
En un futuro cercano, la galaxia está impregnada de la sombra de una figura temida y mortífera. Con su tecnología avanzada y su insaciable sed de caza, se ha convertido en una leyenda entre las estrellas, un símbolo de terror para aquellos que habitan en los confines del espacio. Como para Theta, una joven que ha sido testigo de la brutalidad de un depredador de primera mano. En una fatídica noche, mientras ella y su familia exploraban un planeta distante, el alienígena los atacó sin piedad. Theta apenas logró escapar con vida mientras veía cómo su familia era masacrada ante sus ojos. Años después del terrible suceso, Theta se encuentra sola en una nave espacial maltrecha, luchando por sobrevivir en un universo implacable. La comida es escasa, los recursos son limitados, pero la determinación de Theta permanece inquebrantable. Ha jurado venganza contra el monstruo que destruyó su familia, y no descansará hasta que haya cumplido su promesa. Este es el inicio de “Predator: El día de la Cazadora” (“Predator: Day of the hunter”) de Ed Brisson, Kev Walker y Frank D´Armata.
Este tebeo se basa en una premisa simple pero efectiva: los depredadores son cazadores, y todos los demás, presas. Los humanos pueden ganar, pero siempre después de una lucha desesperada contra probabilidades difíciles. Y los humanos no salen en busca de estos alienígenas. Las primeras páginas dan un giro completo a esa idea, ya que conocemos al personaje principal, Theta. Ed Brisson y Kev Walker nos la presentan con una introducción violenta y enérgica. También sorprendente, porque durante las primeras tres páginas de este tebeo creemos que estamos viendo una lucha a muerte entre Predators. Con ese punto de arranque ya queda atrapado el lector, despertado el interés sobre el personaje cazador de monstruos.

Con acierto, Brisson se dedica a contar dos historias en paralelo: las actividades de Theta en el presente y su historia de «origen» en el pasado. Los sucesos en ambas difieren, pero usan ritmos emocionales similares para que su combinación resulte efectiva. Estructurar la narrativa de esta manera mantiene la tensión en constante ascenso en lugar de interrumpirla. Vas saltando entre el origen y el presente sin interrumpir el tono y el relato que sucede en todas las páginas. Con la acertada sensación de un flashback extendido, que remite al momento actual, que nos deja con ese regusto sobre tener más información de las aventuras de nuestra protagonista y de su vulnerabilidad mostrada en la trama de Theta. Pues aunque comprobemos lo letal que es, a la vez descubrimos los trágicos eventos pasados que la llevaron a ser la que es. Eso es lo que hace interesante a la protagonista del tebeo, que es, sin duda, el motor del mismo.
El arte de Walker y los colores de Frank D’Armata vertidos en estas páginas es muy visceral. La secuencia de acción inicial presenta lo intensa que puede ser la violencia en esta obra. Ademas, la forma en que Walker dibuja a Theta subraya la vulnerabilidad de la protagonista, aunque sea, a la vez, la imagen misma de la fuerza y la determinación durante gran parte de los retos que asume. Pero una vez que está en su nave, sola, esa fuerza parece drenarse de ella cada vez que Walker la dibuja. El color de D’Armata es especialmente intrigante. Las secuencias de violencia en el pasado no son menos brutales que las del presente, en algunos casos incluso más a pesar de ser menos directas. Pero los colores son más claros y brillantes, haciendo una certera diferenciación de cada momento temporal. La violencia en el pasado se siente como una intromisión, mientras que en el presente se percibe como una parte normal de la vida de Theta. Es una forma sutil pero efectiva de transmitir el desarrollo de Theta y cómo es su vida. Así dibujo y color aumentan la potencia del guion en este Depredador con el que se estrenó la franquicia en Marvel Comics.

Para la edición en castellano, Panini Comics ha optado por estrenar en un solo tomo las seis entregas de “Predator: Day of the hunter”. En formato cartoné y 160 páginas a color, cuenta con la traducción de Raúl Sastre. Como extras tenemos las portadas alternativas realizadas por Peach Momoko, Skottie Young, Salvador Larroca, Frank D´Armata, Ron Lim, David Finch, Ryan Brown, Philip Tan, Benjamin Harvey, Marco Mastrazzo y Greg Land. Todas capturan el tono general de serie, personaje y franquicia, al igual que la historia en sí. Que si bien no es revolucionaria, mantiene unas muy buenas ideas de como ha de funcionar un relato de Predator. En sus parametros, ”Predator: El día de la Cazadora“ es más que solvente, sobre todo para los fans de la saga cinematográfica que se inició en 1987 con Arnold Schwarzenegger de protagonista. Un cómic, en definitiva, que es puro «fan service» para los aficionados a estos depredadores espaciales; y realizado con oficio.
