” es un clásico del Romanticismo. En él anidan los elementos básicos de este movimiento cultural. Una tragedia ambientada en el París medieval del siglo XV, donde el extenso Dramatis personae compone un fresco social de la época, contexto y paisaje donde germina este relato de marginación y amor imposible, ya inmortal. Una historia que no sería la misma si no estuviera ambientada en la Catedral parisina, situada en el corazón de la ciudad, la «Île de la Cité» en medio del rio Sena. El edificio de la Catedral de Notre-Dame de París es casi un personaje más de la obra, por las cuidadísimas descripciones del mismo con que impregnó la novela Víctor Hugo. Hecho totalmente intencionado por el escritor, pues una de las motivaciones de este relato era poner en valor la joya del gótico medieval parisino, en riesgo por aquel entonces. Motivación que dio sus frutos, no solo por el éxito que tuvo la novela, sino porque originó una sensibilidad popular hacia la preservación histórica de monumentos y edificios medievales, además de ser esta historia una de los impulsoras que alentaron la arquitectura neogótica en el siglo XIX.

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Es pues evidente la extensa la huella de “Notre Dame” en la cultura occidental de los últimos años. No solo en lo literario, pues esta obra marco una senda que otras recorrieron con posteridad, sino en lo arquitectónico y lo social. Huella que traspasó la literatura para llegar a otros medios de expresión, con una extensa lista de adaptaciones a cine, teatro, ballet, televisión o cómic. Una más de las llevadas al noveno arte es la que hoy nos ocupa, pero no una cualquiera, porque de lo realizado por Georges Bess y Pia Bess resulta un trabajo de muchos quilates. De los que conviene degustar con detenimiento y calma. Como quien recorre un museo: sin prisa; tomando el tiempo preciso para cada una de las magistrales páginas que esperan aquí.

Unas páginas en las que Georges Bess (“El Lama Blanco”, “Juan Solo” o “Los gemelos mágicos”) deja la impronta de su majestuoso arte. Así “Notre Dame de Paris” sigue el camino abierto por Bess con las excelsas adaptaciones de clásicos de la literatura que ha realizado estos últimos años (“Drácula” o “Frankenstein”). Tebeos que, por mucho que se conozca previamente el relato que cuentan, es recomendable acercarse si son trasladados así al cómic. Por composición, detalle, encuadre y espectacularidad, el arte que esta vertiendo Bess en estas adaptaciones manifiesta una doble querencia del artista: la evidente hacia la obra que traslada al cómic, por la fidelidad a la esencia de la misma; y la que manifiesta con el resultado hacia el medio en el que se expresa, explotando toda la potencia y grandiosidad en gozosas páginas.

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«Notre Dame de París» se erige en un colosal formato en cartoné de 208 páginas en su edición de Norma Editorial, con traducción de Eva Reyes de Uña, en glorioso blanco y negro, proponiendo un recorrido que, por mucho que se conozca la novela de Victor Hugo, vale la pena hacerlo bajo la mirada de Pia Bess y Georges Bess, por lo bien estructurado del guion y el arte vertido en sus viñetas. Por todo eso celebramos este tebeo, como si formáramos parte del público que asiste a la “Fiesta de los locos” de aquel seis de enero de 1482, preparándonos para ver la coronación del “Rey de los locos” con la que da comienzo el inmortal relato de Victor Hugo, en sus justas dosis de amores imposibles y marginación. Un viaje que, no por conocido, es menos placentero, pues Georges Bess ha capturado de igual modo la esencia del clásico como la ha dotado de personalidad gráfica propia, tan fresca como clásica a la vez. Espectacular y monumental, “Notre Dame de Paris” es un cómic de los que conquistan el lugar más preciado en las estanterías más exigentes. Un tebeo, en definitiva, monumental, al igual que el el clásico de Victor Hugo que adapta o la catedral situada en el corazón de Paris. De los que vale la pena visitar varias veces.

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