Cuando se piensa en personajes ideales para aventuras sobrenaturales, es poco probable que la imagen de Abe Sapien surja de inmediato en la mente de la mayoría. Su estética discreta, sus limitaciones físicas aparentes y su historia de origen, aparentemente restrictiva, no lo colocan como el candidato obvio para liderar su propia serie de cómics. Sin embargo, a pesar de estas aparentes limitaciones, este hombre pez que comenzó como secundario en la serie de Hellboy, ha logrado encontrar un lugar especial en el corazón de los lectores y ha protagonizado con éxito sus propias aventuras. Sirva de ejemplo el segundo tomo integral de la serie “Abe Sapien”, una edición que promete una experiencia de lectura excepcional.

La saga «Oscuro y Terrible» que se inició en el primer volumen, alcanza su conclusión en este tomo. Aunque el orden de lectura no sigue estrictamente una cronología lineal, ya que este segundo volumen contiene los números americanos editados por Dark Horse Comics del 18 al 22, del 24 al 26, 28, 29, 31 al 36. La editorial española deja las miniseries que se editaron en su momento para el tercer volumen. A pesar de esta decisión, que podría considerarse poco convencional, Norma Editorial optó por seguir una reordenación de las historias parecida al mercado americano.

La historia nos sumerge de inmediato en el mundo post-apocalíptico de Abe Sapien, mientras viaja por un Estados Unidos devastado en compañía de un variado grupo de individuos. Su travesía los lleva a un pequeño pueblo que, aparentemente, ha escapado milagrosamente a la destrucción que ha asolado la región. Sin embargo, como era de esperar en un relato de tintes sobrenaturales, el pueblo oculta secretos oscuros que amenazan con perturbar la frágil paz que han encontrado nuestros protagonistas. A medida que la trama avanza, somos testigos de un desarrollo más profundo de cada uno de los personajes, al tiempo que nos adentramos en el pasado de Abe Sapien. Recordemos que nuestro protagonista, en su forma actual, es el resultado de una transformación desde su identidad previa como Langdon Everett Caul, un investigador del siglo XIX obsesionado con desentrañar un antiguo secreto oculto en las profundidades del océano. Esta búsqueda no solo lo llevó a una metamorfosis física, sino también a la pérdida de su esposa, cuya muerte lo sumió en el dolor y la confusión. Sin embargo, el pasado es pasado, y Abe Sapien se encuentra ahora en la encrucijada de comprender su verdadera identidad y su lugar en ese mundo que ha sido transformado por el apocalipsis.

A nivel de guion es una historia que se mantiene con buen nivel. Mike Mignola y Scott Allie cumplen con las expectativas, pero se hace un poco lento la lectura según avanzas en las páginas. Lo más destacable de este integral es el arte de Max y Sebastián Fiumara junto con el color de Dave Stewart.  Su habilidad para adaptarse a diferentes estilos narrativos es una de las razones por las cuales su trabajo ha sido tan ampliamente elogiado y reconocido en la industria del cómic. En estas páginas hay muestras de ello.

El realismo en el arte de los Fiumara es evidente en la atención meticulosa al detalle en cada viñeta. Desde los paisajes urbanos hasta los rostros de los personajes, cada elemento está cuidadosamente pensado para transmitir una sensación de autenticidad. Sin embargo, este realismo nunca se siente estático o aburrido; en cambio, los Fiumara infunden vida a sus dibujos con un toque de expresionismo que agrega una dimensión única a su trabajo.

Una de las características más distintivas del estilo de los Fiumara es su uso magistral de la línea. Sus trazos son fluidos y dinámicos, capturando la energía del movimiento con una precisión impresionante. Ya sea que estén delineando los contornos de un edificio en ruinas o trazando las curvas de un rostro humano, los hermanos argentinos demuestran un dominio absoluto de su medio. Su uso de líneas orgánicas y gestuales añade una sensación de vida y vitalidad a sus dibujos, haciendo que cada imagen salte de la página con una fuerza y ​​una intensidad palpables. Además de su habilidad técnica, los Fiumara también son maestros de la narrativa visual. Su comprensión de la secuencia y el ritmo les permite que fluyan sin esfuerzo de una viñeta a la siguiente. Utilizan el tamaño y la disposición en las viñetas controlan el tiempo y la tensión, creando momentos de suspense y emoción que mantienen al lector enganchado en cada página.

En cuanto al color, Stewart adopta un enfoque único al aplicarlo, utilizando degradados en lugar de contrastes para diferenciar los ambientes y transmitir emociones. En lugar de buscar el contraste tradicional entre la luz y la oscuridad, Stewart nos ofrece una paleta de colores que representa las diferentes gradaciones de la oscuridad que llenan el mundo postapocalíptico en el que se desarrolla la historia.

En consecuencia, este tebeo nos presenta una versión increíblemente creíble del Apocalipsis, tejiendo hábilmente varios temas humanos y paranormales que se consiguen gracias al dibujo y al color de cada página. Para todos los aficionados al universo de Hellboy y en concreto de Abe Sapien disfrutaran de las aventuras del icthyo sapien en las 456 páginas que componen este “Abe Sapien Integral 2”.